Así es Riley Keough, nieta de Elvis Presley: de los juzgados al éxito y su fortuna millonaria

Tendrían que pasar 12 años desde la muerte de su abuelo, Elvis Presley, para que ella naciera. Aun así, no se ha librado de la estela de escándalos y tragedias que rodean a los descendientes del rey del rock, fallecido en agosto de 1977. Quizá por eso Riley Keough, a pesar de estar vinculada a la moda y la actuación, se ha mantenido ajena al universo hollywoodiense que tan bien conoce. Aunque eso no impide que destaque en su trabajo.

Mientras triunfa como estrella de rock en la serie ‘Todos quieren a Daisy Jones’, hace unos días era también noticia por la disputa judicial que mantiene con su abuela, Priscilla Presley, por el control del legado de Elvis Presley y la herencia de Lisa Marie, su madre, fallecida en enero pasado. Al parecer han llegado a un acuerdo, aunque no han transcendido los términos, pero está por ver qué privilegios ha recuperado Priscilla sobre la codiciada finca de Graceland (Memphis), que aporta ganancias millonarias por las visitas.

Este lugar mítico fue el lugar de recreo de Riley Keough, de 33 años, cuando era una niña, y el de su hermano Benjamín, fallecido en 2020 por suicidio. Los dos nacieron de la unión de Lisa Marie con el músico Danny Keough. Tras el divorcio, ella se casó con Michel Jackson, y los pequeños se trasladaron a Neverland (Santa Bárbara), otro famoso rancho lleno de referencias.

En aquel ambiente, Riley, que no acudió a colegios, recibió sus primeras enseñanzas. Ya de adolescente decidió probar como modelo. Debutó en la pasarela con 14 años y en tiempo récord consiguió lo que otras logran en años: desfilar para los mejores y posar para portadas de revistas. Pero enseguida eligió dedicarse a la interpretación.

Con 20 años obtuvo su primer papel en ‘The Runaways’, ficción sobre la banda de rock de los años 70. Realizó algunas intervenciones destacadas en filmes como ‘American Honey’ o ‘La casa de Jack’, y conoció al director Steven Soderbergh, quien produjo su siguiente éxito televisivo, ‘The Girlfriend Experience’. Su papel de una estudiante de derecho convertida en prostituta le valió su primera nominación a los Globos de Oro.

Gracias otra vez la tele y a otro drama musical se ha convertido en una de las actrices del momento. Riley Keough protagoniza ‘Toos quieren a Daisy’. Basada en una novela superventas y con Reese Witherspoon como productora, interpreta a la solista de una banda de rock, Daisy Jones and the Six. Ambientada en la década de los 70, recrea la lucha de una cantante contra sus adicciones, justo en la misma época en la que falleció su abuelo, Elvis Presley, por esa razón.

De hecho, la ficción de Prime Video incluye un guiño al rey del rock. Cuando el personaje de Riley toca la guitarra, lleva la misma correa que lució Elvis sobre el escenario. Además, uno de los temas interpretados se ha convertido en la primera canción de ficción en colarse en el número uno de descargas en iTunes.

Este triunfo coincide en el tiempo con el litigio legal con su abuela, Priscilla Presley, que saca a la luz su vasta herencia, estimada en más de 100 millones de euros. Es la heredera de Elvis Presley, la cuarta celebridad que más ingresos genera después de muerto, y entre sus bienes están Graceland y el 15 por ciento de los beneficios generados por el merchandising, así como trajes, coches, premios y otros objetos de Elvis.

Sin embargo, esta batalla familiar, la muerte reciente de su madre o el recuerdo amargo de su hermano empañan su existencia. Muy reservada, apenas transcienden aspectos personales. Vegana, está casada con el doble de acción Ben Smith-Petersen, a quien conoció en ‘Mad Max: Furia en la carretera’, y es madre de una niña de un año. Ha confesado padecer la enfermedad de Lyme, afección que se contrae por la picadura de garrapatas.