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El siglo XX, en cien trajes
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El siglo XX, en cien trajes

Tendencias fugaces, innovaciones tecnológicas y la aparición del mercado como sistema de intercambio. Los modos (al fin y al cabo, modo y moda comparten etimología) que

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El siglo XX, en cien trajes

Tendencias fugaces, innovaciones tecnológicas y la aparición del mercado como sistema de intercambio. Los modos (al fin y al cabo, modo y moda comparten etimología) que vivió la moda durante el siglo XX fueron revolucionarios de principio a fin. Como lo habían sido los vividos en siglos anteriores, al fin y al cabo, pero más caóticos y centrífugos que nunca, diríamos. A conocer cómo el fenómeno se transformó durante la pasada centuria se dedica la última exposición del Museo del Traje, 100% Siglo XX.

 

Desde este viernes y hasta el 3 de enero del próximo año reunirá, el museo ubicado en la Ciudad Universitaria de Madrid saca de sus archivos gran parte de su fondo y muestra el trabajo de los grandes maestros nacionales e internacionales que como Poiret, Chanel, Balenciaga o Dior convulsionaron el pensamiento de su momento a través de algo tan aparentemente intrascendente como son las leves tendencias, los vestidos, los gestos.

Diez vestidos de cada década. Así está planteada la muestra del Museo del Traje. Desde la falta de grandes firmas en los primeros años del siglo al surgimiento de los primeros grandes nombres como Paul Poiret y Jeanne Paquin, los años con los que arrancó el XX fueron los de un proceso que en pocos casos fue tan vanguardista como ocurría en otras artes. En los años 20 surgen formas geométricas y libres y durante los 30 despega un nombre fundamental: el de Elsa Schiaparelli. Ella y otros modistas dan una imagen de glamour plástico que coincidía poco con los complicados momentos económicos que entonces se vivían.

Marcados por la II Guerra Mundial, los años 40 sirvieron para que muchos modistas de haute mode perdieran el miedo –o la vergüenza- al prêt-à-porter. Y durante los 50 llegó el apogeo: tejidos y cortes suntuosos, autoridad de los grandes nombres (Fath, Dior, Givenchy) y resurgimiento de la alta costura tras las restricciones del tiempo de guerra.

Tiempos heterogéneos

Precisamente la nueva sociedad surgida a partir de la guerra es la que más hizo cambiar la moda. Ya no cabían estilos únicos: con una clientela cada vez mayor que además comenzaba a marcar tendencia era difícil imponer gustos. El resultado fue una proliferación de looks y diseñadores que los creaban: Mary Quant, Valentino, Pucci en los 70; Cardin, De La Renta o Albini en los 70; Yamamoto o Comme des Garçons en los 80; Mugler o Galliano en los 90... algunos de ellos, además, bajo el paraguas de grandes firmas que surgieron a comienzo de siglo.

Durante el siglo XX se asentaron las bases de una industria en el sentido moderno del término. hasta entonces el trabajo de la moda era puramente artesanal, aunque desde la época de Luis XVI el estilo era considerado cada vez más un hueco comercial que podía ser explotado con pingües beneficios. Solo con la llegada del Novecento se dieron los auténticos pasos para la creación de un sistema industrial.

Hasta que la II Guerra Mundial cambió la sonrisa del mundo la moda seguía siendo todo fastos, refiriéndose a posturas hieráticas y considerando a la mujer como una muñeca en la mayoría de los casos. La dicotomía activo/pasivo fue superada gracias a personajes como Coco Chanel, que supo ver la capacidad de movimiento de las mujeres y su independencia y creó moda que les permitiera realizar cualquier actividad sin perder la elegancia y sin sentirse incómodas.

A partir de los 50 el valor básico del zeitgeist cambió: lo importante era la juventud. Una clase media joven y con ingresos consiguió imponer sus gustos, convirtiéndose en los nuevos trend setters. A su vez este baby boom trajo como corolario el surgimiento del auténtico prêt-à-porter, la moda pronta y democrática que llevaba la tendencia a la tienda de barrio. El ciclo acelera su velocidad y la moda va difundiéndose por toda la sociedad, no sólo entre la high class que disfrutaba de la haute mode.

Imagen: Vestido de fiesta. Worth.1950 [ca.] París. 100% siglo XX. Munio Rodil Ares y David Serrano Pascual. Museo del Traje. CIPE

Tendencias fugaces, innovaciones tecnológicas y la aparición del mercado como sistema de intercambio. Los modos (al fin y al cabo, modo y moda comparten etimología) que vivió la moda durante el siglo XX fueron revolucionarios de principio a fin. Como lo habían sido los vividos en siglos anteriores, al fin y al cabo, pero más caóticos y centrífugos que nunca, diríamos. A conocer cómo el fenómeno se transformó durante la pasada centuria se dedica la última exposición del Museo del Traje, 100% Siglo XX.

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