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Inma Shara: “Sueño con África y sus atardeceres”
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LA ENTREVISTA

Inma Shara: “Sueño con África y sus atardeceres”

Inma Shara, alavesa de nacimiento y discípula de Zubin Mehta, está considerada a sus 35 años como unas de las seis mejores directoras de orquesta del

Foto: Inma Shara: “Sueño con África y sus atardeceres”
Inma Shara: “Sueño con África y sus atardeceres”

Inma Shara, alavesa de nacimiento y discípula de Zubin Mehta, está considerada a sus 35 años como unas de las seis mejores directoras de orquesta del mundo. De Amurrio se desplazó a Madrid para estudiar en el Real Conservatorio, formación que completó en Alemania, Holanda y Estados Unidos. Mujer enérgica y valiente, ha demostrado su talento dirigiendo orquestas de prestigio como la Sinfónica de Israel, la Filarmónica de Viena y las nacionales de Ucranía y Letonia. También ha hecho sus pinitos en el cine y ha colaborado en bandas sonoras de películas. Disfruta acercando la música clásica a los jóvenes.

Descríbase en dos o tres adjetivos: Respetuosa, disciplinada y educada.

Qué no le gustaría que dijeran de usted: Que soy una persona poco comprometida.

Un momento literario memorable: La ínsula de Barataria de El Quijote.

Un momento deportivo inolvidable: El campeonato de Fórmula 1 de 2005.

Y un momento cinematográfico: Educación a través de la música. (Película: Niños del Coro)

El libro que marcó tu vida: Ébano de Ryszard Kapuscinski.

¿Relee los libros? Releer los libros me hace reflexionar con más intensidad y me alimenta profundamente. Es una necesidad.

¿Qué le gusta hacer cuando no trabaja? Pasear y disfrutar de la naturaleza, además de leer y estar con mi familia.

Si le tocara la bonoloto qué es lo que nunca haría: Dejar de dirigir orquestas.

Y lo que si: Comprometerme, aunque fuese de manera personal con África y su gente.

Suele poner excusas cuando no tiene ganas de ir a un sitio: Nunca, me exijo siempre ser una persona sincera.

La bola más increíble -por disparatada- que ha contado: Procuro nunca faltar a la verdad. Está en mi educación.

La película que nunca olvida: La lista de Shindlher o “Memorias de África.

Un pequeño placer en su profesión: Viajar, conocer múltiples culturas.

¿Y fuera de él?: Gastronomía y cine.

De no ser lo que es qué le hubiese gustado ser: Directora de cine.

¿A quién y qué envidia? Envidio a todas aquellas personas que dan la vida por los demás sin ningún tipo de egoísmos. Por ejemplo, María Teresa de Calcuta.

¿A quién y qué detesta? Las personas que faltan al respeto de los derechos humanos, en general, como Hitler.

No se quisiera morir sin: Sin leer las obras completas de Ortega y Gasset y conocer la India.

Sueño recurrente: África, sus atardeceres, sus amaneceres, su luz…

El mejor olor: Sándalo.

El mejor sabor: La comida india, sin especias, y la vasca.

El mejor sonido: La música clásica y el silencio.

El mejor color: Negro y colores discretos en general.

¿Qué hacía el día que se casaron los Príncipes de Asturias? Viajaba por trabajo.

¿Dónde estaba el día que cayeron las Torres Gemelas? Haciendo una entrevista en directo para una televisión, que se suspendió ante noticia de tal magnitud.

La noticia que más ilusión le haría ver en un periódico: El final de la violencia en el mundo.

Y la que más le ha impresionado últimamente: Los atentados del 11-M.

¿Suele llorar con las películas? Sí, me emociono en ocasiones con algunas escenas cinematográficas.

¿Cuándo y por qué tuvo un ataque de risa incontrolado? En un viaje en avión, por una situación surrealista con amigos.

¿Qué le hace pasar vergüenza? La falta de educación en general, y la mentira.

Inma Shara, alavesa de nacimiento y discípula de Zubin Mehta, está considerada a sus 35 años como unas de las seis mejores directoras de orquesta del mundo. De Amurrio se desplazó a Madrid para estudiar en el Real Conservatorio, formación que completó en Alemania, Holanda y Estados Unidos. Mujer enérgica y valiente, ha demostrado su talento dirigiendo orquestas de prestigio como la Sinfónica de Israel, la Filarmónica de Viena y las nacionales de Ucranía y Letonia. También ha hecho sus pinitos en el cine y ha colaborado en bandas sonoras de películas. Disfruta acercando la música clásica a los jóvenes.