"Estos son los zapatos que me pongo para el entretiempo", la directora de Moda dixit

Esta Semana Santa ha puesto a prueba mi armario; para ser más precisa, la parte del calzado. He estado estos días pasando del frío al calor permanentemente y me he dado cuenta de lo bien surtido que está de zapatos. No soy muchísimo menos Imelda Marcos (nota para las millennials y generaciones sucesivas: la primera dama de Filipina que se hizo conocida por su colección de más de 3.000 zapatos), pero ya os he comentado que mi madre trabajó muchos años en una zapatería y todo se pega menos la hermosura, así que cierta afición me generó. De su dilatada carrera en ese negocio, la mayor parte de los años solo vendía zapatos para caballero, en una tienda muy céntrica de Barcelona, junto a Plaza Cataluña.

Ahí la vi montar escaparates, hacer miles de etiquetas con los cambios de precio, recorrer las tres plantas de almacén subterráneo con más de 15.000 pares buscando modelos de todo tipo. Era un lugar curiosísimo que ganó todavía más interés cuando en los últimos años del negocio también incluyó entre su oferta modelos de mujer. Ahí ya nos volvimos locas, aunque teníamos puntos de vista estéticos diferentes: ella apostaba por lo que se vendía y yo por lo que se llevaba. Gracias a Dios, mi opinión nunca tuvo influencia en sus compras. Les hubiera arruinado el negocio. Echo de menos esos momentos.

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La cuestión, estos días he descubierto la importancia de no pasar ni frío ni calor en los pies. ¿Cómo lo he hecho manteniendo la dignidad estética? Están aquí algunos de ellos y creo que son aciertos para las próximas semanas.

Las zapatillas perfectas

Fue un regalo de los Reyes Magos de hace unos años y no las puedo usar más, tienen algo que las hace imbatibles y es que no dan calor nunca, y las puedes llevar sin calcetines perfectamente. Son de Golden Goose (435 euros).

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Unas bailarinas para todo

He salido de noche con ellas, también me las he puesto de día; de hecho, las llevo hoy puestas para empezar la semana a tope de brillo y de energía. Van con todo y son un acierto seguro. Son de Adeba Madrid (179 euros)

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Las fruilanas

Las llevas viendo en todos lados desde hace tiempo; yo también he caído, tengo que confesarlo. Es lo más cómodo del mundo y hay muchísimas marcas que las hacen. A mí me gustan las de Cayumas, que son las originales hechas en Venecia por artesanos de siempre y con forro de estampado liberty, impecables. Tienen tienda online y otra en Madrid. Si quieres unas 'made in Spain', puedes encontrarlas en la firma Flabelus; las de lino de verano son especialmente adecuadas para esta época. De Flabelus (79 euros).

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Un clásico de siempre

Recuerdo aún mis primeras Superga, creo que andaría yo por los 16 años y llegaron a mi vida, y de una forma más o menos constante han estado siempre presentes. Además, son las favoritas de Kate Middleton, y aunque no soy nada mitómana de nadie, esta chica que me parece tan sumamente práctica y acertada corrobora mi elección. De Superga (71 euros).

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Fundamentales

Si hay una pieza que no falta en mi armario desde que tengo uso de razón estilística son las alpargatas de Castañer. Debo confesar que soy fiel a esta firma desde niña, no pruebo otras. Les soy fiel de siempre. Una firma 'made in Spain' que ha convertido las 'espadrilles' en un must de las marcas internacionales... Toda mi admiración. De Castañer (80 euros).

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Con un plus

Las lleva mi sobrina y también mi amiga Laura, y son un must que además te levanta unos centímetros del suelo y aunque en mi armario tengo las planas debo reconocer que si volviera atrás o el día que se rompan, me subiré a ellas. De Converse (85 euros).

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Espero que todos estos tips te ayuden a solucionar la primavera.

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