Cómo ha cambiado Juan Carlos I en las regatas: de las primeras como Príncipe a las últimas como Rey emérito

Juan Carlos ya está en España para disfrutar de una de sus grandes pasiones, las regatas. Pero ¿de dónde le viene esta afición? Hacemos memoria y nos trasladamos hasta su infancia, puesto que heredó esta vocación de su padre, el conde de Barcelona, quien fue testigo de cómo Alfonso XIII se convertía en uno de los mayores impulsores de la vela deportiva en nuestro país.

Sus primeras clases de navegación las recibió en el barco Saltillo, construido en 1932. Aunque fue en el crucero de regatas Sirimi donde pudo aplicar sus conocimientos para competir, un barco que adquirió el entonces príncipe Juan Carlos en 1947.

Incluso, cuando Franco ya había decidido que don Juan Carlos sería su sucesor como jefe del Estado, participó en 1972 como Príncipe en los Juegos Olímpicos de Múnich. Ya había conseguido los títulos de campeón de España en 1971 y ese mismo año de las olimpiadas. Fue a bordo del Fortuna y en la clase dragón.

Poco después de ser proclamado Rey, en la semana balear de cruceros de 1976, don Juan Carlos entrenó en otro velero, que sufrió algunos desperfectos, y acabó navegando en el barco de Josep Cusí, con el que navegaría durante cuarenta largos años. Fue en estos años setenta cuando don Juan Carlos y Cusí comenzaron a navegar juntos con el Bribón II, del que el emérito era el patrón.

Ahora que el Rey emérito podría alcanzar el récord de ser el regatista más longevo y laureado, ha querido volver a Pontevedra con su inseparable amigo íntimo Pedro Campos. Juan Carlos se retiraba oficialmente de la vela de alta competición en 2011, tras cuatro décadas como patrón del Bribón. Pero su retiro solo duró cuatro años y en 2015 volvía a navegar y a competir en Sanxenxo, eso sí, a bordo de un 6 metros, un barco menos exigente que los anteriores ‘bribones’ de Josep Cusí.

Como Rey, don Juan Carlos disfrutó de la vela cada año, inculcando a sus hijos su afición. Hubo un tiempo en el que en el trofeo de vela de la Copa del Rey en Palma competían el emérito con el Bribón, frente el príncipe Felipe en el CAM y la infanta Cristina en el Azur de Puig. Mientras la reina Sofía y la infanta Elena navegaban enroladas en el Hispania o en el Fortuna siguiendo la competición. Un nexo que permanece entre el actual rey Felipe y su padre.

El rey Juan Carlos ha sido el principal impulsor de la prueba náutica en Palma de Mallorca, en la que participó ininterrumpidamente desde 1982 hasta 2011 a bordo de quince veleros bajo el nombre de Bribón, convirtiéndola en la regata más importante del Mediterráneo.

El emérito ha demostrado una gran competitividad en las regatas y, a diferencia de Felipe VI, que se conforma con participar, ha ganado un importante palmarés. Ha obtenido seis trofeos de Copa del Rey, dos Sardinia Cup, doce Copas de España, once trofeos Conde de Godó, una Copa de la Reina, tres trofeos Príncipe de Asturias, además de ser bicampeón del Mundo y tres veces campeón de Europa en la categoría de 6 metros.