¿Llevas extensiones de pestañas? Así lograrás que duren más tiempo

Despertarse cada mañana, mirarse al espejo y ver que tienes los ojos más expresivos del mundo, esa realidad maravillosa que se experimenta cuando llevas extensiones de pestañas. El éxito de este tratamiento es tal que, en plena pandemia, cuando los centros de estética comenzaron a abrir su agenda, fueron el pedido más repetido.

Este efecto ojazos que cuenta con seductores beneficios como la total ausencia de necesidad de máscara de pestañas, pudiéndose extender el efecto a una libertad total del maquillaje de ojos, cuenta también con aspectos negativos y precauciones que tener en cuenta. De entrada, conviene aclarar una cosa: aunque su duración no es equiparable con la de las pestañas postizas, se limita a un máximo de seis semanas. Eso sí, el tiempo y el estado no será igual para todo el mundo.

En su día, Stefanía Ospina, de los centros Twentynails, nos aseguraba que el ciclo de vida de las pestañas es precisamente de 6 semanas. A partir de ese momento, nuestra pestaña natural se renueva. Para lograr que las extensiones de pestañas duren hasta un mes y medio es necesario seguir prácticas recomendadas, evitar ciertos comportamientos y, sobre todo, mantener una rutina de cuidados diarios.

1. La higiene es un aspecto clave en el mantenimiento de las extensiones de pestañas, no olvidemos que su función es la de evitar que entren partículas en el ojo que puedan dañarlo. Del mismo modo que lavamos a diario nuestro cuerpo, el hecho de llevar extensiones no nos exime de limpiarlas. Incluso existe un protocolo indicado para hacerlo: “Deben lavarse siempre con cepillitos y de arriba a abajo, frotando la pestaña sin miedo, pero no tirando de ella, pues podemos perderlas. A continuación, se aclaran con agua tibia utilizando algodones desmaquillantes. Para secarlas, basta con ligeros golpecitos con una toallita, eso sí, nunca sobre los ojos”, detalla Stefanía Ospina.

Además, para que esta higiene sea aún más exhaustiva y delicada, desde Twentynails recomiendan usar champús en espuma formulados sin aceites, ni alcohol para no irritar y que, gracias a los prebióticos y antibacterianos, no solo limpian la zona, sino que contribuyen a condicionarla.

2. Más allá de la higiene, existen prácticas a evitar que aceleran la caída de las extensiones. Por ejemplo, las máscaras waterproof no son una buena idea. Este tipo de cosméticos se adhieren al pelo, resultan más complicados de retirar pudiendo incluso dañar le pelo natural o despegando la extensión y además es bastante frecuente que dejen residuos. Gracias al grosor, el volumen y la oscuridad de las extensiones, apenas es necesario utilizar máscara de pestañas, así que casi es preferible que las dejes al natural.

También se debe tener en cuenta que el sudor propio de las altas temperaturas o de la práctica de deporte también dificulta la duración de la extensión, según señala Stefanía Ospina: “En verano, debemos tener cuidado en las piscinas, la playa y con el sudor que cae por la frente”, apunta. Existe un completo manual de cuidado de las extensiones de pestañas en entornos como la playa, desde evitar el agua en las primeras 24 horas tras su aplicación, huir de productos oleosos típicos como protectores solares o mantener las pestañas hidratadas para que no se resequen y se caigan.

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Un plan B muy efectivo y que también aporta pestañazas durante un tiempo prolongado son los sérums crecepestañas, que pueden contribuir a que se encuentren en mejores condiciones las pestañas naturales, estimulando entre otras cosas su flexibilidad o longitud. Eso sí, aquí también, evita los cosméticos de base oleosa.

Para no perder esa sensación de pestaña frondosa, se recomienda acudir a rellenarlas cada 3 semanas, de esta forma evitamos que se vean esas calvas que dejan un acabado desigual. De este modo, cuando pasen las seis semanas de duración, los rellenos habrán hecho que la pestaña no haya perdido ni su forma ni su grosor.

Lo que no debes hacer

Como señalábamos, tampoco se recomienda ducharse en las 24 horas posteriores a la aplicación y tratamiento de las pestañas. La explicación que nos ofrecían desde Twentynails es que el adhesivo con el que se fijan las pestañas tarda en secarse por completo. Tanto el agua como el vapor de la ducha pueden reblandecerlo y dificultar su adhesión.

Una práctica, casi reflejo, que acelera la caída de las pestañas es frotarse los ojos. La fricción hace que la extensión se despegue. Si estás habituada a llevar los ojos maquillados, esta prevención te resultará innecesaria, ya que estarás más que entrenada a no tocarte los ojos.

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Cuanto más volumen y más grosor tenga la extensión, con más facilidad caerá. Mentira, no hay una relación directa, Stefanía Ospina nos explica que sí existen algunas que pueden ser más indicadas para algunas personas que para otras, como por ejemplo las extensiones de pestañas Flat, que pesan menos y tienen también mucho volumen.