Penélope Cruz triunfa a los 50 con un estilo años 50: vestido de Chanel, diamantes y clave lencera en la MET Gala

No estaba confirmada su presencia, pero en los circuitos de la moda se rumoreaba que Penélope Cruz, nuestra actriz más internacional, volvería a desfilar por la alfombra roja de la Met Gala por segundo año consecutivo. En realidad, para la madrileña, la cita de 2024, suponía su cuarta visita a la gran fiesta de la moda. Nada más entrar en las inmediaciones del Museo Metropolitano de Nueva York, Cruz reconoció a los medios de comunicación allí congregados que estaba nerviosa, pese a que ya no venía a cumplir con el papel de anfitriona.

Recordemos que el año pasado, al igual que Zendaya y Jennifer Lopez en esta edición, fue una de las organizadoras invitadas de la gala, una gala que quiso rendir homenaje al que, en vida, había sido su gran amigo Karl Lagerfeld. Para ello se enfundó en un diseño joya de inspiración nupcial de los archivos de Chanel, concretamente, de la colección Alta Costura primavera-verano de 1988. Después de ser una de las más elegantes de aquella noche y engordar el listado de mejores looks vistos en la historia de la Met Gala, se esperaba su aparición y su vuelta con tantas ganas como expectación por el atuendo elegido.

Lo que no fue ninguna sorpresa es que Penélope Cruz, imagen y embajadora de Chanel, luciese un diseño de la maison francesa. Tal y como la musa de Pedro Almodóvar explicó, el suyo, su traje, "estaba inspirado en otros diseños de la casa que vieron la luz en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, y que en esa mezcla entre el presente y lo que el archivo de la firma, encontró su estilismo ideal para la Met Gala 2024".

Una combinación de varias ideas para un resultado que habló por sí solo: un auténtico despertar del Hollywood dorado en un vestido de Chanel que nos habló de otras décadas. Al margen de las propuestas presentadas por Virginie Viard sobre las pasarelas, incluso la más reciente vivida en Marsella hace unos días, la casa francesa ideo un traje exclusivo y a medida para una de sus grandes amigas.

Lo miremos por donde lo miremos, al vestido de Chanel para Penélope Cruz no le falta el más mínimo de los detalles para otorgarle el calificativo de obra de arte, una obra de arte que vuelve a poner en relieve el valor de la Alta Costura.

Confeccionado con varios tejidos de encaje fusionados en un todo, sobre un fondo de color plata y dejando que en determinados paneles se viera ese contraste con el negro, el modelo estaba repleto de puntillas y retales lenceros. Al negro y el plata mate del forro debemos añadir un tono más, el metalizado que bañaba tanto el encaje como los botones que el vestido de la maison francesa presentaba en la espalda. Como guiño a sus orígenes, esos botones que Cruz lucía en la parte trasera presentaban forma de la adorada y venerada camelia de Coco Chanel.

Dejando expuesta una exquisita confección a modo patchwork en clave lencera, el patrón del vestido habló por sí solo. Escote Bardot decorado con puntillas y unas pequeñas mangas que envolvían a la actriz, cuerpo ceñido hasta la cintura y de ahí, una gran falda voluminosa y corpulenta con cola. Como buena embajadora de Chanel y recién cumplidos los 50 años, Penélope Cruz defendió este diseño de corte clásico en negro con reflejos metalizados. A diferencia de otras invitadas que apostaron por lo obvio, una estética entre ninfa y hada que iba en consonancia con la temática impuesta este año, la madrileña resucitó la moda de los 40 y los 50, un verdadero despertar en forma de vestido.

Como aderezos al vestido, una ristra de imponentes joyas de Chanel con diamantes y la camelia como protagonista, una diadema con un lazo negro decorando su melena midi con ondas glam, y un maquillaje en tonos marrones. No necesitó nada más para brillar y arrasar una vez más en la alfombra roja de la Met Gala.