Rica, ligera e ideal como prebase para pieles secas, ¿estamos ante la crema del otoño-invierno?
El frío hace necesario recurrir a las cremas ricas y fundentes, pero ¿y si eliminamos de la ecuación la sensación grasa?
Las pieles secas son siempre las más sensibles y las que antes reaccionan a las condiciones climatológicas, así que en cuanto el mercurio comienza a bajar y nuestra piel se ve sometida a los cambios bruscos de temperaturas propios del otoño y el invierno, encontrar una crema hidratante que evite que la piel pierda agua y refuerce su barrera se convierte en una necesidad primaria.
A menudo, este tipo de cremas ricas pueden resultar muy densas y dejar sobre la piel una sensación demasiado pesada y grasa. Las hidratantes tipo gel son una excelente opción, pero si te gustan las cremas untuosas y fundentes puede que la solución pase por convertirse no solo en tu crema hidratante, sino también en tu prebase de maquillaje de referencia.
Una de esas cremas que cumple con todo lo antes citado y que se ha convertido en un auténtico básico del cuidado de la piel en invierno es la Hydrating Face Cream de Bobbi Brown (54€), tan afamada que ha sido reformulada para dar con cremas hermanas gemelas que se adapten a otras pieles. Aunque se trata de una crema especialmente indicada para las pieles muy secas e incluso irritadas, se puede aplicar también en pieles grasas gracias a su fórmula sin aceites, que permite una hidratación profunda pero sin acabado oleoso.
Esto se debe a su mezcla de extracto de algas y al agua mineral enriquecida, encargados de aportar esa intensa sensación de hidratación de larga duración que la piel absorbe al instante. Aunque la piel queda muy iluminada, no se trata del brillo habitual de las cremas ricas, sino que la piel resplandece como consecuencia de la intensa hidratación. Casi hace las veces de tónico, al dejar la piel acondicionada, con un manto perfeccionador que la convierte incluso en una excelente prebase. Su poder tonificante se debe al hialuronato de sodio y a la trehalosa, que además dejan la superficie de la piel suave y aterciopelada.
Además de por su poder hidratante que no engrasa, otra de las propiedades por las que esta crema se recomienda a las pieles más secas es por su poder calmante. Al aplicarla sobre la piel, actúa como un bálsamo reparador que la reconforta al instante. El agua mineral enriquecida contiene interesantes nutrientes que mejoran no solo la textura de la piel, sino que ayudan a reforzar su protección, evitando la pérdida de agua y blindando el rostro ante las agresiones del día a día.
Sensorialmente, nada más entrar en contacto con ella, su untuosidad puede llevarte al error de creer que es demasiado densa, sin embargo, en cuanto comienzas a trabajarla por el rostro, se funde al momento con la piel, facilitando llegar a cualquier zona y sin dejar ningún tipo de sensación grasa. Ni siquiera en los dedos.
La piel queda vestida con una pátina de tersura e iluminación que sellan la superficie, ayudando a que cualquier cosmético que apliques a continuación se asiente al instante. Además, no es necesario tomar demasiada crema para esparcirla, con menos de una almendra es más que suficiente para cuello y rostro, aunque siempre dependerá de tu grado de sequedad.
Su cualidad para convertirla en la hidratante superheroína del invierno es su tamaño. A diferencia de otras cremas con pesados y frágiles botes, Hydrating Face Cream es de un plástico muy robusto que recuerda al vidrio y tiene el tamaño ideal para llevar en el bolso y replicar en el momento de dramática necesidad de hidratación. Si prefieres otras fórmulas o tu piel es más grasa, la Vitamin Enriched Faced Base (54€) con manteca de karité y vitaminas B, C y E se ha convertido en otro bestseller por su intenso poder nutritivo que le permite también actuar como primer de la base de maquillaje.
Un fichaje beauty de la temporada otoño-invierno.
Las pieles secas son siempre las más sensibles y las que antes reaccionan a las condiciones climatológicas, así que en cuanto el mercurio comienza a bajar y nuestra piel se ve sometida a los cambios bruscos de temperaturas propios del otoño y el invierno, encontrar una crema hidratante que evite que la piel pierda agua y refuerce su barrera se convierte en una necesidad primaria.