Jamón, marisco y merluza: el menú de 35 euros del rey Juan Carlos en su última noche en Galicia

Sanxenxo se ha convertido para el Rey emérito en su cuartel general cuando viene a España. En la localidad gallega se encuentran su grupo de amigos fieles capitaneados por Pedro Campos. Y para despedirse del lugar, al que ha dicho adiós este domingo, nada mejor que una buena cena en el Club Náutico, una última noche en Galicia para don Juan Carlos con menú de 35 euros en el que se incluía jamón, mariscos y merluza.

Hace años, cuando le desterraron de Mallorca, donde participaba desde su inicio en la regata que llevaba su título, fue Campos el que decidió organizar esta competición en la categoría 6M. En aquel momento, la aparición pública de Corinna Larsen desaconsejaba que el padre de Felipe VI tuviera una presencia destacada en Baleares y menos aún que pudiera compartir campeonato de vela con su hijo.

Y ha sido la vela la excusa para que don Juan Carlos dejara su residencia habitual en Abu Dabi y de nuevo se instalara en el chalé de Pedro Campos. Hay que aclarar, y a pesar de lo que se ha dicho, que las visitas reales no han cambiado la estructura del domicilio. El mismo dueño lo matizaba: "Nunca hemos tenido que hacer cambios y menos añadir habitaciones en el primer piso, que es donde tiene su habitación". Así lo contó y así lo trasladamos.

Tiene intención de pasar más tiempo en Galicia e incluso adquirir una vivienda. Confirman que hay tres emplazamientos posibles que ya ha visitado y que lo deberá supervisar el equipo de seguridad.

Este sexto viaje ha sido para don Juan Carlos mucho más tranquilo y con menor presión mediática. Llegó el lunes pasado después de que su avión hiciera dos escalas. Una en Ginebra para encontrase con su hija y cerrar definitivamente el acuerdo económico que mantiene la infanta Cristina con su todavía marido. El divorcio no estará listo hasta que se resuelva cómo, cuándo y cuánto percibirá el exduque de Palma. Aseguran a Vanitatis que no es fácil traspasar fondos. Que cada cual se haga su composición de lugar.

Retomando esta última estancia en Sanxenxo, don Juan Carlos salió a cenar el jueves y el sábado recibió su baño de multitud en el comedor del Club Náutico. Una cena por 35 euros para todos los socios que quisieran compartir la velada gastronómica en la que también participó la infanta Elena. El menú consistió en unos entrantes, un plato principal, postre y bebidas incluidas, excepto el vino.

El emérito pudo disfrutar de una tabla de jamón ibérico; mariñeiras con sardina ahumada, cremoso de espirulina; mejillones con marinera de bogavante y jalapeño fresco; almeja babosa a la sartén con aceite de ajo y perejil fresco a base de arbequina. De segundo, degustó la merluza del pincho puerto de Cedeira a baja temperatura con cremoso de patata y ajada texturizadas. Como final gastronómico, tarta de quesos gallegos y helado de crema de orujo.

Don Juan Carlos ha querido que esta localidad fuera el punto de referencia en su regreso a España. Para el antiguo monarca, la vela y la gastronomía formaban parte de su hoja de ruta en Galicia. Y no solo para él, sino también para el resto de la familia. La infanta Elena, que acude a Galicia cada vez que su padre aterriza, ha compartido regata también en esta ocasión. Por cuestiones laborales no coincidió en tiempo y espacio con su prima María Zurita y sus tíos los duques de Soria.

Doña Margarita, a la que la familia y los amigos llaman Margot, también es una entusiasta del mar. Este verano sin más lejos se enroló en un minicrucero en un barco de pescadores. La afición marinera es una herencia que viene desde el bisabuelo, Alfonso XII. Antes de que le diagnosticaran el cáncer, el conde de Barcelona pasaba más tiempo navegando en el Giralda que en tierra firme. Y para el rey Felipe, las regatas en la bahía de Palma han sido y son uno de los puntos fuertes de sus vacaciones públicas en verano.

El entorno gallego del rey Juan Carlos, y que también participa en las regatas, está formado por empresarios que no necesitan de la influencia real y regatistas con un nivel económico muy alto. Entre ellos se encuentran Juan Carlos Escotet, Alicia Freire, Mauricio Sánchez-Bella, José Luis Angoso, Tara Getty, Peter Dubens, Francisco Botas y Miguel Lago.

En su barco ha regateado en varias ocasiones la infanta Elena. Todos ellos se caracterizan por mantener un perfil público muy bajo en su relación real. Pasar desapercibidos para la prensa es su prioridad. Incluso para Pedro Campos Calvo-Sotelo, a pesar de su calidad de presidente del Club Náutico de Sanxenxo.