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Sola en casa: estas son las reglas 'deco' para chicas que disfrutan de su soltería
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Sola en casa: estas son las reglas 'deco' para chicas que disfrutan de su soltería

¿Estudio o apartamento? ¿En propiedad o en alquiler? Resolver con maestría la decoración de un piso de soltera es posible. Vanitatis recopila las tendencias de moda de esta primavera

Uno de cada cuatro hogares españoles –más de 4,5 millones– está habitado por una sola persona. La nada desdeñable cifra, recogida por del Instituto Nacional de Estadísica (INE) en 2015, va en aumento y sitúa a nuestro país bastante por debajo de socios comunitarios como Suecia o Dinamarca. Según el informe del INE, el grueso de solteros patrios está compuesto por hombres menores de 65 años (algo más de 1,6 millones), siendo las mujeres, categorizadas por debajo de este rango de edad (cerca de 1,8 millones), las que viven en soledad. Sea por elección o no. Tanto es así que solo el 1,3% de las féminas con una edad por debajo de los 25 se plantean una vida en solitario. No todas pueden, ya que uno de cada tres jóvenes de entre 25 y 35 años todavía no se ha independizado.

Para aquellas (muchas) excepciones que confirman la regla también hay una 'deco' donde la estética se convierte en algo fundamental. Otorgar a los espacios el aspecto femenino necesario –sin caer en lo cursi– es fundamental. En cualquier piso de soltera, sea de alquiler o no, deben 'convivir' diversos elementos que inviten a pensar que en él vive una mujer: desde la utilización de flores naturales a colores vivos, pasando por los jarrones y detalles con personalidad.

Alquilar pisos vacíos puede suponer un buen comienzo ya que el universo de posibilidades se torna infinito. Estancias como el salón o la habitación de un estudio o apartamento deben convertirse en los espacios estrella de la casa. De la vivienda de cualquier 'reina de Saba'. Apostar por una decoración de líneas sobrias o de apariencia barroca depende del gusto. Aunque se convierte en imprescindible habilitar una zona de trabajo y, si se dispone del espacio suficiente, contar con un lustroso vestidor o, al menos, con unos sistemas de almacenaje de ropa que permitan guardar a buen recaudo todas aquellas prendas imprescindibles de esta primavera.

Los siempre necesarios detalles coloristas vendrán con los complementos decorativos. Esta idea debería inspirar la decoración de la sala de estar; donde los muebles de diferentes estilos y procedencias habrían de guiar todo planteamiento inicial. Si no se cuenta con demasiados metros cuadrados, lo fundamental es apostar por paredes de colores claros, inclusive por los blancos, para aumentar la sensación visual de aumento de espacio.

Con respecto al color del mobiliario, lo mejor es mezclar: desde grises con colores mostaza pasando por el azul –la modalidad 'Serenity' elegida por Pantone como el color oficial de 2016– pueden llegar a ser grandes hitos decorativos. Elementos como mantas, 'plaids' o cojines de estampados geométricos se convertirán en piezas alegres capaces de 'animar' cualquier estancia luminosa. Como las ventanas, a cuyos pies deberían levantarse verdaderos jardines de interior que aporten la nota 'eco'.

¿Y con la habitación? Jugar con un estilo similar al del salón en el dormitorio no es tarea menor. Aunque hacerlo sin que parezcan habitaciones fotocopiadas es posible. En el color de las paredes está el truco. Tonos como el azul aguamarina o los inapreciables colores crema son solo dos de las gamas necesarias para dar cierta frescura a la estancia. Respecto a los muebles, nada como elegirlos fabricados en madera de roble o haya. Cabeceros forrados (con o sin capitoné) son sinónimo de atemporalidad y de buen gusto. El mismo que ha de mover la conciencia ('deco') de la propietaria y los invitados a un piso de soltera.

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Uno de cada cuatro hogares españoles –más de 4,5 millones– está habitado por una sola persona. La nada desdeñable cifra, recogida por del Instituto Nacional de Estadísica (INE) en 2015, va en aumento y sitúa a nuestro país bastante por debajo de socios comunitarios como Suecia o Dinamarca. Según el informe del INE, el grueso de solteros patrios está compuesto por hombres menores de 65 años (algo más de 1,6 millones), siendo las mujeres, categorizadas por debajo de este rango de edad (cerca de 1,8 millones), las que viven en soledad. Sea por elección o no. Tanto es así que solo el 1,3% de las féminas con una edad por debajo de los 25 se plantean una vida en solitario. No todas pueden, ya que uno de cada tres jóvenes de entre 25 y 35 años todavía no se ha independizado.

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