Heritage: el nuevo hotel de lujo que va a llenar Madrid de elegancia y glamour

Huérfanos de Ritz, que está cerrado por reformas hasta próxima orden y reapertura que será gloriosa, y con la cabeza siempre puesta a descansar en el Gran Meliá Palacio de los Duques, el Santo Mauro, el Orfila, el Urso o el Villa Magna, nos hemos rendido ahora a los encantos del que promete ser el hotel más glamuroso del foro, después de que el interiorista Lorenzo Castillo, siempre tan exquisito, haya estampado su firma por todos sus rincones y de que el chef con estrella Mario Sandoval haya hecho lo propio con la suya, en el restaurante donde aroma se escribe, atención, con h. Estamos ante un espacio muy de alfombra roja por donde sobre todo habrá de desfilar -ya lo vemos venir- una elegancia de cine. Nos colamos en el Heritage Madrid Hotel. Llevamos tacón de aguja en los pies.

5 estrellas + 2

A las cinco estrellas que le corresponden por su nivel en el cielo de la hostelería hay que sumar las de Sandoval en el restaurante Haroma, que son otras dos, estas en la bóveda celeste Michelin. El resultado: siete esferas luminosas para sentirse precisamente una de ellas, en plan Ava Gardner o tal vez Amal (Clooney). Divinas (o divinos) como las que más. Solo hay que traspasar el umbral de este edificio tan cabal construido en los locos años de la Belle Époque y dejarse envolver por la majestuosidad que le ha imprimido ese otro loco (de las antigüedades y la decoración) que es Lorenzo Castillo. El hotel no podía ser más real, de realeza; de hecho, Carlos III es quien preside el hall desde un lienzo de la primera época de Mengs. Porque, por lo demás, parece un sueño. Seguimos.

Urbano, cosmopolita y ¡atemporal!

Al Heritage lo encontramos en la calle Diego de León, en medio de una de las zonas más elegantes y exclusivas de la capital (barrio de Salamanca), que le viene como anillo al dedo, ajeno a las modas y presumiendo de espíritu (y cuerpo) atemporal. O lo que es lo mismo, inclinado maravillosamente del lado de lo clásico y jugando con los mármoles policromados, los papeles pintados a mano según técnica francesa del siglo XVIII, cortinas bordadas con pasamanería o maderas lacadas, para después ponerse serio con una soberbia colección de antigüedades y obras de arte europeas de los siglos XVIII y XIX. Tiene mucho de villa romana: no falta un torso de estilo neoclásico a la entrada, junto al rey que fue el mejor alcalde de Madrid, ni una chimenea de mármol verde de 1830 sobre la que se apoya un reloj estilo Luis XVI.

Dormir (y soñar) como un rey

Hay para elegir 46 habitaciones: 22 superiores, ocho dobles clásicas, siete junior suites, dos suite deluxe y una adaptada para personas con movilidad reducida; todas con muebles de época. La exclusividad está servida. Más todavía cuando uno sale al patio en la planta baja, entre el restaurante y el hall, el lugar de las copas, las tertulias y el café; se refugia en El Bar, al amparo de dos terrazas exteriores, llenitas de flores y plantas, con dos coquetas fuentes francesas del XIX y las balaustradas originales del edificio, en la séptima planta, donde los cócteles; o huye más aún del mundanal ruido y encuentra amparo en la Azotea, todo un rincón secreto, con tumbonas, zona chill out, servicio de bar, ducha solárium y las siempre benditas vistas de Madrid.

Dónde: Diego León 43. Madrid.

Precio: desde 240 euros.

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