Bicis sin frenos, ¿una moda peligrosa?
Las bicis de piñón fijo tienen su origen en 1880 y, aunque prácticamente desaparecieron al poco de nacer, se resistieron a su total extinción gracias a los velocistas
Las bicis de piñón fijo tienen su origen en 1880 y, aunque prácticamente desaparecieron al poco de nacer, se resistieron a su total extinción gracias a los velocistas (que siempre se han percatado de la ligereza y de la rapidez de estos artilugios) y a los icónicos mensajeros y repartidores de Nueva York.
Fue algún grupo de románticos los que empezaron a utilizarlas como medio de transporte urbano. Enamorados de sus cuadros de acero de tubos finos y sus estrechos manillares de formas poco usuales han ido poblando en los últimos años ciudades americanas como Nueva York y San Francisco o europeas como Londres y Barcelona hasta haberse convertido en auténticos iconos hipster.
A la hora de conducirlas lo que más cuesta es acostumbrarse a no tener frenos manuales, ya que se paran ejerciendo resistencia con las piernas en los pedales,aunque han surgido modelos con freno delantero que evitan más de un accidente.
Cuando las montamos por primera vez, lo que más desconcierta es que no podemos ir en punto muerto cuando llegamos a una cierta velocidad. Esta bici no nos lo permite. Aunque en un principio provoca una rara sensación, en un par de semanas uno se habitúa completamente.
POR SU CARA BONITA
Además de reconocerlas fácilmente por sus líneas simples y la falta de cables o piñonesextra, lo más de lo más es que tengan ruedas y/o cubiertas de colores: rosa, verde, azul, rojo, amarillo, blanco, violeta… Y, para los que desean rizar el rizo, ya se ven multitud de estos velocípedos con una rueda de cada color, con el cuadro transparente (la Clarity Bike)… ¡o con manillares de madera!Están diseñados por Gabriel Corchero Studio (39,95 €) y -sin duda-darán un toque de lo más especial y sostenible a nuestra bici.
A pesar de que se podría pensar que son económicas por tener menos material (no hay freno de reverso, desviadores, palancas de cambio ni piñones suplementarios… ¡incluso la cadena es más corta!), las fixiesson auténticos objetos de culto. O sea, que o te la fabricas tú mismo (si te van los tornillos, alicates y llaves inglesas no es tan difícil) o estás dispuesto a dejarte fácilmente unos 1.000 euracos en las más chulas. Afortunadamente, hay algunas versiones económicas (alrededor de los 300 €) si acudes a sitios especializados como SANTAFIXIE (la primera tienda online de Europa de bicicletas fixie) o IN BICYCLE WE TRUST(un concesionario de bicis de diseño).
SOLO PARA FIXIES
Sin duda, los usuarios de estas bicis se convierten en auténticos fans de las mismas. Por eso ya se pueden realizar cronoescaladas para piñones fijos como la Criterium Gijón (preparan ya la quinta edición) o la Tibidabo Hill Climb, que ya ha se ha celebrado en dos ocasiones en Barcelona.
Incluso la moda de las tiendas efímeras ha llegado a las dos ruedas más ‘retro’, prueba de ello es la popup Tokyobike en la que podrás ver (y probar) las bicis. Estará funcionando de enero a marzo, en el barcelonés Espacio 88, donde se encuentra el Skye Coffee Co, que abre de lunes a viernes de 9.00 a 13.30 horas. Y es que Tokyo Bike es una de las tiendas míticas dedicadas a las fixies en Londres, cuna europea del movimiento del piñón fijo.
¿SON LEGALES?
Pues, curiosamente, podrían multarnos si el guardia urbano de turno cumple la ley a rajatabla. El Reglamento General de Vehículos dice en su artículo 22 que “los ciclos, para poder circular, deberán disponer de un sistema adecuado de frenado que actúe sobre las ruedas delanteras y traseras”.
Las bicis de piñón fijo tienen su origen en 1880 y, aunque prácticamente desaparecieron al poco de nacer, se resistieron a su total extinción gracias a los velocistas (que siempre se han percatado de la ligereza y de la rapidez de estos artilugios) y a los icónicos mensajeros y repartidores de Nueva York.