Nos colamos en exclusiva en la fiesta tras el desfile de Encinar Brand

Bienvenidas al fascinante universo de Fabio Encinar. A través de nuestros ojos -y algún que otro objetivo con un inmenso flash-, estáis a punto de acceder en exclusiva y de la mano de Vanitatis no solo a los opulentos pasillos y salones del que décadas atrás fuese el hogar del duque de Santo Mauro, sino también al que podríamos bautizar como una de las citas 'fashion' imprescindibles del primer trimestre de este 2025: el desfile de la colección otoño invierno 2025 del diseñador -también fiesta de su 34 cumpleaños-.

Celebridades del mundo del cine, la moda, la comunicación y la política se entremezclarán con las historias escondidas bajo los mármoles, espejos y bronces de una joya arquitectónica del siglo XIX, ensamblada entre el barroco y el rococó -en lo meramente decorativo-. Probablemente, uno de los últimos resquicios de Francia en el madrileño barrio de Chamberí. Por consecuencia, resultaría inteligente resumir la velada con dos populares expresiones del citado país: ‘très chic’ o ‘savoir faire’. No obstante, podría ser contradictorio; son muchos los secretos por descubrir.

20:00, Palacio de Santo Mauro, el cielo cayéndose sobre la tierra, pero todo está preparado. Al igual que cada noche desde hace casi cincuenta décadas, de origen nobiliario, el corazón de Almagro está a punto de transformarse en un gigantesco cocktail social. Sin embargo, este 10 de marzo cuenta con una cita especial. Su mejor palacio cierra sus puertas para acoger a tan solo 180 afortunados. Estos lograrán evitar la clandestinidad de sus calles tan solo por un rato, gracias al poder de la moda.

Encinar Brand, una de las firmas favoritas de los rostros conocidos nacionales, reúne a sus mejores embajadoras, clientas y amigas a lo largo de los seis salones principales del espacio que fuese también embajada de Canadá y Filipinas. De esta manera, Nuria Roca, Raquel Sánchez Silva, Mar Flores, Paula Nata, Sofía Paramio, Lulu Domecq Figueroa, Paula Vázquez, María Martín de Pozuelo o Ana Cristina Portillo, entre otras, se adueñan de un oasis de lujo dividido en 240 metros cuadrados con piezas de mobiliario tan exclusivas como armarios lacados Coromandel de la dinastía Qing o apliques de piña de cristal de Murano del Casino de Antibes de los años 30.

Sin embargo, esta majestuosidad está a punto de ser invadida por las nuevas creaciones de la marca, las cuales, siempre fieles a su ADN romántico y atemporal, protagonizado por los maxilazos y las siluetas arriesgadas llenas de volumen, navegan entre las señoras de reputación intachable y aquellas de algo más dudosa fama, incluídas desde las de la corte de Alfonso XIII a las chicas de compañía de la calle Fortuny en la década de los 80.

Solo así, los vestidos de gala, largas colas y ricos bordados de seda se funden con otros minis, plagados de paillettes y plumas en forma de garzas en diademas, produciéndose la unión de dos mundos, aparentemente enfrentados; lo elegante y lo provocativo.

“Plasma una cara B de la noche madrileña que aparece en forma de (lo que siempre nos enseñaron a llamar) ‘travestis’, esperando comenzar su jornada laboral, mientras esas otras mujeres de linaje inalcanzable regresan a colgar sus prendas en su vestidor. Todo un relevo social en el que el barrio transforma sus fiestas y cenas en casas con blasón, por encuentros furtivos alejados de la luz de una farola. Es ahí donde nace esta colección”, asegura a Vanitatis el creativo de la firma.

Una propuesta rendida a la 'Dolce Vita', al arte de vivir sin prisa, a la artesanía... Por ende, la gran sorpresa de la noche llega de la mano del grupo musical Amaral. Eva Amaral y Juan Aguirre interpretan inesperadamente el 'single' de su nuevo álbum, dedicado precisamente a dicha filosofía de vida italiana. Y sí, bajo la magia y el poder de sus letras, consiguen poner el universo de los 180 invitados sobre ellos mismos. Todos cantan, todos graban y todos se emocionan. Durante cinco minutos no existe nada más allá de las paredes del Santo Mauro.

Solo quedan ganas de compartir, un sentimiento de familia. De esta manera, Vanitatis tiene la oportunidad de conocer hasta los rincones más recónditos y exclusivos de la joya arquitectónica del siglo XIX, guiados propio Fabio Encinar y sus amigas íntimas, las empresarias Sofía Paramio, Paula Nata y la pintora e influencer Lulu Domecq Figueroa. La confianza es tal que por qué no decirlo llegamos a invadir sin reparo su habitación personal -aunque con invitación previa-.

También con permiso, entre copa y copa de champagne, reunimos a sus mejores modelos -y diseños-, reunidos en perfectos corrillos como si de la recepción presidida en el Palacio Real por Sus Majestades los Reyes el 12 de octubre se tratase. El espacio, decorado por el interiorista ilustrado Lorenzo Castillo, está inundado de piezas de volantes, volumen, tafetán, plumas y siluetas arriesgadas, portadas por las grandes amantes de la firma, entre ellas Paula Vázquez, Andrea Levy, Lidia Torrent Anca, Lorena Durán o Carmen Farala.

En definitiva, nadie ha querido perderse el estreno de Fabio Encinar fuera del calendario oficial de la Semana de la Moda de Madrid. Tras su desvinculación de la MBFWM después de dos años presentando sus nuevas creaciones en el pabellón 14.1 de IFEMA, su independencia, al igual que su 34º cumpleaños, se ha celebrado por todo lo alto; Vanitatis también lo ha hecho.

Cae la medianoche en el corazón de Almagro y bajo el acecho de la clandestinidad el telón de una noche mágica cae frente a nuestros ojos sin la necesidad de las tramoyas de un teatro. Ahora, solo queda alimentar los buenos recuerdos de una velada de alto impacto.