Máscaras de pestañas y tratamientos para cuidarlas, embellecerlas y hacerlas crecer
Tan cierto es que un sérum de pestañas puede hacerlas crecer como que una buena máscara puede levantarlas y abrir la mirada, solo hay que saber cómo y con qué hacerlo
El rápido ascenso de las extensiones de pestañas hace tan solo unos años se debía no solo a la comodidad de no tener que aplicar máscara cada día, sino al rápido cambio que el volumen, la curvatura, el color y la longitud de las pestañas ejercían en la mirada. Royals como la reina Letizia o Meghan Markle recurrieron a las extensiones para poder prescindir del maquillaje y abrir sus ojos. Esa es la magia de las pestañas, un sérum adecuado que acondicione a diario el pelo, una máscara con microfilamentos que aporten volumen, fórmulas hidratantes que hidraten y mejoren la flexibilidad o propiedades que conviertan al cosmético en resistente al sudor o las lágrimas.
El correcto cuidado de las pestañas resulta fundamental para que cumplan con su funcionamiento de proteger los ojos de agentes externos como el viento y las partículas que este pueda contener, la polución, la radiación solar o las bacterias.
Además, por supuesto, una pestaña sana siempre crecerá mejor. “El número de pestañas superiores oscila entre 150 y 200, dispuestas en 6 filas que crean una malla tupida. Las pestañas inferiores, por su parte, forman 4 filas y su número varía entre 75 y 80”, explica Teresa Climent, licenciada en farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé. Además, igual que ocurre con el cabello, las pestañas pasan por las tres fases: anágena (crecimiento), catágena (transición) y telógena (reposo antes de la caída).
“El ciclo de crecimiento de la pestaña, o fase anágena, suele durar un poco más de un mes, siendo el ciclo de crecimiento más corto de todos los pelos del cuerpo, pero su fase de reposo se alarga. En total, el ciclo capilar desde el nacimiento hasta la caída es de alrededor de 6 meses”, apunta la experta.
Novedades
La recién llegada al mundo de las máscaras de pestañas es la BADgal BANG! de Benefit, 28,99€ en Sephora, la reformulación de un clásico, que aporta una mayor duración (hasta 36 horas), además de resistencia al agua y un inmediato volumen, sustentado en las aeropartículas que se adhieren al pelo sin aportar peso. La otra parte innovadora es su goupillón, el Slimpact con el que acceder a las pestañas más cortas y complicadas es mucho más sencillo. Desde Benefit recomiendan aplicar capa sobre capa para conseguir un efecto más o menos potente.
Waterproof
Entramos en el terreno de las máscaras de pestañas más vendidas, famosas y virales con la versión Waterproof de la High Sky Sensational de Maybelline New York, 9,95€ en Amazon. Con diminutos filamentos que se adhieren al pelo para aumentar el volumen, una fórmula infusionada con bambú para aportar elasticidad a la máscara y el cepillo Flex Tower, de fórmula cónica y flexible con el que alcanzar todas las pestañas, el siguiente paso de la máscara más difícil de encontrar porque agota stock en cuestión de minutos era reforzar su resistencia al agua.
Longitud
Una de las cualidades más apreciadas a la hora de comprar una máscara de pestañas es lograr aumentar la longitud de estas. Al aplicar el color de la raíz hasta las puntas, la sensación de un pelo más largo se consigue con mucha naturalidad, el riesgo está en que la fórmula resulte demasiado engorrosa y la pestaña tome demasiado peso. La solución pasa por máscaras como la Giorgio Armani Eyes To Kill, 34,99€ en Sephora, cuyo estilizado goupillón permite trabajar sin problema de forma longitudinal, rematando con una segunda capa en las puntas.
Forma
Además del grosor del aplicador de la máscara, la forma del goupillón es determinante para depositar la cantidad precisa y poder adaptarse a la curvatura de las pestañas, ejerciendo un pequeño efecto lifting. Lash Idôle Waterproof de Lancôme, 28,99€ en Sephora, es un ejemplo de goupillón curvo de elastómero, que incorpora 125 tamaños de cerdas diferentes y 360 microcerdas para acceder a todas las pestañas y levantarlas, depositando la cantidad precisa de máscara. Su fórmula tipo gel aporta cobertura pero sin dejar la pestaña rígida ni pesada. El remate final es su larga duración de hasta 24 horas y residente al agua. Todo ello la ha convertido en la máscara de pestañas número 1 del mercado de lujo.
¿En busca de un volumen ultrapotente?
Quizá el campo más extenso, en parte por la demanda, en parte por la multiplicidad de acabados que se pueden lograr con cada diseño de empuñadura, brocha y fórmula es el de las máscaras de pestañas que aportan volumen. Sin necesidad de recurrir a tratamientos que trabajen a diario acondicionando el pelo para que sea más fuerte, grueso y alargado, las máscaras de pestañas de volumen oscurecen y engrosan logrando embellecer la pestaña y haciéndola más tupida.
Utilizada en los desfiles de la firma, la máscara Diorshow, 39,99€ en Sephora, consigue el efecto de volumen inmediato gracias a su fórmula con microfibras que engrosa y a la vez genera la sensación de una pestaña más larga, efecto pestañas postizas.
Con un extremo biselado para trabajar las pestañas más cortas y otro más grueso, el cepillo 4DAmplifier de la Caution Extreme Lash Mascara de Hourglass, 33,99€ en Sephora, es uno de los más efectivos para levantar las pestañas y potenciar la curvatura. Su fórmula ofrece también una opacidad con la que las pestañas quedan vestidas en una sola pasada, pero que admite aplicar más capas para aumentar en grosor y la longitud.
