Strawberry legs: qué son y cómo evitarlas en el momento de lucir piernas

Hay personas que tienen la piel suave como la de un bebé –sí, son como las meigas, que haberlas, haylas–, pero muchas otras suelen tener una dermis algo más rugosa al tacto, como si tuvieran el vello de punta, sin necesidad de tener frío o haber recibido un susto recientemente. Se trata de la llamada piel de fresa, que suele estar presente en brazos, glúteos y muslos, afección que cuando se produce en las piernas también se la conoce como strawberry legs (piernas de fresa en castellano).

Su nombre popular se debe a que pueden aparecer unas manchas oscuras en las piernas que recuerdan a las semillas de las fresas y que en realidad son poros obstruidos, como los puntos negros. Y, aunque esta afección no es dañina, sí que es molesta porque causa picor y, además, es antiestética. La buena noticia es que se puede pasar de unas piernas de fresa a unas suaves como la porcelana.

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Pero su nombre técnico es queratosis pilaris y “se trata de una afección de la piel bastante común e inofensiva y que, por lo general, no produce dolor o picazón alguno. Es frecuente en pieles secas o atópicas”, explica María Sáenz, farmacéutica especializada en dermocosmética y nutricosmética de MA/AN 24, a lo que Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD, añade: “Es una condición genética folicular de la piel muy habitual causada por una acumulación de queratina en los folículos pilosos”. Por tanto, esta se produce cuando el folículo piloso acumula queratina y tapona los poros, obstruyéndolos y evitando que el pelo pueda salir, produciendo así una especie de granitos pequeños o protuberancias ásperas.

“La queratina es una proteína que se encuentra en la piel, el pelo y las uñas y, en el caso de que exista una sobreacumulación, puede obstruir los folículos pilosos. Como consecuencia aparecen esas protuberancias ásperas características de la queratosis pilaris, que pueden llegar a irritarse y adquieren un color rojizo, como el de las fresas”, puntualiza Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

Además, esta afección de la piel es comúnmente confundida y tratada como si fuera un brote de acné. Sin embargo, debe ser abordada de manera diferente, pues las causas de su aparición tienen otra naturaleza. Habitualmente su tratamiento se centra en dos pasos: “La exfoliación para retirar esta acumulación de células muertas y trabajar la mejora de la renovación celular, y la hidratación profunda del tejido”, recomienda Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.

Exfoliación periódica

Tendrás que exfoliarte la zona una o dos veces por semana, ya que esta acción “puede ayudar a disgregar la queratina acumulada y evitar que se formen los granitos. Además, mejorará la capacidad de absorción de los productos que apliquemos posteriormente”, declara la farmacéutica Sáenz. Pero también es importante que sepas que un exceso de exfoliación, así como de fuerza durante la misma, puede irritar y dañar la piel, sobre todo si la tienes sensible o propensa a la sequedad.

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En cuanto a los activos que debe tener tu exfoliante, “funcionan muy bien los que contienen ácido salicílico o ácido láctico, ya que ambos provocan menos irritación y ayudan tanto a disolver la acumulación de queratina en los folículos pilosos como a reducir la inflamación. Además, el segundo potencia la hidratación”, aclara Sonia Ferreiro, cosmetóloga, biotecnóloga y responsable técnica de Ambari.

Hidratación diaria

Las strawberry leg son una afección ligada a la sequedad de la piel, por lo que para contrarrestar la aspereza de la misma, es imprescindible hidratarla, ya que esta acción ayuda a que las células muertas se desprendan de la manera adecuada. “En este caso son muy efectivas las cremas hidratantes ricas y nutritivas, además de los aceites, y también “las cremas que contienen urea o ácido salicílico”, recomienda la experta de la web de belleza y salud MA/AN 24.

El plus del cepillado en seco

Por último, la prevención de la aparición de las piernas de fresa también está ligada al cepillado en seco. Un par de días antes de depilarte, cepilla vigorosamente tus piernas con un cepillo específico, realizando movimientos circulares antes de meterte en la bañera o la ducha. Este gesto no solo sirve para prevenir los granitos, sino que también mejora la circulación y la celulitis.

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