Hugo Boss: de confeccionar uniformes a la moda de lujo
Una firma que ha sabido reinterpretarse a través del tiempo y que hoy se ha convertido en una reconocida marca internacional con productos elegantes y muy sofisticados
Aunque hoy el nombre de Hugo Boss lo asociamos a la calidad y elegancia de sus prendas, los inicios de esta firma estuvieron marcados por los problemas que había en Alemania en el periodo de entreguerras y el ascenso al poder del partido nazi.
Pero hagamos algo de historia. Hugo Ferdinand Boss nació el 8 de julio de 1885 en Metzingen, al sur de Stuttgart (Alemania). Fue el menor de cinco hermanos. Sus padres eran dueños de una tienda de lencería y ropa de cama en esa misma ciudad y fue elegido como heredero de la tienda. Allí comenzó a conocer el oficio de comerciante, antes de alistarse en el ejército y tomar parte en la Primera Guerra Mundial.
Comienzos complicados
Con la crisis económica mundial de 1929, la industria textil sufrió limitaciones de importación de materias primas y de exportaciones, lo que hizo que tuviera enormes problemas de liquidez. De hecho, la propia fábrica de Boss estuvo a punto de entrar en quiebra en 1931. En ese mismo año, el sastre entró en el Partido Nacionalsocialista, quien le haría pedidos de uniformes y lo salvaría del cierre.
La compañía Hugo Boss tardó mucho tiempo en recuperarse de la Gran Depresión. Sin embargo, antes de 1938, ya fabricaba todo tipo de productos que tenían salida en las ferias comerciales. La empresa empezaba a despegar. Al año siguiente, estalla la Segunda Guerra Mundial y continuaría con realizando uniformes para diferentes cuerpos militares y administrativos del Tercer Reich.
Durante la guerra la empresa de textil se salvaría de nuevo de la quiebra, pero viviría los años más oscuros de su historia y que aún hoy la empresa se disculpa por aquel pasado nazi. Terminada la guerra decidió cambiar los uniformes nazis por uniformes para las fuerzas de ocupación francesa y la Cruz Roja. También intentó limpiar su nombre, pero nunca fue perdonado por el nuevo Gobierno. En 1948 Hugo Boss falleció.
De uniformes a ropa de lujo
Sus descendientes decidieron dar un giro al negocio en 1953. Así el yerno de Boss, Eugen Holy, decidió orientar sus prendas hacia otro tipo de público: los jóvenes hombres de negocio, para los que diseñaría trajes. La empresa fue creciendo, aunque para finales de la década de los 60, se encontraba al borde de la bancarrota.
La época no podía ser mejor porque surgió una generación entera a la que vestir: los yuppies de los 70 y 80. La firma supo adaptarse creando la línea BOSS, se trataba de una línea prêt-à-porter con tejido importado de Italia con un cierre impecable. Esto sumado al patrocinio de equipos de Fórmula 1 y deportistas de élite, catapultarían a Hugo Boss al reconocimiento internacional.
En los 80 y 90 se lanzarían nuevas líneas de producto (gafas de sol, perfumes, muebles, ropa femenina) y colecciones unas más económicas y otras destinadas al lujo. Si algo destaca de Hugo Boss es que fue una de las primeras empresas que desfragmentó su marca para ir adaptándose a diferentes públicos. Esto generó un poco de extrañeza, pero pronto le seguirían otras marcas.
En el siglo XXI, la firma de moda sigue lanzando nuevas líneas de producto destinados a diferentes públicos y que se venden en 127 países a través de más de 1.000 tiendas. En definitiva, Hugo Boss se ha convertido en una reconocida marca internacional con productos elegantes y sofisticados, pero dotados de modernidad y dinamismo.
Aunque hoy el nombre de Hugo Boss lo asociamos a la calidad y elegancia de sus prendas, los inicios de esta firma estuvieron marcados por los problemas que había en Alemania en el periodo de entreguerras y el ascenso al poder del partido nazi.