Lola Li, la marca que viste a Isabel Preysler y a Letizia

Cuando una marca cuenta con el saber hacer de una estilista de renombre y de uno de los fotógrafos de moda más relevantes del panorama, está destinada a ser la preferida de las mujeres que valoran los diseños más exquisitos. Por eso Lola Li, fundada por la estilista Amparo Utrilla y el fotógrafo Miguel Reveriego, se ha convertido en la firma española a la que recurren las fashionistas más exigentes. La singularidad y la magia de la marca radican en un modelo de colecciones cápsula de edición limitada, una fórmula que garantiza a quien apuesta por Lola Li que son tan solo unas pocas las que tienen el modelo elegido. Esa es la razón por la cual la mismísima Isabel Preysler ha elegido un sensual vestido rojo de la firma española para asistir al concierto extraordinario en beneficio de las Becas de Cuerda-Piano-Canto de Juventudes Musicales. De largo midi y color rojo crimson, destaca por sus hombreras, escote cruzado, falda envolvente y un original aplique joya en forma de estrella de mar, que corona el diseño.

“Nos dirigimos a una mujer real, conocedora de la moda, segura de sí misma y de su estilo, con espíritu creativo y que quiere que la ropa refleje su autenticidad”, explica el dúo creativo. “Para nosotros, vestir a Isabel Preysler es un enorme reconocimiento a nuestro trabajo y un motivo de orgullo que una mujer que representa el estilo y la elegancia como ella escoja Lola Li”, aseguran los creadores de la marca. Preysler ha escogido un espectacular diseño que forma parte de la colección cápsula de la influencer Meri Lozano. “Para mí es un honor que un icono de estilo y elegancia como Isabel Preysler haya escogido un vestido de mi colección. Me encanta su forma sofisticada de vestir y me ha sorprendido su forma de combinarlo con accesorios neutros. ¡Qué elegante!”, afirma emocionada la influencer.

Isabel ha escogido el vestido Lisa, que cuesta 215 euros y que abre las puertas de la colección cápsula creada por la popular reina de las redes sociales. “Para la colección me he inspirado en la efervescencia de Studio 54: hombreras sobredimensionadas, mangas abullonadas, satinados, fruncidos o apliques joya, que conviven en dos vestidos plagados de reminiscencias retro. Me inspiro por todo lo que me rodea, por los perfiles digitales de Kendall Jenner y Emili Sidlev, pero también me gusta bucear en épocas pasadas y en el estilo de mujeres como Bianca Jagger, Jerry Hall o Debbie Harry. Por supuesto, las mujeres de mi familia son también un referente para mí, en especial mi hermana, Marta Lozano, que siempre me anima a desarrollar mi parte creativa", detalla.

De hecho, Marta Lozano apostó para asistir a una boda por el impresionante vestido Constanza de la colección cápsula creada por la instagramer Agostina Saracco para Lola Li.

No es la primera vez que un vestido de la marca forma parte del armario de la familia Preysler, pues su hija Tamara Falcó ya ha apostado por el irresistible diseño Dalia, un vestido drapeado que enmarca su silueta y que aúna elegancia y sensualidad.

Lola Li puede incluso presumir de su presencia en los Oscar, pues Goya Toledo eligió un diseño de la marca en la cena pre-Oscar de este año.

Su vinculación con el mundo de la política viene de la mano de Isabel Torres. La esposa de Pablo Casado asistió a la boda del hijo de Ángel Acebes enfundada en un modelo de crepé superesponjoso, cuerpo fruncido y cadenita dorada en el cuello a la venta por 280 euros de la marca que anteriormente había lucido ya otra fashionista, Nieves Álvarez.

La marca ya conoce los estragos del 'efecto Letizia'. Cuando la Reina acudió al Teatro Real con uno de sus diseños, la web de la marca estuvo casi 24 horas bloqueada. Lo que nadie sabía entonces es que tan solo Letizia podía tenerlo. "Es uno de nuestros clásicos, pero no lo teníamos en color blanco, fue un encargo de la Reina", explicaba entonces la firma a Vanitatis.

Sin lugar a dudas, Lola Li es la marca perfecta para deslumbrar en eventos importantes y para dejar claro que el slow fashion patrio tiene todavía muchas sorpresas que darnos.