Balenciaga traslada el viaje de los refugiados a la alta costura

Cuando a inicios de esta semana Balenciaga vaciaba su cuenta oficial de Instagram para añadir una única publicación con la bandera ucraniana, podríamos haber imaginado qué veríamos hoy durante la presentación de su colección de invierno 2022, ‘Desfile 360º’, en su show de la Semana de la Moda de París.

Antes del inicio del evento, el director creativo de la firma, Demna Gvasalia, publicaba un comunicado contundente en sus redes sociales. “Este espectáculo no necesita explicación, es una dedicación a la valentía, a la resistencia y a la victoria del amor y la paz”, finalizaba.

“La guerra en Ucrania ha desencadenado el dolor de un trauma pasado que llevo en mí desde 1993, cuando sucedió lo mismo en mi país de origen y me convertí en un refugiado para siempre. El miedo, la desesperación, la comprensión de que nadie te quiere”, señalaba.

“Es por eso que trabajar en este show esta semana fue increíblemente difícil para mí. Porque en un momento como este, la moda pierde su relevancia y su derecho real a existir. La Semana de la Moda se siente como una especie de absurdo. Pensé por un momento en cancelar el evento en el que mi equipo y yo trabajamos, pero luego me di cuenta de que cancelarlo sería ceder y rendirme al mal”, aseguraba.

Gvasalia quiso aprovechar su altavoz para representar ese viaje que a día de hoy le sigue marcando, un viaje que han tenido que realizar obligadamente más de un millón de ucranianos durante los pasados días. Por ello, construía una pasarela circular, 360º, rindiendo homenaje a su colección, que simulaba un desierto de nieve donde los invitados veían a los modelos luchar contra el viento y el frío a través de una cristalera; al igual que nosotros, a los afectados por la guerra mediante el televisor.

La colección de invierno 2022 de Balenciaga ejemplificaba a la perfección la elevación del streetwear, de donde procede el genio georgiano, a categoría de alta costura gracias al uso de diseños minimalistas y urbanos de gran inspiración athleisure, como los múltiples monos largos ceñidos con mangas guante, que recreaban una segunda piel, acompañados por gafas de estilo ciclista.

Además, ‘Desfile 360º’ reflejaba la no creencia de Demna Gvasalia en las tendencias y su búsqueda de la renovación de las prendas que la gente usa en la calle. La propuesta reinventaba los básicos de fondo de armario creando acolchados con efecto pelo, sudaderas elaboradas en tela vaquera o cuero e incluso camisas con estilo cargo.

El director creativo tampoco renunciaba a uno de sus sellos más distintivos: el uso del negro. Lo veíamos en los diversos modelos de vestidos presentados durante la colección. Desde modelos largos camiseros con escote en V hasta otros de escote bardot o ceñidos de cuello alto con mangas guante y capa.

Demna Gvasalia conoce la importancia de los detalles y en un acto provocador elaboraba bolsos con forma de bolsa de basura para unir toda la colección, referenciando a la pobreza que sufren los refugiados y la necesidad de llevar una vida entera a cuestas en un recipiente muy pequeño.

Tampoco podía faltar el dominio del volumen, la superposición y las formas. El diseñador georgiano mostraba sobre la pasarela sus icónicas blazers oversize XXL y trasladaba esta reconocible silueta a algunas de las camisas.

“Antes la moda iba de soñar. Creo que las nuevas generaciones de diseñadores son mucho más pragmáticas. Personalmente, creo que hay que ser práctico. Los vestidos de princesita son el problema de la alta costura. Son algo pasado e irrelevante. Hay que despertar nuevas conversaciones. La alta costura tiene que salir de la caja en la que se ha metido”, afirma Gvasalia.

Iphones como invitaciones

El show llevaba días causando revuelo en las redes sociales, ya que algunos de los asistentes publicaron vídeos del original método de invitación empleado por Balenciaga para su último desfile. La firma del Grupo Kering envió un iPhone a cada uno de sus invitados. Sin embargo, todos tenían las pantallas rotas.

Al smartphone le acompañaba un curioso mensaje: “Es un artefacto genuino del año 2022. No es funcional y debe usarse solo con fines de exhibición. Este documento certifica que este dispositivo es real. Su daño es, hasta donde sabemos, no fabricado artificialmente, sino causado por años de uso y luego por negligencia”.