El bolso de Balenciaga tendencia en el 2000 vuelve a las calles a manos de las expertas

En los últimos tiempos son muchas las firmas de lujo que se han subido al lucrativo carro de los 'flashbacks' y, consecuencia de ello, a la reedición de algunos de sus bolsos más icónicos con nombres propios. El Baguette de Fendi, el Cleo de Prada o el Jackie de Gucci, por no hablar de los cientos de veces que la casa Chanel ha versionado su legendario 2.55.

Ahora le ha tocado el turno a Balenciaga. La marca de origen vasco capitaneada hoy por el georgiano Demna Gvasalia, una de las más codiciadas y deseadas del momento, ha retrocedido en el tiempo, y de sus archivos datados a principios del año 2000 ha rescatado uno de sus bolsos emblema en una versión actual que ya está en manos de las prescriptoras de moda. De nuevo, huele a 'it bag'.

Conocido popularmente con el apelativo de Motorcycle, su incursión en el mundo de la moda, así como su aceptación por parte de las celebs que en aquel momento eran referentes de estilo, no fue precisamente un camino de rosas. Creado en el año 2001 por Nicolas Ghesquière, director de la casa Balenciaga hasta 2012 y hoy mismo cargo pero en Louis Vuitton, en realidad se llamaba City. ¿Su hándicap principal? No era rígido como el resto de bolsos de tendencia que gobernaban en aquella época, a pesar de estar fabricado con un tipo de piel suave, maleable y de gran calidad, su imagen no se asociaba al lujo y, por si fuera poco, no tenía ningún logo.

El diseñador francés decidió enseñárselo en secreto a algunas de sus amigas, Kate Moss entre ellas, en un modelo prototipo que estuvo a punto de no lanzarse al mercado de manera oficial, pero una vez que la top model británica y otras famosas como las gemelas Olsen, Nicole Richie o Lindsay Lohan empezaron a lucirlo en plena calle, el bolso terminó por transformarse en un éxito rotundo. Es más, acabó convertido en una de las piezas insignia de la etapa de Ghesquière en Balenciaga y de la maison en sí misma.

Ahora son la socialité y empresaria Kim Kardashian -por cierto, embajadora e imagen de la marca-, la todopoderosa insider danesa Thora Valdimars y un nutrido grupo de instagramers quienes han aceptado la propuesta lanzada por Demna Gvasalia en forma de reedición genial, y este bolso de origen dosmilero es ya su nuevo imprescindible para 2022. Tiene nuevo nombre, se hace llamar Le Cagole y, a pesar de experimentar algunas modificaciones notables en su estructura original, mantiene intacta esa imagen demoledora que un día le hizo alcanzar la gloria.

Es más pequeño y deja atrás la dimensión XL primitiva, su silueta ya no es cuadrada y sí ovalada a modo de media luna, ha cambiado sus dos asas por una correa ajustable para llevar en el hombro, pero siguen sus detalles trenzados, la piel como material principal y los tiradores de cremalleras. El diseñador georgiano suma también arandelas, hebillas y otros apliques metálicos en plata envejecida, y dos accesorios de quita y pon, un minimonedero y un espejo en forma de corazón que se pueden personalizar con tus iniciales.

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Se amplía la variedad cromática. Si a principios del nuevo milenio eran el negro, el granate o el marrón los tonos predominantes, para esta temporada son el rosa Barbie, el amarillo neón, el verde césped, el azul turquesa o clásicos como el blanco y el rojo los que Balenciaga ha puesto a disposición de las coleccionistas de bolsos en sus tiendas físicas y shop online.

Destacar el tipo de cuero sostenible que se emplea en su fabricación. Una piel curtida siguiendo prácticas respetuosas con el medioambiente y técnicas libres de metales en las que se reduce la contaminación del agua, el aire y el suelo, todo para conseguir el objetivo global de la maison que es llegar a 2025 con una filosofía de vida 100% eco.

A estas alturas estarás deseando saber cuál es su precio actual: a partir de los 1.590 euros. No lo pierdas de vista. El bolso reeditado por Demna Gvasalia, da igual como lo llames, Motorcycle o Le Cagole, ya se ha consolidado como uno de los favoritos de las expertas y ha sido visto con gran protagonismo sobre el asfalto durante las últimas semanas de la moda de Copenhague y París. Va a dar mucho de lo que hablar.

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