"Los productos que utilizo para mi melena y la tengo genial", la directora de Belleza dixit

Cuando yo tenía unos veinte años, un amigo del chico con el que salía le dijo un día a este: "Si a Cristina le quitaras el pelo, no valdría nada". No voy a entrar en una conversación sobre machismo y patriarcado, no. Pero voy a hacer una reflexión sobre el comentario y todo lo que aprendí de él. Primero, soy rencorosa, me acuerdo perfectamente de la cara y el nombre de ese ser inmundo M.V., veraneaba en un pueblo de la Cerdanya catalana compuesto por tres letras y no digo nada más. Lo segundo que aprendí es a decirle a mi novio que, por favor, si le volvían a hacer un comentario sobre mí de este tipo, no me lo contara nunca más. Lo tercero que aprendí es que si a todos nos quitaran lo bueno que tenemos, pues claro que no valdríamos nada, aunque quiero pensar que tengo algo más que melena. Y lo cuarto, sí, hay una cuarta lección, es que tengo 'pelasso'. Quinta, soy bastante positiva, de lo malo saqué algo bueno y es que iba a proteger mi cabellera contra viento y marea.

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De forma natural y sin premeditación tomé algunas decisiones que me han acompañado hasta ahora y que me han ayudado a mantenerlo sano y, según siguen alabando mis amigas y conocidas, sigue manteniendo bastante el tipo.

Este fin de semana tuve una fiesta de cumpleaños de un amigo y el mes de octubre es especialmente sensible capilarmente para las mujeres, se nos cae el pelo y da mucho vértigo. Así que no me extrañó que varias de las presentes, cual gurú, me preguntaran qué usar. Así que pensé... ¿Qué mejor que contar lo que estoy haciendo en este momento? Quiero que queden claras las características de mi pelo y que mis 'rutinas' son mías y me van bien a mí. Eso sí, espero que sea contagioso porque no son nada del otro mundo y funcionen de la misma manera en otras cabelleras.

Peluquería. Hace unos días fui a un viaje a Barcelona y le comenté a mis compañeras del sector algunas de mis manías. La primera es que voy dos veces al año a mi 'pelu'. Hablo en 'mi' posesivo porque en esto también soy monógama. Desde hace unos años que el color de mi pelo solo me lo toca una persona, Mel, del salón Malavana. Me la presentó un reputado estilista diciéndome que era la mejor haciendo mechas y en mi caso es así. Tengo un pelo rubio ceniza y ella hace un trabajo que encaja perfectamente en mí. Suelo ir a principios de marzo y a principios de octubre, y me ha corregido Mel y me ha dicho que tengo que retrasar marzo hasta junio, que dice que me quedarán mejor. Lo haré poco a poco, retrasando a abril y así sucesivamente.

Método de lavado. Hago un sistema que puede que a muchas no os funcione, pero a mí me va de cine. Primero, lavo con champú, segundo aplico acondicionador en medios y puntas. Y hago una segunda champunada con poco producto porque tengo el pelo fino y a veces el desenredante me apelmaza. Así lo desenredo bien y en las caras internas del cuello y demás lo dejo limpio limpio.

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Respecto a productos, he probado muchos, pero hay algunos a los que me he vuelto fiel:

Acabo de terminar un champú que me ha ido de maravilla, especial para raíces grasas y puntas secas. La firma Kérastase siempre tiene productos que me van bien; es curioso, me pasa desde hace unos años, antes no. De hecho, en verano utilizo el clásico Bain Soleil, me encanta para esas fechas. Pero a la vuelta de septiembre he probado esta nueva fórmula y he acertado. Es el Specifique Bain Divalent (16,99 euros).

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Algo básico y que soluciona mis puntas secas: lo tienes aquí, es una de las recomendaciones que siempre hago. No sé si os pasa, pero hay momentos en el año que notáis las puntas más secas, especialmente cuando estás alargando esa visita de corte imprescindible. El otro día vi a mi pobre prima en Instagram y la muy osada de mí le mandé el link de estas ampollas. Estoy esperando que me diga qué tal le han ido. ¿Moni, estás por ahí? Ampollas Rescate Repara y Protege, de Pantene (3,89 euros).

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Ahora que se me ha acabado este champú, he vuelto a otro que descubrí hace años y que me funciona. Es de una marca que quizá no conozcas: Living Proof, a la que se ha rendido la mismísima Jennifer Aniston, una de las mujeres que cuenta con más búsquedas por su pelo. Por si no te valgo yo, que no tengo ninguna. La actriz se metió en esta empresa que cuenta en sus filas con científicos de Harvard y del MIT y con más de 800 patentes. Abandonó la marca en 2016 cuando la adquirió el gigante Unilever, pero yo la llevo usando desde 2013 y no he notado cambio alguno. Mi favorito es el champú Restor​e (27,67 euros) -ahora han mejorado la fórmula-, no uso el mismo acondicionador porque es demasiado para mi pelo fino.

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Suelo llevar el pelo largo y nada más importante que un buen cepillo desenredante para sobrevivir al día a día. Este me va tan bien que lo tengo también en talla mini para llevarlo en el bolso. Es de Beter (5,49 euros).

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En los últimos tiempos he probado un producto nuevo para dar brillo a mi cabello y suavidad que tiene una tecnología lamelar patentada, Magic Water, una fórmula capilar de L’Oréal Paris Elvive Dream Long que hace magia en solo 8 segundos. Una textura ligera que se reparte de manera inmediata y sin apelmazar el pelo. El resultado es instantáneo, pelo suave, desenredado y brillante. En ocasiones solo uso esto, cuando noto mi pelo hidratado y en buen estado.

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Cuando necesito cura hidratante reparadora, nada pero nada como la línea Hair Rituel de Sisley. Es OTRA liga, lo prometo, no puedo decir que se trata de productos para el cabello, es algo más. Es cuidado a la enésima potencia. Recomendabílisimo. Todos los productos me gustan, pero soy fan de la mascarilla (83,99 euros) porque cunde muchísimo, solo tienes que utilizar un poco y nutre y trata a otro nivel.

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El último imprescindible de mi armario capilar es un buen secador. En mi caso, que busco un secado rápido y que no dañe mi pelo, tengo desde hace años el supermotor de Dyson Supersonic (399 euros) a mi disposición. Un lujo, lo sé, pero yo que no me peino el pelo y no necesito marcar puntas... y solo pido velocidad, este es mi aliado.

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Y el tema que les interesaba a todas era la caída. Yo este año, por perezosa, por probar y por golosa, utilizo un remedio que no me cuesta nada: Forcapil® Crecimiento Caramelos de Goma. Lo que oyes, caramelos que contienen los activos como el zinc y vitaminas, minerales y cola de caballo, altamente concentrados y de origen 100% vegetal, para fortalecer el cabello y estimular su crecimiento. No apto para 'prediabéticas', que me lo preguntó el otro día una amiga, contienen azúcar.

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