Es noticia
Menú
La hoja de ruta lúdica del rey Felipe en Mallorca: vela y encuentro con amigos
  1. Casas Reales
Diferente a la del año pasado

La hoja de ruta lúdica del rey Felipe en Mallorca: vela y encuentro con amigos

Repasamos los planes de ocio en los que se embarca el monarca cada vez que pisa suelo mallorquín y las diferencias de los de este 2022 con años anteriores

Foto: Los planes lúdicos del rey Felipe en Mallorca. (Limited Pictures)
Los planes lúdicos del rey Felipe en Mallorca. (Limited Pictures)

Para Felipe VI, Mallorca ha sido el lugar donde pasaba sus veranos más felices. Llegó a la isla cuando tenía cinco años y desde esa fecha nunca faltó a su cita veraniega, en la que navegar era una de las principales actividades lúdicas de toda la familia real. La relación con el mar comenzó cuando tenía siete años en el club de mar de Calanova y en la clase optimist.

Acudía con sus hermanas, los primos griegos y los hijos de la infanta Pilar a las clases teóricas y prácticas, y participaban en pequeñas regatas. Esta afición por el mar la heredaron (tanto el Jefe del Estado como sus hermanas) de su padre. Este, a su vez, del conde de Barcelona, que antes de que le diagnosticaran cáncer pasaba más tiempo navegando en el Giralda que en tierra firme. Los sobrinos Urdangarin y Marichalar también continuaron con la tradición en la escuela de vela de Calanova y no así la princesa de Asturias ni la infanta Sofía.

placeholder El rey Felipe, a su llegada al Real Club Náutico. (Limited Pictures)
El rey Felipe, a su llegada al Real Club Náutico. (Limited Pictures)

La única relación de las hermanas Borbón Ortiz con esta afición compartida por toda la familia real ha sido la de acercarse al Club Náutico de Palma para despedir a su padre en las salidas de la regata que lleva su nombre. Esta competición marca las vacaciones del Rey, que solo se interrumpieron en los años de pandemia.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

Diferencias este año

A diferencia del año pasado, en el que llegó a la isla para participar directamente en el comienzo de la regata, esta vez ha querido compartir los previos de navegación con su tripulación. El jueves pasado aterrizó en la zona militar del aeropuerto de Son San Juan y al día siguiente ya embarcó desde Porto Pi, que se encuentra a poca distancia del palacio de Marivent. Este lunes llegó al club, lugar del que salen todos los regatistas y donde vuelve una vez que finaliza la competición.

Este agosto comenzó oficialmente el 1 y finalizará el 6 con la fiesta de entrega de trofeos. Como en la edición anterior, Felipe VI es uno de los los tripulantes del Aifos (Sofía al revés). Se trata de un modelo que se conoce como TP52, al que se le considera un Fórmula 1 en este tipo de navegación deportiva. No es de nueva construcción, sino que la Armada ha recuperado un velero que fue botado en 2005, como explicaba a Vanitatis el comandante Ricardo Maldonado, que forma parte de la tripulación de este renovado Aifos: “No es nuevo y lo que se ha hecho ha sido someterlo a una actualización”. Por cuestiones relacionados con la seguridad, no hay más datos que los oficiales, expuestos a través del Ministerio de Defensa.

placeholder El rey Felipe y su tripulación, a bordo del Aifos en Mallorca. (Limited Pictures)
El rey Felipe y su tripulación, a bordo del Aifos en Mallorca. (Limited Pictures)

Este agosto del 2022 es una fecha importante porque se celebra la 40ª edición. En casi todas ha participado, igual que hace años lo hacían las infantas Elena y Cristina y don Juan Carlos. En el caso del monarca emérito, le hicieron desaparecer de Palma cuando estalló los casos Botswana y Corinna. Se quedó sin regata y precisamente esa fue la razón de cambiar Palma por Sanxenxo, donde siguió navegando con su amigo leal, Pedro Campos, en el Bribón. Es posible que el regreso del rey expatriado sea también manteniendo esa ruta.

Una tradición anual

El rey Felipe disfruta de Palma y no sólo por la tradición marinera, sino porque se encuentra con sus amigos, muchos de los cuales forman parte de su tripulación. Con ellos comparte sus ratos en el Club Náutico, donde mantiene una rutina que no varía en lo esencial. Lo único que cambia es el tiempo que tarda en regresar a Son Vent, que es la residencia oficial y que se encuentra en el recinto de Marivent.

Felipe VI suele llegar al recinto sobre las diez de la mañana con el uniforme marinero de bermudas y camiseta común al resto del equipo. El resto de estilismo se compone de mochila, gorra y gafas. Suele tomar un café acompañado de un pincho de tortilla, igual que hacía su padre, con el resto de la tripulación.

placeholder El rey Felipe, a su llegada al Real Club Náutico. (Limited Pictures)
El rey Felipe, a su llegada al Real Club Náutico. (Limited Pictures)

Las salidas a mar abierto tienen horario marcado y solo varían en función de las condiciones meteorológicas. Más de una vez, Felipe VI ha tenido que esperar varias horas a que cambiara la situación. Si no hay viento, no hay regata. En esos tiempos muertos, su rutina no varía. Desde su proclamación, la relación con el resto de socios (y de la prensa) que acuden al club ya no es tensa. Hubo un tiempo en que los periodistas que acudían a la regata eran tratados por la seguridad como si fueran 'piratas del Caribe'. Ahora hay aplausos a su llegada y a su salida como reconocimiento a su labor institucional.

Además de sus salidas al mar, don Felipe tiene también su ruta de amigos que no suele compartir con la reina Letizia. Al menos así ha sido durante estos últimos años. Un grupo del que forman parte militares de carrera de la comisión naval de regatas de la Armadas y Jaime Anglada. En este caso, el cantautor y su mujer, que mantiene una buena relación con la consorte real, también comparten tardes noches en Son Vent.

placeholder Los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía y la reina emérita, en la cena del año pasado en Mallorca. (Limited Pictures)
Los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía y la reina emérita, en la cena del año pasado en Mallorca. (Limited Pictures)

Uno de los lugares habituales de cada verano, y que sorprende por su peculiaridad, es Nitos, un asador de pollos en la avenida Joan Miró que no forma parte del circuito de alta cocina. Algo más de diez euros por un menú que incluye patatas o pimientos fritos. Aseguran los que lo conocen que una vez que vas, repites. Se trata de un local de cuarenta metros cuadrados frecuentado por clientes locales y personajes como Kiril de Bulgaria, la infanta Cristina antes de ser erradicada de Marivent, Bonnie Tyler o Danny Daniel.

En contraposición a este bar de toda la vida sin pretensiones se encuentra Flanigan, en Puerto Portals, donde sí acude con la reina, las hijas y, el año pasado, también con doña Sofía. Y otro local que le gusta al monarca, como adelantaba Vanessa Sánchez en Vanitatis, es un chiringuito en Cala Major llamado Kokomo Surf Café. Se trata de un establecimiento pegado a la arena de la playa y que, tal como explica en su página web, “está inspirado en la canción de los 80 de los Beach Boys". El local está especializado en cócteles, bebidas naturales y una amplia carta de platos. De los gustos de doña Letizia, en cambio, nada se sabe.

Para Felipe VI, Mallorca ha sido el lugar donde pasaba sus veranos más felices. Llegó a la isla cuando tenía cinco años y desde esa fecha nunca faltó a su cita veraniega, en la que navegar era una de las principales actividades lúdicas de toda la familia real. La relación con el mar comenzó cuando tenía siete años en el club de mar de Calanova y en la clase optimist.

Rey Felipe VI
El redactor recomienda