Los looks con los que Tamara Falcó ignora a la prensa

Tamara Falcó ha convertido a su armario en su mejor arma contra la presión mediática al lograr con cada una de sus apariciones públicas apartar durante unas horas los rumores de infidelidad que rodean a su relación y que ha empujado a Iñigo Onieva a emprender acciones legales. Hasta hace bien poco, en sus apariciones públicas Tamara había cautivado al público con trajes coloridos y diseños estampados de marcas como Maje y Rouje, pero en esta nueva etapa ha decidido llevar la calma cromática a su armario. Al fin y al cabo, en un momento en el que los looks funcionan como elementos capaces de cambiar el estado de ánimo, Tamara prefiere que sus outfits se encarguen de imponer la calma. Una de las cosas que más molestan es la indiferencia, y Falcó ha querido que los medios noten que ella hace oídos sordos a la rumorología al apostar por looks impecables. Si Chenoa hizo del chándal el look con el que afrontar las crisis sentimentales, Tamara Falcó ha preferido que la excelencia estilística sea su arma de estilo.

Para acudir al Club de Campo Villa de Madrid, donde disfrutó del concurso de saltos ecuestres junto a su familia y amigos, Tamara Falcó llevó el vestido Esotico, con escote en V y mangas volumen, de la firma sostenible Maksu. Este diseño cuesta 235 euros, pero el efecto Falcó ha sido el responsable de que esté agotado.

Esta es la segunda vez que se decanta por esta marca, pues días antes apostaba por un vestido lencero con estampado de flores valorado en 155 euros. La socialite lo combinaba con blazer oversize de Zara.

Otro de los ‘revenge looks’ con los que Tamara ha querido hacerle un corte de mangas en clave estilística a la prensa lo hemos visto a su salida del hotel Ritz, donde apostó por un conjunto compuesto por body de canalé de sensual escote combinado con pantalones oversize de talle alto, deportivas blancas y su mascarilla preferida de Kausi by Bárbara Pan, el diseño con una amapola valorado en 18 euros.

El toque deluxe del look lo pone su bolso Gate de Loewe, una bandolera en forma de silla de montar con una tira de piel que se caracteriza por su cierre delantero en forma de nudo. Este modelo cuesta 1.750 y Tamara lo tiene también en tonalidades azuladas. Este diseño es el favorito de la familia, pues también está en el vestidor de Ana Boyer y, por supuesto, es uno de los preferidos de Isabel Preysler.

Después de convertirse en la reina de la pasión con su vestido rojo de jacquard de seda, Tamara apuesta ahora por looks relajados en los que las tonalidades arena son clave y en las que el mensaje, como dice la canción, es bien claro: “Don´t worry, be happy”. Feliz y estilosa, eso sí.