Lujo, moda y 'likes': la boda de Alexandre Arnault y la influencer Geraldine Guyot

París se vistió, más si cabe, de moda y estilo el pasado sábado 10 de julio. Se casaban en una ceremonia civil dos jóvenes de sobra conocidos en la alta sociedad francesa: él, Alexandre Arnault, el tercero de los cinco hijos de Bernard Arnault, propietario del conglomerado de lujo LVMH, y ella, Geraldine Guyot, una diseñadora de moda e influencer.

Tras más de dos décadas juntos, una relación estable y discreta y una boda con poca repercusión mediática, ahora han visto la luz las imágenes del enlace a través de los perfiles de Instagram de los propios novios, un evento donde, además del amor, el lujo, la moda y los 'likes' han sido protagonistas. Vamos a echarle un vistazo.

Pongámonos en antecedentes, Alexandre Arnault es el tercer hijo de Bernard Arnault, el primero que el magnate tuvo con Hélène Mercier-Arnault, su segunda y actual esposa. Con una fortuna que supera los 186.000 millones de euros, los Arnault, con el patriarca a la cabeza, se posicionan como una de las familias más ricas y con mayor patrimonio del planeta, empatados en el top con Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon.

Alexandre es, por tanto, uno de los herederos naturales del imperio creado por su padre, el archiconocido con las siglas LVMH, un conglomerado multinacional francés líder absoluto en el sector del lujo y propietario de más de 76 marcas de renombre como Louis Vuitton, Christian Dior, Givenchy, Sephora, Guerlain, Hublot o Tiffany & Co. Precisamente el novio, Alexandre, con solo 29 años es el vicepresidente ejecutivo de esta emblemática joyería desde el pasado enero.

Turno para conocer a la novia. Fundadora de la firma D’Estrëe, una marca francesa especializada en accesorios, diseñadora e influencer, Geraldine Guyot arrastra un historial de looks impecables alabados por la jet set parisina.

La elección para dar vida y crear el vestido de sus sueños no fue producto del azar, ni mucho menos de la casualidad. Un encargo de lo más especial que recayó en manos de Jonathan W. Anderson, el director creativo de Loewe, la casa de origen español parte también de LVMH. Guyot confió así en el diseñador británico para que diera forma a un estilismo de novia con un marcado sabor francés gracias a un vestido de aires románticos.

Favorecida, muy guapa y natural, Geraldine llevó un traje en blanco roto con efecto satinado de silueta recta, el cuello redondo, manga larga ligeramente abullonada en los hombros y acampanada en los puños, corte en la cintura, largo tobillero y repleto de aplicaciones florales.

Una coleta baja decorada también con flores naturales, un pequeño ramo de color blanco y unas sandalias de tacón medio con un diseño geométrico en la pala pusieron el broche de oro a su look nupcial, un atuendo perfecto y brillante para una boda civil de día de esa envergadura.