Por algo la Chubby Lash Fattening de Clinique, 24,99€ en Sephora, también se denomina de ‘volumen extremo’. Una de las máscaras de pestañas más famosas gracias a su cepillo grueso con el que aplicar una generosa -que no densa ni pesada- capa de producto en las pestañas, logrando que en una pasada el resultado sea de impacto y las pestañas parezcan multiplicarse.
Para conseguir el volumen que la ha convertido en una de las máscaras de pestañas más vendidas, la Perversion de Urban Decay, 30,99€ en Sephora, se apoya en su fórmula de triple pigmentación negra que maquilla el pelo en una sola pasada y en la combinación de aminoácidos, proteínas y extracto de miel para hidratar y dejar la pestaña flexible.
Tratamiento
Mucho antes del maquillaje, el grosor, la longitud o la fortaleza de las pestañas reside en realidad en el cuidado diario. Desmaquillarlas siempre con productos que permitan eliminar todos los residuos de una forma suave es el comienzo, pero tampoco se debe dejar de lado el tratamiento con ayuda de sérums de pestañas o aceites que permitan acondicionar el pelo. Ninguno de ellos ejercen un efecto mágico sino que ven sus frutos en el esfuerzo diario y en la paciencia.
En algo menos de tres meses, GrandeLASH-MD de Grande Cosmetics, a partir de 23,99€ en Sephora, consigue que las pestañas se vean más largas y fuertes gracias a su combinación de vitaminas, péptidos y aminoácidos que hidratan de raíz el pelo asentando su raíz. Su funcionamiento es sencillo, con ayuda de su pincel se dibuja un delineado invisible a ras de pestañas, con los ojos cerrados y dejando que se seque en unos segundos. Realizando este gesto cada noche, semana tras semana el embellecimiento de las pestañas es fácil de apreciar a simple vista.
Gleam Lashes, de Nost es un sérum para las pestañas, desarrollado por expertos en la ciencia cosmética y en tu mirada. Se aplica por las noches estimulando el crecimiento de nuevas pestañas, proporciona mayor longitud y volumen y fortalece evitando la caída. No contiene conservantes químicos (que suelen producir sensiblidad) y obtendrás resultados entre 6 y ocho semanas (96 euros).
El sérum regenerador de pestañas de Redenhair, 58€ en PromoFarma, mejora la densidad y la fortaleza con una fórmula vegana con principios activos como la biotina o el zinc, entre otros, que estimulan su crecimiento, así como la formación de creatina y colágeno.
Probablemente, el sérum para el crecimiento de las pestañas más conocido y premiado es el RevitaLash® Advanced, 130,99€ en PromoFarma, cuya fórmula patentada con péptidos e infusiones botánicas se desarrolló para estimular el crecimiento y reforzar las pestañas de los pacientes de cáncer que las habían perdido. La fórmula, aplicada del mismo modo que los anteriores sérums, semana tras semana protege la pestaña, mejora su flexibilidad y las fortalece, estimulando así su crecimiento. Su fórmula es perfectamente compatible con tratamientos como Aromasil ya que están desarrollados para pacientes con tratamientos oncológicos, que continúen con terapia hormonal o endocrina con tratamientos como tamoxifeno o aromasil
El revolucionario Amazonic Lash Treatment de Nuggela & Sulé, ahora 25,59€ en Amazon, funciona tanto de día como de noche a través de una doble fórmula. En uno de sus extremos se encuentra un sérum de pestañas tradicional, que se aplica a ras de estas y que actúa fortaleciendo e hidratando las pestañas a largo plazo, mientras que en el otro extremo una fórmula que puede utilizarse como una prebase de pestañas, generan un volumen instantáneo y mejora la adherencia de la máscara posterior. Al cabo de unas semanas, el resultado es el de unas pestañas más flexibles, elásticas e hidratadas.
Aceites para pestañas, infalible plan b
En el caso de que el formato de los sérums de pestañas no sea el más cómodo o se esté buscando una solución más sensorial, los aceites acondicionadores de las pestañas actúan como hidratantes instantáneos y a la vez nutren y fortalecen el pelo, pero lo hacen en un periodo de tiempo más largo.
El aceite de ricino ha sido durante años uno de los ingredientes favoritos para los acondicionadores de pestañas por su poder hidratante, de ahí que Ricinlash Aceite Reparador de las Pestañas, 13,55€ en PromoFarma, se sustente en él. Tampoco faltan la centella asiática o la caléndula para reforzar la labor hidratante y protectora que contribuyen a mejorar la elasticidad y el volumen.
También con aceite de ricino, encontramos el Eyelash Elixir Regenerador, 10,90€ en los centros de Sundara. Con ácidos grasos insaturados (ácido ricinoleico, el linoleico, el ácido esteárico y el ácido dihidroxiesteárico) hidrata y refuerza los folículos pilosos de las pestañas alargando el tiempo de crecimiento de estas y por tanto logrando que sean más largas. Su fórmula oleosa se aplica con ayuda de los dedos sobre las pestañas y utilizando una cantidad muy pequeña de producto.
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El rápido ascenso de las extensiones de pestañas hace tan solo unos años se debía no solo a la comodidad de no tener que aplicar máscara cada día, sino al rápido cambio que el volumen, la curvatura, el color y la longitud de las pestañas ejercían en la mirada. Royals como la reina Letizia o Meghan Markle recurrieron a las extensiones para poder prescindir del maquillaje y abrir sus ojos. Esa es la magia de las pestañas, un sérum adecuado que acondicione a diario el pelo, una máscara con microfilamentos que aporten volumen, fórmulas hidratantes que hidraten y mejoren la flexibilidad o propiedades que conviertan al cosmético en resistente al sudor o las lágrimas.