Balenciaga critica la globalización en una colaboración sorpresa con Adidas

Marketing. Un complejo anglicismo del siglo XXI que define a la perfección la clave del éxito internacional de una firma nacida al norte de nuestro país. Balenciaga se ha convertido por antonomasia en la marca que difunde el entretenimiento, ligado al espectáculo, dentro la industria moda. ¿Y qué mejor ejemplo que la cultura pop estadounidense?

La mente de Gvasalia siempre consigue superarse. Nadie sabía qué podría ocurrir después de realizar un desfile 360º invernal con homenaje a Ucrania y envolver a Kim Kardashian en un mono de cinta de embalaje. Por ello, el director creativo guardaba todos los secretos de su colección primavera 2023 hasta el último segundo y reunía esta misma tarde a los invitados en el histórico edificio financiero de la ciudad de Nueva York, más conocido como el 11 de Wall Street.

Al más puro estilo 'Matrix', sin un solo cambio en la decoración interior, las pantallas llenas de gráficas y valores componían el escenario de la nueva propuesta de Balenciaga. En una línea futurista, todos los modelos aparecían bajo máscaras de látex y solo se podían contemplar sus ojos. Lejos de ser tan solo un rasgo estético distintivo de la firma, al igual que el color negro, se convertía en una crítica a la pérdida de identidad a causa de la globalización.

Este pilar de la colección era reforzado por una primera parte llena de diseños pertenecientes al mundo ejecutivo como los trajes clásicos de hombre, los dos piezas de mujer compuestos por blusa de satén y falda de tubo, las gabardinas o los abrigos largos, llevados al volumen oversize Balenciaga, protagonizados por hombreras y con un carácter minimalista, de líneas limpias y geometría asimétrica.

Sin renunciar a los principales sellos de la marca, Demna buscaba trasladar al mundo la falta de identidad de los millones de personas que conviven en una gran ciudad y cuyas vidas están reducidas únicamente al ámbito laboral debido a la brutalidad del capitalismo. ¿Qué importa quién lleva qué si al final todos parecemos los mismos?

La exageración de las formas también se trasladaba a los zapatos como mecanismo de ridiculización, transformando el show en una performance completamente satírica. El georgiano creaba botines y botas militares con suelas chunky en línea con la tendencia de los ugly shoes, que emulaban los clásicos zapatos de payaso, ejerciendo así una reflexión sobre cómo nos disfrazamos a la hora de vestirnos.

Sin embargo, cuando todo el mundo pensaba que tenía clara la idea que Balenciaga buscaba trasladar mediante su propuesta de primavera 2023, la firma del Grupo Kering sorprendía al presentar una nueva colaboración, no anunciada, con Adidas. Un gesto que les acerca al mundo del street-wear y les permite seguir democratizando su imagen.

El director creativo de la firma ha optado por captar al consumidor actual de alta costura con mucho dinero. Estos ya no están atados a la rigidez de la suite C, sino que buscan un estilo más llamativo y cómodo basado en la logomanía o la reinvención de prendas de calle. El cambio de perspectiva planteaba una reflexión y una evolución dentro de la colección: los nuevos ricos no se encuentran en la bolsa de Nueva York haciendo números ni visten con traje; pertenecen al ámbito de la ostentosidad urbana.

Así aparecía el color durante la segunda mitad del desfile mediante la inclusión de camisetas de futbol, los chándals originals de la firma deportiva con las tres bandas blancas laterales donde el nombre de Adidas era sustituido por Balenciaga bajo el logo en forma de hoja, e incluso se presentaban abrigos acolchados de estilo albornoz y trajes dentro de esta colaboración, que tampoco se olvida de modificar las icónicas 'Triple S'.

La fuente de inspiración no era el único motivo que hacía celebrar a Balenciaga su primer desfile de moda en los Estados Unidos después de 20 años. Los pasos de la firma del Grupo Kering esconden múltiples objetivos. Su CEO, Cédric Charbit, explicaba en una entrevista que “Estados Unidos es el mercado de más rápido crecimiento de Balenciaga”. De ahí la selección de la ubicación: consolidar clientes y captar la atención de algunos nuevos.

Un hecho del que ya se nos venía advirtiendo si tenemos en cuenta que el año pasado Balenciaga adaptó ‘Los Simpsons’, la serie americana más exitosa de todos los tiempos, para presentar un desfile propio o que este pasado octubre Mark Zuckerberg le pidió a la marca en Twitter que definiera "el código de vestimenta en el metaverso".

Dólares de acceso

Ninguno de los asistentes podía acceder al número 11 de Wall Street sin su billete de 100 dólares especial Balenciaga. La firma del Grupo Kering no deja de sorprender con sus invitaciones. Si en su último show de París enviaba iPhones rotos, en esta ocasión diseñaba su propia divisa, que incluso cuenta con ese distintivo olor a dinero gracias a la artista del Laboratorio de Investigación de Olores de Berlín Sissel Tolaas.

Sin embargo,y a diferencia de la moneda estadounidense, el billete de 100 dólares de Balenciaga "no es de curso legal y no se puede utilizar para realizar ningún tipo de pago" ni tiene "números de serie, denominaciones de valor o sellos oficiales", según el mensaje que se lee en mayúsculas en la tira del fajo de billetes.

En la búsqueda de un mayor impacto, la marca creada por el diseñador español no solo estrenaba durante este 22 de mayo su propuesta para la primavera 2023, sino que también ha puesto a la venta una nueva colección de edición limitada en su página web y en su tienda insignia situada en Madison Avenue.