Productos para sacar lo mejor de tus cejas en casa como una experta
Te mostramos las herramientas fundamentales para enmarcar tu mirada
Las cejas tienen una utilidad biológica muy clara: sirven para proteger a los ojos de cualquier agente externo que los pueda irritar. Pero también son uno de los elementos con más movilidad y, por tanto, más expresivos de la cara. Por ejemplo, según un estudio realizado por Benefit Cosmetics, cuando se inclinan hacia abajo y se juntan, expresan enfado; si una se arquea un poco más que la otra, transmiten indiferencia; al elevarse todo lo que pueden, alejándose al máximo de los labios, muestran la sorpresa más absoluta o si su extremo final desciende, indica que nos sentimos tristes.
Quizá debido a esta gran expresividad unas cejas bien cuidadas son imprescindibles para tener un buen aspecto en general. Incluso ahora, cuando se llevan las cejas grandes, pobladas y con carácter, es imprescindible cuidar pequeños o grandes matices como llevarlas bien depiladas y con un aspecto uniforme. Estas son las herramientas ideales:
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2. Las pinzas para depilar las cejas de Tweezerman están consideradas unas de las mejores del mundo. La razón: tienen una punta biselada y el mango está diseñado para conseguir gran precisión (9,95 euros).
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5. Diorshow Bold Brow, de Dior, es una máscara de cejas que combina una fórmula que rellena y cuida las cejas y un cepillo que las cubre y las peina en un mismo gesto (28 euros).
6. El Eyebrow Renewing Serum, de M2 Beauté, estimula los folículos pilosos para que vuelvan a crecer (140 euros).
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A la hora de maquillarlas, se rellenan con un lápiz o maquillaje de cejas; hay que poner el tono más claro en la parte interior de la ceja, para que la mirada gane en luminosidad, y el más oscuro en el extremo final. Y peinarlas para que se mantengan en su sitio.
El paso fundamental para que estén perfectas es definir su forma. Para ello, hay que coger un lápiz o una brocha fina y larga, colocar uno de sus extremos a la altura de la punta de la nariz y el otro dirigido hacia la frente. En el punto en que se cruce con la ceja es donde debe comenzar; luego se inclina para trazar otra línea imaginaria que una la punta de la nariz con el extremo exterior del ojo y donde pase sobre la ceja es el punto máximo que tiene que alcanzar su cola. Su centro, es decir, el punto en el que puede ser más alta, tiene que estar situado exactamente encima del iris cuando miramos de frente.
Lo mejor es comenzar depilando la parte inferior de la ceja, para ir abriendo el ojo, tirando con suavidad en dirección al nacimiento del pelo, no a contrapelo. Para no dejar calvas, hay que ir uno a uno. Luego se hace lo mismo por encima, quitando los pelos que sobresalen, y por último, los que hay entre ambas cejas, sobre la nariz. Podemos ir un paso más allá asegurándonos de que el resto de los pelitos no son demasiado largos. Para eso, hay que peinarlas hacia arriba y cortar con unas tijeras especiales las que sobresalen. Y repetir el gesto peinándolas hacia abajo.
También puede ocurrir que las cejas estén excesivamente despobladas, bien por razones genéticas, por depilaciones excesivamente agresivas, por tratamientos médicos, etc. Para resolverlo hay tratamientos específicos que potencian el nacimiento del vello o protocolos que las redibujan. Uno de ellos es el microblading, se trata de un maquillaje semipermanente que comienza diseñando la ceja, para asegurar que la forma y el color es el adecuado, y luego se va dibujando pelo a pelo con unas agujas desechables especiales extremadamente finas.
Las cejas tienen una utilidad biológica muy clara: sirven para proteger a los ojos de cualquier agente externo que los pueda irritar. Pero también son uno de los elementos con más movilidad y, por tanto, más expresivos de la cara. Por ejemplo, según un estudio realizado por Benefit Cosmetics, cuando se inclinan hacia abajo y se juntan, expresan enfado; si una se arquea un poco más que la otra, transmiten indiferencia; al elevarse todo lo que pueden, alejándose al máximo de los labios, muestran la sorpresa más absoluta o si su extremo final desciende, indica que nos sentimos tristes.