En el Duomo de Milán y con pantallas gigantes: los detalles del funeral de Berlusconi

Acompañado en todo momento por su familia, por sus más cercanos colaboradores y amigos, como la primera ministra Georgia Meloni, y por su novia, la diputada Marta Fascina, 53 años más joven que él. Así pasó sus últimos días Silvio Berlusconi en el hospital San Raffaele de Milán, antes de fallecer a los 86 años. El que fuera primer ministro italiano y magnate de los medios de comunicación y del fútbol había sido ingresado el pasado viernes, tres semanas después de recibir el alta tras pasar 44 días hospitalizado por una pulmonía, que se vio agravada por la leucemia que padecía desde hacía tiempo.

Tras la noticia del fallecimiento de Il Cavaliere, su mansión en Arcore, en la inmediaciones de Milán, se ha convertido en lugar de peregrinaje de numerosos simpatizantes, mientras las flores y objetos de recuerdo de sus seguidores se han ido acumulando en las puertas de la residencia de Berlusconi, donde se instaló la capilla ardiente. En un principio estaba previsto que esta se trasladara a la sede de su empresa Mediaset para que miles de personas pudieran darle su último adiós, pero finalmente no ha estado abierta al público por decisión de su familia, que ha alegado motivos de orden público.

Hoy, en una jornada que ha sido declarada de luto nacional como exige la ley italiana, se celebra su funeral de Estado en el Duomo de Milán, la catedral de la ciudad natal de Berlusconi, padre de cinco hijos que continúan con su legado, y desde la que forjó su imperio mediático y su prolífica carrera política.

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Está previsto que la misa comience a las tres de la tarde, oficiada por el arzobispo de Milán, monseñor Mario Delpini, ante la presencia de autoridades de la vida política, social y económica del país, encabezadas por el jefe del Estado, Sergio Mattarella, y por la siempre controvertida Giorgia Meloni, que lidera la coalición gubernamental de la que forma parte Forza Italia, el partido fundado por Berlusconi.

Horas antes, la presidencia del Consejo de Ministros disponía que "del 12 al 14 de junio las banderas nacionales y europeas ondeen a media asta en los edificios públicos de toda Italia y en los locales de las representaciones diplomáticas consulares italianas en el extranjero".

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Raquel Pérez

Durante la solemne ceremonia, el féretro será escoltado por seis carabinieri en uniforme de gala. Además, se instalarán pantallas gigantes para que quienes se encuentren fuera de la catedral puedan contemplar en directo el funeral a través de una señal de televisión que producirá, quién si no, Mediaset. En el interior, se calcula que puede haber unas dos mil personas.

A la espera de la confirmación definitiva de los dignatarios que estén presentes en las exequias fúnebres, a petición de la presidenta Ursula von der Leyen, el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, representará a la Comisión Europea en el funeral de Silvio Berlusconi. Von der Leyen se encuentra de gira por América Latina y no podrá asistir al funeral.

El último adiós a Berlusconi, que llegó a ser condenado a cuatro años de prisión por fraude fiscal aunque no llegó a entrar, marca el final de una época de la historia de Italia, ya que cambió la manera de hacer política, pero también dejó su huella en el mundo empresarial, de la comunicación y el deporte, durante las largas décadas que protagonizó la vida del país transalpino.