El reencuentro de Felipe VI y Almeida tras faltar a la boda del alcalde: su plan deportivo

El Open de Madrid reúne a las más altas esferas en su recinto todos los años. Las noticias sobre los looks que llevan las invitadas o los personajes que han acudido a ver el tenis abundan. Pero, sin duda, la presencia más importante de esta edición se ha dado este sábado y es la del rey Felipe. El monarca ha disfrutado de un plan deportivo junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, después de ausentarse de su boda con Teresa Urquijo.

Como todos los años, el soberano de los españoles no ha querido perderse a Rafa Nadal sobre la pista de la competición madrileña. Felipe VI ha acudido a apoyar al mallorquín, que no se encuentra en plenas condiciones. Es un momento decisivo para el tenista, que planea retirarse tras este torneo. Un plan tan apetecible que Almeida tampoco ha querido desaprovechar la oportunidad.

Los dos han acudido en americana. El Rey ha optado por una de color azul, a juego con sus ojos, y unos vaqueros que le hacen bastante 'campechano'; y Martínez-Almeida, por una verde sobre un chaleco acolchado negro. Se les ha visto con mucha complicidad mientras comentaban las jugadas de Nadal desde la grada.

Ambos han compartido un rato agradable, a la par que tenso por lo que pasaba en la pista, después de que el Rey fuera la gran ausencia en su enlace el pasado 6 de abril. Y es que al casarse con Teresa, Almeida ha pasado a tener relación familiar con la Casa Real.

Juan Carlos y la abuela de la novia son primos segundos. De manera que sus descendientes son primos cuartos de la esposa del alcalde. Lo que convierte a Martínez-Almeida y Felipe VI en primos políticos muy lejanos.

Aunque la Corona no explicó el motivo de su falta, es cierto que ese sábado se celebraba la final de la Copa del Rey en Sevilla, un acontecimiento deportivo que siempre preside el monarca y que no se perdió en esta ocasión. Además, eran los últimos días de la infanta Sofía en España antes de volver al internado de Atlantic College de Gales donde estudia.

El que sí estuvo fue su padre, Juan Carlos, que además se convirtió en la sensación de la boda. El alcalde de Madrid levantó su copa y pidió un brindis por el emérito, que recibió un largo aplauso que emocionó a la reina Sofía y a las Infantas.