Meghan Markle replica su segundo vestido de novia para una noche muy Hollywood

Reaparición estelar y cumpliendo un sueño, o casi. La duquesa de Sussex asistió este jueves por la noche a los ESPY Awards, los premios del deporte estadounidense. Una cita para la que Meghan Markle replicó su segundo vestido de novia, luciendo un diseño muy aprecido a aquel icónico de Stella McCartney que tantos aplausos recibió en su momento.

Aunque con sutiles diferencias, no podemos evitar recordar aquella imagen del 19 de mayo de 2018, cuando tuvo lugar la recepción en Frogmore House, dentro de los terrenos de Windsor, para celebrar una recepción con unos cuantos elegidos.

Meghan, ya convertida en duquesa de Sussex, se había despojado del diseño de Givenchy que escogió para dar el 'sí quiero' al príncipe Harry y lo cambió por un diseño de líneas limpias con el que estaba muy guapa. Escote halter y espalda al aire eran las dos señas de identidas de aquel segundo vestido de novia que este jueves ha vuelto a rescatar.

Lo hacía, además, en una cita muy ambiciosa y en un sitio al que seguro le hubiera gustado ir en otras circunstancias. Hablamos del Dolby Theatre de Los Ángeles, el mismo sitio en el que, cada año, se entregan los premios Oscar. Pero era otro premio el que se entregaba y otro destinatario, ya que era su marido, el príncipe Harry, quien recibía el premio Pat Tillman de los ESPY Awards por su participación en los Juegos Invictus.

Y es que era una noche por y para el deporte, aunque con looks de gala. De hecho, Meghan Markle coincidió con una de sus íntimas amigas, Serena Williams, que llevaba diseño al que no le faltaba detalle, de corte sirena, con efecto escamas y plumas en la parte inferior. También, como la duquesa de Sussex, apostó con por el cuello halter.

Un detalle que, una vez más, vemos que favorecer muchísimo a la esposa del príncipe Harry. No queda claro quién firma este diseño, ya que algunos medios se lo otorgan a Oscar de la Renta, mientras que otros se lo atribuyen a Staud. De ser esta última opción, vemos que Meghan lo habría modificado ligeramente, ya que el escote del diseño original es más fluido que el lucido por la exactriz, más pegado al pecho.

Pero lo que es seguro es que es un corte y un patrón con el que Meghan Markle se siente muy cómoda y favorecida y solo ha cambiado ligeramente los complementos. Aquel 19 de mayo de 2018, lo combinó con aguamarinas que pertenecieron a Lady Di y se peinó con un moño efecto casual con el que creó tendencia. Para esta noche tan Hollywood, la duquesa de Sussex escogía unos sencillos pendientes de diamantes que lucían gracias a un recogido tipo bailarina muy limpio.

Tampoco renunció a ganar unos centímetros de altura y, en contraste con ese vestido blanco de inspiración nupcial, Meghan lució unas sandalias minimal de tiras negras, con altísimos tacones.

Fue una noche muy bonita para los duques de Sussex, no solo porque el príncipe Harry recogiera un premio -algo controvertido, por cierto-, sino porque les sirvió para reunirse con esos amigos que se han convertido en su red de apoyo en Estados Unidos, en esa nueva vida que ambos han abrazado sin mirar más atrás.