Jennifer Lawrence, nueva musa del minimalismo: por qué la moda adora sus looks básicos

Ninguna celebridad de Hollywood que se precie, y más si en su estantería reposa una estatuilla dorada, deja al azar sus atuendos, ni tampoco sus apariciones públicas. Ahí es donde la labor del estilista cobra un papel vital. Encargados de encumbrar (o desprestigiar) a una figura a cuenta de su armario, en el trabajo de expertos en moda y personal shoppers recae el peso de la imagen exterior que exhiben esas famosas.

Del trabajo de Jamie Mizrahi, una afamada estilista estadounidense de 35 años, ya habíamos echado buena cuenta a través de los looks de la cantante Adele, la actriz Riley Presley Keough (hija de Lisa Marie Presley y nieta de Elvis Presley) o la socialité y diseñadora de moda Nicole Richie. Es un hacha. Con un nombre que se extiende, e incluso una firma propia, Kit Undergarments, especializada en ropa interior, no es casual que Jennifer Lawrence haya caído en sus manos para dar un giro a su estilo.

Tras las últimas apariciones protagonizadas por la actriz, bien en la alfombra roja, bien para sus salidas cotidianas a pie de calle, los críticos han coincidido en un mismo veredicto: la estadounidense es la nueva musa del minimalismo. No cabe duda de que, de un tiempo a esta parte, su guardarropa ha pegado un giro y ahora se alimenta de piezas esenciales al hilo de la tendencia del lujo silencioso. La estilista Jamie Mizrahi es la culpable.

La estrecha relación que la protagonista de 'Los juegos del hambre' mantiene con las firmas de lujo francesas también ha propiciado este fenómeno en torno a sus looks y forma de interpretar las tendencias de moda. Fue en febrero de 2013 cuando Lawrence se convirtió en embajadora e imagen de Dior, casa con la que, a día de hoy, mantiene su contrato. Es más, para recoger el premio Oscar como mejor actriz de aquel año, se enfundó en un imponente vestido blanco de la colección de alta costura de la maison. Considerado como el más caro en la historia del certamen cinematográfico (está valorado en 4 millones de euros), desde entonces, la alianza Lawrence-Dior ha seguido vigente.

Al guardarropa de la intérprete se han sumado otras enseñas como Loewe, Alaïa, The Row, Proenza Schouler o Stella McCartney. ¿Qué tiene todas en común? Forman parte del selecto grupo que nutre ese lujo silencioso. Esta tendencia es, en sí misma, la antitendencia. Es decir, en ella mandan el minimalismo, las prendas atemporales y la ausencia de emblemas. Tres premisas que también mandan en los looks de la oscarizada actriz.

Conjugando básicos de fondo de armario, una camisa de corte oversize en azul cuelo, un top deportivo negro, unos pantalones anchos tipo chino en azul marino, unas gafas de sol de pasta, unos zapatos de tacón destalonados acabados en punta y el bolso Puzzle Fold Tote de Loewe en tono verde oscuro, fue cazada hace unos días paseando por las calles de Nueva York.

Un cambio de rumbo fashion que empezó a materializarse en el año 2019, cuando empezó a incluir las citas marcas en sus atuendos por cortesía de Mizrahi, y que hoy se sostiene con estilismos tan simples como los que luce sobre el asfalto o con los que desfila por las alfombras rojas de todo el mundo. En ese preciso momento, su armario pasó de ser el de una joven trendy a convertirse en el de una mujer madura con dotes de icono de moda global.

Con un 'little black dress' armado de Givenchy, un modelo tipo blazer, acudió a una de las premières de 'Sin malos rollos'. Protagonizado por unas hombreras gigantescas, el diseño presentaba un cierre frontal con botones, mangas tres cuartos, cuello con solapas de muesca y falda ligeramente evasé. Debajo, un cuerpo fabricado en tejido red con el cuello subido.

Las piezas bailan al mismo son y, a la vez que juegan con las corrientes de moda, basan sus cimientos en la atemporalidad. Patrones limpios, cortes depurados y estructuras sencillas que esconden una labor de costura exquisita e impecable. Un trabajo a manos de modistos con experiencia de sobra que logran elevar prendas esenciales a objetos de deseo. Los colores huyen de las estridencias y se centran en la gama neutra: negro, gris, azul marino, blanco y poco más. Siempre le acompañan accesorios de alta gama. Un mix que, en la práctica, ayuda a Lawrence a cumplir a la perfección con los preceptos de esta doctrina estética que hoy manda en la industria de la moda.

Fue en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes cuando la estrella de Hollywood volvió a hacer historia al combinar un vestido rojo de alta costura de Dior con unas chanclas de goma. Además del comentado atuendo, un combo con calzado 'comfy' que dio la vuelta al mundo, de la maison lució un diseño con el tejido de malla tendencia de la temporada. Emulando la estética griega, la estilista de Lawrence seleccionó para ella una pieza de red metálica, sin costuras y con la espalda descubierta.

De esencia purista e imagen sobria, la calidad de las piezas, dando especial relevancia tanto a los tejidos y materiales como a las siluetas, consiguen que los looks de la estadounidense adquieran mucha más relevancia y, como consecuencia, sea la nueva musa del minimalismo.