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Melanoma y fotoprotección: desterramos los mitos y leyendas
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Melanoma y fotoprotección: desterramos los mitos y leyendas

Te contamos todo lo que tienes que saber para que el sol no sea el enemigo de tu piel este verano, ¡ni el resto del año!

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Cuando llega el verano las ansias por lucir un bronceado uniforme y perfecto van en aumento. La piel pide a gritos ese chute de energía y vitamina D que le proporciona un buen baño de sol y que consigue que comiences a lucir ese tono dorado tan favorecedor.

Pero es importante recordar, más aún durante estos meses, que tomar el sol, además de ser uno de los placeres indiscutibles del verano, es también un potencial peligro para la salud. Puede provocar quemaduras, fotosensibilidad, dermatitis por reacción a la luz… Y a la larga potenciar el envejecimiento cutáneo, debilitar nuestro sistema inmunitario e incluso, en el peor de los casos, provocar lesiones cutáneas cancerosas como el temido melanoma.

Es fundamental tener unos hábitos correctos a la hora de exponerte al sol, como por ejemplo evitar las horas de mayor radiación (entre las 12:00 y las 16:00). Pero si hay algo crucial a la hora de tomar el sol de manera inteligente y segura, es el uso (adecuado) de fotoprotectores. Sin embargo, la sabiduría popular, que a veces no es tan sabia, es proclive a popularizar ciertas creencias erróneas sobre su utilización que pueden hacer peligrar tu bronceado, y, sobre todo, pueden causar estragos en la salud de tu piel tan graves como el melanoma.

Pero ¿qué es realmente el melanoma? Esa sabiduría popular de la que hablamos tiende a minimizar la importancia del melanoma, primer error, ya que el melanoma es un cáncer con mayúsculas, de hecho, es el cáncer de piel más agresivo y peligroso que existe.

Se trata de un tumor maligno originado en los melanocitos (las células encargadas de dar el tono a la piel) y, junto a la predisposición genética, la principal causa de su aparición es una excesiva e inadecuada exposición al sol. De hecho, según la Doctora Aurora Garre, Medical Marketig Manager en los laboratorios de dermocosmética ISDIN, ‘las quemaduras solares, sobre todo en la infancia, son uno de los mayores factores de riesgo para la aparición del melanoma’.

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Foto: Istockphoto.

Utilizar fotoprotectores de una manera adecuada es, no solo recomendable, sino imprescindible para proteger tu piel, tanto de las fastidiosas quemaduras solares, como del preocupante melanoma. Pero para que esta protección sea efectiva es clave tener claro cómo hacer un buen uso de ellos, más allá de los mitos y leyendas que les rodean y que ahora vamos a desmentir… O a afirmar ¡Atentas!

1. Solamente es necesario emplear fotoprotector en verano. FALSO

Aunque es cierto que la intensidad de la radiación UVB es menor en el resto de estaciones, los efectos nocivos de la radiación UVA son estables a lo largo del año y también acumulativos. Es fundamental emplear fotoprotección cada vez que te expongas al sol, sea el momento del año que sea, especialmente en los momentos del día de mayor radiación, en lugares con alta incidencia, como localizaciones altas, o cuando hay al rededor elementos que reflejen la luz solar como el agua, la arena, el césped o la nieve.

2. Las pieles jóvenes no necesitan tanta protección. FALSO

Los efectos del sol son nocivos en la piel, tenga la edad que tenga. Las pieles jóvenes pueden encontrar en los fotoprotectores la mejor arma para prevenir el fotoenvejecimiento prematuro o incluso patologías más graves como lesiones cutáneas precancerosas o cancerosas como el melanoma.

3. Una sola aplicación diaria es suficiente para proteger la piel. FALSO

El efecto del fotoprotector no es, ni de lejos, eterno. De hecho, los expertos recomiendan repetir su aplicación cada dos horas y siempre en la cantidad adecuada. No es necesario que sobre, pero es imprescindible que no falte.

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Foto: Istockphoto.

La cantidad recomendada es de 2 mg de producto por cm² de piel. Sabemos que es complicado calcular esta medida, pero para acertar os recomendamos usar la regla de los dos dedos:

-Dos dedos de protector solar en el rostro.
-Dos dedos en cada brazo
-Dos dedos en cada pierna
-Cuatro dedos en el torso
-Cuatro dedos en la espalda.

4. Las protecciones SPF 50 solo son adecuadas para los niños. FALSO

Las pieles infantiles, más delicadas y frágiles que las maduras, sin duda necesitan un factor de protección SPF 50. Pero este factor no solo también es adecuado para el resto de pieles, sino que es el más recomendable. Capaz de bloquear hasta el 98% de la radiación UVB, están indicados para cualquier tipo de piel y no, no te preocupes, alcanzarás el mismo bronceado que con factores más bajos, pero tu piel estará más protegida contra los efectos adversos del sol.

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Foto: Istockphoto.

5. Es importante seguir cuidando la piel tras tomar el sol. VERDADERO

Por muy placentero que resulte, tomar el sol es una agresión directa a la piel. Por eso es importante que, tras hacerlo, la tratemos con productos específicos ‘after-sun’. Te ayudarán a restablecer sus niveles de hidratación, aliviar la inflamación de la piel producida por el sol, bajar su temperatura y además podrás mantener tu bronceado saludable y uniforme por más tiempo, ya que estos productos también evitan la descamación producida por las posibles quemaduras.

6. En interiores no es necesario usar protección solar. FALSO

Otro de los grandes mitos, ‘la radiación UVA no traspasa los cristales’, error. Este tipo de radiación si puede penetrar a través del cristal y topar de frente con tu piel. Por eso es básico utilizar un fotoprotector a diario, sobre todo en el rostro, aunque no vayas a recibir de manera directa los rayos del sol.

7. Es necesario hacerse revisiones dermatológicas, aunque no tengas lunares. VERDADERO

¿Sabías que el 90 % de los cánceres de piel pueden curarse si se detectan a tiempo? Esta es una razón suficiente para cerrar cita con tu dermatólogo al menos una vez al año. Pero además, estas revisiones son el mejor método para seguir la evolución de las marcas de la piel y de los temidos lunares. Ellos son los signos de alarma más visibles de un posible melanoma y siguiendo este ABCDE sabrás cuándo pasa a ser urgente tu visita al dermatólogo:


Asimetría; lunares no redondeados
Bordes; lunares con bordes irregulares
Color; lunares no homogéneos con distintos tonos
Diámetro; lunares con más de 6 mm de diámetro
Evolución; cualquiera de las anteriores características que presente variaciones en el tiempo.


Y ahora que por fin has desterrado los mitos y leyendas sobre la fotoprotección, ha llegado la hora de disfrutar del sol sin miedo, pero con responsabilidad. Solo tienes que elegir el tipo, textura y características de tu fotoprotector y convertirlo en tu compañero inseparable este verano. Será todo lo que necesites para conseguir un bronceado ideal y ¡saludable!

Cuando llega el verano las ansias por lucir un bronceado uniforme y perfecto van en aumento. La piel pide a gritos ese chute de energía y vitamina D que le proporciona un buen baño de sol y que consigue que comiences a lucir ese tono dorado tan favorecedor.

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