Es noticia
Menú
Guía de estilo: cómo encontrar el perfecto traje de novio
  1. Estilo
bodas

Guía de estilo: cómo encontrar el perfecto traje de novio

¿Un tres piezas, un chaqué o un esmoquin? La indumentaria perfecta para ellos también existe. Y se hace a medida. Como las bodas. ¿Será 'hipster'? Tenemos un traje para ti

Encontrar el perfecto traje de novio puntúa. Y para nota. Para superar la prueba con éxito –amén del pertinente 'sí quiero'– existen tres coordenadas a tener en cuenta: la hora a la que se celebrará la ceremonia, no tender al disfraz y, sobre todo, que el estilismo elegido se ajuste al estilo del (futuro) esposo. Pasar por la vicaría se convierte en la ocasión perfecta para optar por la sastrería a medida. La ocasión lo merece y el resultado final ha de ser tan impoluto como el vestido de la novia. Ellos también son los protagonistas y, además, podrán sacarle partido a posteriori a la prenda que lucieron en tan señalada fecha.

1. El chaqué

Levita, chaleco o pantalón. O lo que es lo mismo: el trinomio perfecto e indisoluble para una boda de día celebrada antes de las 18.00 horas o de la caída del sol tanto en un espacio de interior como de exterior. "Existen tres opciones que triunfan entre los novios: desde el chaqué clásico con levita negra, pantalón de rayas grises y negras y chaleco, pasando por el modelo 'Prince Charles' donde estas tres piezas están confeccionadas con tela gris, hasta llegar a la propuesta Mansolutely con levita y pantalón en azul marino y chaleco con estampado de cuadros", aseguran desde Mansolutely a este medio.

Jugar con diferentes telas y texturas ayudará al novio a darle el giro necesario a una indumentaria, 'per se' algo encorsetada. Además, para esta firma de sastrería a medida 'online' es preciso tener en cuenta algunos consejos para lucirlo perfectamente: "La mejor opción es elegir un chaleco cruzado, una camisa blanca con puño doble, un pañuelo de bolsillo del mismo color, unos tirantes con abrazaderas de cuero y una corbata que no supere los 7-8 centímetros en su parte más ancha".

2. El traje clásico (y con doble botonadura)

El de corte sastre, el que utilizan los hombres de negocios a diario. Si entre las preferencias de futuro esposo está lucir una americana de botonadura simple, resulta imprescindible añadirle un chaleco, precisamente para diferenciarse de los 'looks' de oficina. Si la elección de este tres piezas no va con él, cabría valorar un estilismo compuesto por un 'blazer' cruzado y sin chaleco. Además, estas opciones resultan igualmente válidas para bodas de mañana o tarde y en sus vertientes civil o religiosa.

"A la hora de escoger un traje de ceremonia, lo aconsejable es huir del negro y decantarse por el azul marino". Así tercia Juan Avellaneda, director creativo de la firma de moda masculina Avellaneda, para quien la elección de cualquier indumentaria debería tener la camisa blanca como punto de partida.

Da igual la variante (simple o de doble botonadura): para Avellaneda existen tres normas capaces de marcar el estilo y la elegancia del contrayente: "Hay que huir de los tejidos con apariencia tornasolada, la corbata y el pañuelo de bolsillo deben encajar sin ser exactamente iguales y, sobre todo, se debe vigilar que el traje no se arrugue con facilidad; de ser así, no es el adecuado", puntualiza.

3. ¿Playero o 'hipster'?

Ser el protagonista de una ceremonia en un enclave poco habitual también tiene sus códigos. Razón de más para romper con los prototipos establecidos y ajustar el estilismo a la localización donde se celebren las nupcias. Bodas de aires camperos, con ligeros (y fotocopiados) detalles 'hipsters' o celebraciones playeras; en ellas (casi) todo vale. Incluso darle un giro a un estilismo indicado para cualquier tipo de ceremonia y en cualquier franja horaria del día.

"Para las bodas de playa o celebradas en países muy calurosos, lo recomendable es hacer un traje de lino a medida", apunta Avellaneda. Tejidos livianos como el algodón también pueden resultar todo un acierto. Aunque si la opción es hacer una boda eminentemente 'hipster', lo mejor es elegir tejidos con cierto contraste y lejos de los patrones habituales. "En este tipo de ocasiones, por ejemplo, las camisas pueden tener un estampado geométrico muy sutil y se puede hacer de la pajarita el accesorio estrella del 'look'", sostienen desde Mansolutely.

4. El esmoquin

¿Una boda con un punto 'vintage' y sofisticado? El radio de acción de esta indumentaria masculina se circunscribe para ceremonias muy concretas: aquellas que se celebran tras la caída del sol o después de las 18.00 horas. La elegancia masculina se escribe en negro y para un estilismo tan concreto se deben tener en cuenta algunos detalles. "El zapato negro y, a ser posible, acharolado". Juan Avellaneda lo tiene claro: "Hablamos de un 'look' reservado para ocasiones muy concretas; no se contempla al novio James Bond antes de las cinco de la tarde", apostilla.

Una opción que se deja seducir por tejidos como el terciopelo, que tiene diversos patrones para las solapas y que también coquetea con sus opciones simples y de doble botonadura para sus 'blazers'. "Este estilismo se puede combinar con una camisa de plastrón plisado en el frontal para lograr ese aspecto propio de las fiestas de los años 20", aseguran desde Mansolutely. Un 'look' en el que cabe un pañuelo en el bolsillo en sus variantes de lino y seda. Y, cómo no, la protagonista indiscutible es la pajarita.

¿Tienes un dispositivo móvil iOS o Android? Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas nuestros consejos de moda, belleza y estilo de vida. Para iOS, pincha aquí, y para Android, aquí.

Encontrar el perfecto traje de novio puntúa. Y para nota. Para superar la prueba con éxito –amén del pertinente 'sí quiero'– existen tres coordenadas a tener en cuenta: la hora a la que se celebrará la ceremonia, no tender al disfraz y, sobre todo, que el estilismo elegido se ajuste al estilo del (futuro) esposo. Pasar por la vicaría se convierte en la ocasión perfecta para optar por la sastrería a medida. La ocasión lo merece y el resultado final ha de ser tan impoluto como el vestido de la novia. Ellos también son los protagonistas y, además, podrán sacarle partido a posteriori a la prenda que lucieron en tan señalada fecha.