Isabel Marant muestra su lado más animal en la pasarela

Las modelos que iban a desfilar esta noche en París hacían el típico vídeo de 'What's in my bag?' Y lo que parecía que se iba a convertir en una promoción de los accesorios de la marca eran unos graciosos vídeos en los que estas se encontraban cosas de lo más 'sui generis' dentro de los bolsos de Isabel. Desde un trozo de queso a un bote de salsa picante, un fuelle, coles de Bruselas, guantes de goma o un marco con la foto de la diseñadora y todo tipo de elementos que acompañaban de divertidos comentarios, y así sorprendían a los seguidores de la firma en redes sociales.

Como reza la página web de la firma francesa: "Han pasado más de 25 años desde su fundación y nada ha cambiado: Isabel Marant sigue siendo la casa de moda francesa más indisciplinada", de ahí que hagan estos juegos en los que demuestran su carácter irreverente, que ha convertido a Marant en una de las mayores representantes del chic francés rebelde. En la propuesta de hoy, su conocida rebeldía se ha sumido al lado salvaje de los estampados animal que adora: leopardos, serpientes en prendas y en accesorios. Seguro que las medias estampadas se convierten en un must.

Cómo no, flecos, tachuelas y un aire del Oeste, con un rock touch, también han formado parte de la historia que nos ha contado en la que las superposiciones demostraban que sus tiendas estarán llenas de prendas en unos colores rey: marrón, rojo, beis y negro. Y quien no quiera formar parte de este arcoíris puede irse a otro lado.

La diseñadora siempre ha sido considerada una alborotadora y hoy ese espíritu tan reconocible ha pisado fuerte sobre la pasarela. Isabel ha vestido a sus modelos y a sus clientas, como siempre, para la vida cotidiana, ya sea para subir en moto o pasear por la calle. Siempre se ha vanagloriado de que ninguna de sus prendas sale de su taller sin que ella se la haya probado antes. De ahí que todo respire la huella personalista de la creadora.

Maravillosa mezcla de creatividad desenfrenada, seducción asumida y búsqueda incansable del placer, los looks desenfadados de Isabel Marant son una oda al desorden sublime de la vida. Ella nos demuestra que el estilismo es fundamental en cada una de las salidas, no solo es el qué, sino el cómo. Chaquetas y abrigos, medio colocados sobre los hombros, medio abrochados, pantalones semicaídos... Todo en una naturalidad forzada, pero que parece lo de siempre, natural.

Su primera marca, Twen, de prendas de punto y jerséis, que fundó en 1989, sigue estando presente en todos sus desfiles, estos son siempre prendas relevantes como hemos podido ver en varias de las salidas, esos jerséis plagados de detalles aunque a primera vista no lo parezcan. La piel también ha sido una de las protagonistas.

Nos ha llamado la atención quizá una dosis más de desenfado, unas botas babosas, líquidas, se derramaban en ante sobre los tobillos de las modelos, que sin renuncias a lo artístico se rendían a lo casual.

Apasionada de la artesanía, Isabel apuesta desde siempre por el trabajo hecho a mano y lucha, colección tras colección, por la preservación de la artesanía textil, especialmente a través de su fondo de dotación, creado en 2021. Hoy lo ha vuelto a hacer.