Tatiana Blatnik se sincera sobre el suicidio de su padre y su divorcio del príncipe Nicolás de Grecia: "Esta parte de mi vida personal está cerrada"

Ha pasado un año y medio desde que se anunciara la separación de Nicolás de Grecia Y Tatiana Blatnik. Y, aunque en los primeros meses solo llegaba un hermético silencio por parte de la venezolana, su vida se ha ido recolocando y ya se ha atrevido a hablar de sus asuntos personales. En la última entrevista, concedida a la edición helena de 'Vogue', Tatiana Blatnik se sincera sobre el suicidio de su padre y su divorcio, asegurando de éste que es una parte de su "vida personal que está cerrada".

Lo dice aludiendo a su decisión de haberse quedado en Grecia a pesar de que la relación con el príncipe, tercer hijo de los reyes Ana María y Constantino, se acabase hace un tiempo y él haya vuelto a casarse: "Quedarme fue el siguiente paso natural. Y lo sigue siendo. Amo Grecia y a la gente que me recibió con tanta generosidad. Ahora quiero devolver algo, honrar el amor, la aceptación y la inspiración que he recibido", dice en esta conversación.

Es verdad que no se adentra mucho en esta parte de su vida, pasando de puntillas por el divorcio y solo trayéndolo a la charla con la excusa de que es una de esas experiencias que han forjado su carácter: "He tenido momentos de soledad, momentos en los que no me sentía bien conmigo misma, cómoda con mi cuerpo. Pero cada experiencia, difícil o hermosa, me ha acercado a quien soy hoy. Y ahora me siento más fuerte, más tranquila y más agradecida que nunca", asegura.

En esas experiencias está la muerte de su padre, que decidió quitarse la vida cuando ella solo era una niña: "En un plano más personal, perder a mi padre a temprana edad por depresión dejó una huella imborrable. Es algo que te acompaña en silencio, moldea tu mundo interior y resurge de diferentes maneras con el tiempo". Tatiana se enteró de su muerte y los motivos cuando era una adolescente y tras haber estado seis años en un internado, dos hechos que han marcado su compromiso con la salud mental.

De ella, Tatiana ha hecho la base de su trabajo en Grecia, de donde no piensa moverse, por mucho que sus planes de futuro no hayan salido como esperaba hace 15 años, cuando daba el 'sí quiero' al príncipe Nicolás, en una boda que concentró a buena parte del Gotha, incluyendo a los ahora reyes Felipe y Letizia, la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina, esta última con Iñaki Urdangarin.

No es la primera vez que Tatiana habla de su divorcio con Nicolás de Grecia, pero siempre lo ha hecho de forma muy sutil y sin entrar en detalles de la ruptura, cuáles fueron los motivos de por qué terminaron su relación o su reacción al conocer que, solo unos meses después, su exmarido se casaba con Chrysi Vardinoyannis, amiga de la familia desde hacía años.

Y ese silencio se ha debido, sobre todo, al respeto que ha sentido siempre por los reyes Constantino y Ana María, a los que quería somo si fueran sus propios progenitores. De hecho, incluso después del anuncio de su separación, se dejó ver con su exsuegra en un acto público, quedando patente entonces el aprecio mutuo que hay entre las dos.

Y por respeto a ella principalmente, no ha ocultado en esta última entrevista, como tampoco lo hizo anteriormente, que el cambio de etapa vital no fue fácil, pero siempre desde la discreción, la misma que ha caracterizado su matrimonio y su vida royal, a la que no tuvo problema en decir adiós: "Una sonrisa puede ocultar mucho, pero también puede ser una forma de honrar el pasado mientras avanzamos con valentía hacia el futuro. Para mí, es un recordatorio de todo lo que he vivido y de toda la luz que aún me espera"