La nueva estrella de la moda es Brigitte Macron: el secreto tras su posado con Nicolas Ghesquière
Los kioscos de Francia han amanecido con una portada insólita en una revista femenina. La primera dama junto al diseñador de Louis Vuitton, un retrato único y excepcional
Nicolas Ghesquière, el director creativo de Louis Vuitton, es el amigo de las celebrities. En todos sus desfiles se ha notado por la numerosa presencia de actrices en la primera fila venidas desde Hollywood, embajadores de marcas de primer nivel y hasta pesos pesados de la industria, quienes aplauden su ingenio. Quizás sea por el aspecto teatral de sus innovaciones, en el que se ven a sí mismos. O por su capacidad para mezclar y combinar los temas más opuestos en un género completamente nuevo, pero todos admiran su destreza.
Sabíamos que sus tentáculos a nivel social eran largos, pero lo que no nos podíamos imaginar era que llegaran hasta el Elíseo. Hoy lo hemos descubierto gracias a la portada de la publicación francesa 'Madame Figaro'. Según se publicaba esta mañana en las redes sociales del diseñador y la publicación: "A partir de 2017, se establece una relación de complicidad entre la primera dama y el director artístico de las colecciones femeninas de Louis Vuitton. Una línea estilística única que nos deja un entretenimiento exclusivo".
Desde que Brigitte empezó su andadura como primera dama francesa de la mano de su marido, Emmanuel Macron, su fidelidad para con la marca ha sido una de las señas de identidad de este Gobierno.
Se ha dejado seducir desde el principio por las creaciones del director artístico de Louis Vuitton; no es un secreto que Brigitte Macron es amiga de la familia Arnault, y más concretamente de Delphine Arnault, directora general adjunta de la maison francesa y directora general de Dior.
Pero esta amistad viene del colegio, sí, como lo lees. Brigitte Macron era la profesora de francés de Frédéric y Jean, los hijos menores de Bernard Arnault. Brigitte Macron no volvió a ver a Delphine Arnault hasta 2014. Se hicieron amigas durante un almuerzo en Nueva York en el verano de ese año, acompañadas de sus respectivos cónyuges, Emmanuel y Xavier. Desde entonces, la esposa del candidato presidencial luce Vuitton en cada una de sus salidas públicas, aunque fuentes oficiales dicen que se trata de préstamos.
Pero la primera dama no es la única firma francesa que luce. Recientemente, la hemos visto con una chaqueta de Balmain o con un vestido de Courrèges.
Esta portada es un hecho inaudito, por lo menos en nuestro país. Begoña Gómez se prodiga lo justo y necesario, aunque sí intenta mostrar su interés por la moda española y no falla en la Mercedes-Benz Fashion Week. Pero dar apoyo de una forma tan clara a tan solo una marca se vería con ojos críticos.
Aun así, en Francia, hablar de Louis Vuitton es hablar de moda francesa, y es lo que ha hecho Brigitte, una forma de dar apoyo y visibilidad a todo el sector. Aunque seguro que surgirán voces disonantes.
Nicolas Ghesquière, el director creativo de Louis Vuitton, es el amigo de las celebrities. En todos sus desfiles se ha notado por la numerosa presencia de actrices en la primera fila venidas desde Hollywood, embajadores de marcas de primer nivel y hasta pesos pesados de la industria, quienes aplauden su ingenio. Quizás sea por el aspecto teatral de sus innovaciones, en el que se ven a sí mismos. O por su capacidad para mezclar y combinar los temas más opuestos en un género completamente nuevo, pero todos admiran su destreza.