Aitana, la estrella invitada del desfile de Emporio Armani en Milán que impone la estética coquette

Las pasarelas no han dejado de rodar en Milán durante las últimas 48 horas. Una de las consideradas capitales de la moda a nivel mundial se encuentra celebrando su fashion week desde el pasado día 20. Ayer, en la segunda jornada, todos los titulares se centraron sobre dos firmas en concreto. En primer lugar, Fendi con su introducción del arte en los patrones, y posteriormente, en la invasión de las influencers españolas, como Madame de Rosa o Dulceida, en la reinvención del ADN de Alberta Ferretti.

Sin embargo, a causa de un ritmo absolutamente frenético, al igual que el de las tendencias, lejos han quedado ya ambos momentos. ¿El motivo? Hoy, jueves, ha reaparecido Prada, la enseña que codirigen Miuccia Prada y Raf Simons y es considerada la más deseada según el ranking que cada año elabora la plataforma Lyst. A ella la ha seguido Emporio Armani. La línea más juvenil del genio italiano, quien a través de su propuesta para el próximo otoño-invierno 2024/2025 ha intentado imponer la estética coquette.

“La colección representa un homenaje a un cielo nocturno luminoso, acolchado de estrellas y regido por una luna brillante”, explican en el perfil oficial de Instagram de la casa. Por ello, más allá de ver los cuerpos celestes estampados sobre prendas acolchadas y de tejido joya o metalizado, el final del desfile ha estado protagonizado por un sketch en el que varias modelos han paseado con paraguas por un camino en penumbra en el que la nieve -obviamente artificial- no dejaba de caer.

Sin embargo, esta inspiración encuentra una línea directa con uno de los grandes fenómenos del momento dentro de la moda femenina: la estética coquette. Como su propio nombre indica, nacida de la palabra francesa 'coquette' (coqueta), el movimiento abraza por completo la feminidad tradicional y refinada concebida desde el punto de vista más naif e infantil. ¿Uno de sus elementos más distinguidos? Los lazos en todas sus formas y tamaño o los zapatos como los mocasines o las bailarinas.

Precisamente, todas estas piezas se han incorporado, de manera muy inteligente, a lo largo de la última colección de Emporio Armani, donde, a pesar del origen italiano de la marca, el chic parisino ha estado muy presente. Jerséis de punto de cuello redondo y corte crop, conjuntos dos piezas de lana o pijameros, camisas blancas y pantalones de pinzas, elaborados en azul eléctrico, verde y gris, colores fetiche de la casa, han sido rematados por múltiples boinas a conjunto.

Otro punto a destacar dentro de esta propuesta es que se ha rendido al fenómeno viral del momento y también encontramos la confección de varias prendas trampantojo. Las blusas se tornaban en camisas, mientras que las camisas lo hacían en jerséis, gracias al uso de originales materiales y patrones.

Por último, esta estética reivindicada especialmente por las mujeres de la Gen Z, a quienes está dirigida Emporio Armani, bajo el mensaje de que los hombres no deben renunciar a los gustos de su infancia, ni son ridiculizados por ellos, ha llevado lo coquette incluso al terreno de la noche al acompañar sus vestidos largos de gala con pañuelos de lentejuelas anudados al cuello.

Como no podía ser de otra manera, un icono joven, además español, ha sido el principal protagonista de este desfile. Hablamos de la cantante Aitana Ocaña, la cual ha posado con un conjunto dos piezas rosa de chaqueta crop de cuello redondo y minifalda de tubo con lazo negro en su melena antes del inicio del show. Y, tirando de redundancia, su look no puede ser más coquette.