El desfile de Saint Laurent en París revive el fantasma de la anorexia en la moda

“He trabajado con mujeres tan delgadas que los buitres seguían a sus coches”. Con esta frase, la legendaria columnista americana Erma Bombeck ya ilustraba de forma contundente la tiranía de la delgadez en el mundo de la imagen. Una tiranía que parece no tener fin, a pesar de los millones de voces que se han alzado estos años para evitar las consecuencias de ese modelo único. "Esta es la era de la diversidad, o eso nos dicen siempre", reflexiona la periodista Sarah Vine en la prensa británica, "en todas partes, en forma impresa, en las redes sociales, en el prime time... Con una notable excepción: la alta costura. Cuando se trata de ropa, y especialmente de alta costura, las pasarelas aún están colgadas irremediablemente de una noción imposible de lo que constituye la belleza. Y es, literalmente, la definición más estrecha".

[LEA MÁS: Todo sobre la Semana de la Moda de París]

La reflexión de la periodista viene a cuento tras el desfile de Yves Saint Laurent en la Semana de la Moda de París. Muchas de las modelos, maquilladas de forma austera y con una estética rockera, no parecían reflejar una imagen precisamente saludable. La semana pasada, la modelo británica Edie Campbell fue rechazada en la Semana de la Moda de Milán para abrir un desfile por ser "demasiado grande" (Campbell mide 1,78 y pesa 56 kilos). "Y por 'demasiado grande' no me refiero a 'demasiado famosa' -bromeó con sus seguidores de Instagram publicando una foto de sí misma comiéndose un croissant-. Me refiero a 'demasiado gorda".

El caso de YSL es especialmente sangrante porque la marca ya se comprometió en el año 2017 a restringir el uso de modelos superdelgados. Según François-Henri Pinaut, presidente de Grupo Kering, el propietario de Yves Saint Laurent, querían "inspirar a toda la industria a seguir su ejemplo". Pero desde hace años no se ve en la pasarela "una colección tan perturbadora de rodillas nudosas, músculos demacrados, clavículas que sobresalen y ojos hundidos" (según escribe Vine). "La colección entera parece deleitarse ante la imposibilidad de que cualquiera con el más mínimo indicio de un pecho sea capaz de usarla. Todos sabemos que la moda a este nivel es una oportunidad para que los diseñadores expresen su lado más atrevido, para crear una fantasía, si lo desean. Pero lo que vemos aquí no es un sueño: es la materia de las pesadillas".

Lo ocurrido en la Semana de la Moda de París hace años que no pasa en la Madrid Fashion Week, como confirman en la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) y en la Asociación de Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner). "Nosotros luchamos mucho en su día por esto y ya hace años que la pasarela Cibeles se comprometió a que todas las modelos que desfilaran tuvieran al menos un 18 de índice de masa corporal", explican desde Adaner. "Los organizadores examinan a las modelos en cada edición desde entonces, se sigue haciendo a día de hoy", confirman.

La relación de la Madrid Fashion Week con las distintas asociaciones que tratan y previenen los trastornos alimentarios es "muy fluida". "Cada año nos invitan a los desfiles y nosotros estamos siempre muy pendientes y observando", explica una de las psicólogas que trabajan en Adaner, "no solo por la imagen que lanzan al mundo, también nos preocupamos de las modelos como trabajadoras, para que no tengan que someterse a determinadas prácticas por exigencias de los diseñadores".

La doctora Susana Monereo, directora de la Unidad de Endocrinología y Nutrición de Vithas Internacional y una de las endocrinas que participa en el examen que se le hace a las modelos antes de desfilar, advierte de que la delgadez de las modelos "no hay que relacionarla con la salud de las mismas, que probablemente es buena, sino con la imagen que trasmiten". "La MBFW cuida que los modelos, hombres y mujeres, tengan un aspecto saludable, evitando la delgadez extrema, que solo induce a confusión y sufrimiento en los observadores. Esta medida se inició el año 2006 y se mantiene en la actualidad. Las modelos se eligen por su profesionalidad y se buscan personas que, no solo sean bellas, sino que trasmitan una imagen saludable"

Hablamos con una especialista en moda para que analice el desfile de Yves Saint Laurent. "El mítico Karl Lagerfeld contó que tuvo que adelgazar para poder meterse en uno de los esmóquines de Hedi Slimane. Anthony Vaccarello, el nuevo director creativo de Saint Laurent, sigue esa estela de Slimane, digamos que no le gustan mucho las curvas", explica. En el caso de este desfile, también apunta a que no todo es 'culpa' de la extrema delgadez de algunas de sus modelos. "La estética rockera que él propone pide esa imagen como demacrada, están maquilladas 'ad hoc', y además las prendas tienen mucho volumen en la parte superior, lo que deja las piernas muy desnudas y acentúan esa sensación de delgadez".

No hay estadísticas para poder valorar si el hecho de que en Madrid ya solo desfilen modelos con una imagen saludable ha ayudado a paliar la incidencia de los trastornos alimentarios en España. "Para caer en uno de estos trastornos intervienen varios factores y hay que tener un punto de vulnerabilidad previo, pero evidentemente este tipo de imágenes no ayudan nada", explican desde Adaner. "Ver a estos modelos tan jóvenes desfilando en París traslada una imagen de éxito que sugiere que si tienes un cuerpo similar podrías conseguir las mismas cosas", añaden.

La doctora Monereo es de la misma opinión y aporta más datos: "Una delgadez excesiva asociada a la pasarela, al mundo del glamour y al éxito social supone una meta inalcanzable para la mayoría de las mujeres que ven como ídolos a estas chicas o chicos. En ese contexto es fácil perder el norte y pensar que, si adelgazas, te parecerás a ellas y serás famosa y bella. Ese camino es erróneo y lleva al sufrimiento personal y en ocasiones a la enfermedad, ya que en el deseo de imitar esa delgadez las personas, generalmente mujeres, y especialmente mujeres jóvenes, inmaduras, enferman restringiendo la alimentación o incrementando de forma enfermiza la actividad física, dando lugar a trastornos de conducta alimentaria como la anorexia, la bulimia o la vigorexia. Creo que la moda tiene una responsabilidad que es promocionar la belleza y no estar al servicio de la delgadez, mediante unos modelos imposibles que solo son perchas para el lucimiento de diseñadores"