Es noticia
Menú
Crónica 3. 30 de Julio de 2013
  1. Estilo
  2. Ocio
SEGUNDO VIAJE Al EXTREMO AL ESTE DE EUROPA CONTINENTAL

Crónica 3. 30 de Julio de 2013

Como ya he contado, el problema del anterior viaje fue que el punto cardinal situado al Este de Europa, resultó inaccesible para mi moto. Mi BMW 1200

Foto:

Como ya he contado, el problema del anterior viaje fue que el punto cardinal situado al Este de Europa, resultó inaccesible para mi moto.

Mi BMW 1200 GS Adventure, vacía pesa 240 kilos, más los 50 litros de gasolina y el equipaje, elevaba el peso total a más de 300 kilos. Además de ser un artefacto inmanejable por aquellos barrizales, levantar la moto yo solo, cada vez que me iba al suelo, era toda una ceremonia. Así que esta vez, que solo tenemos como objetivo finalizar aquella parte del viaje, he empezado por conseguir una moto adecuada, para estos menesteres, es decir, una moto de enduro pura y dura.

Las motos de enduro son máquinas, en general, de entre 250 y 450 cc. Las hay más grandes, pero son de enduro-aventura. Son motos de 100 a 120 kilos, con depósitos de no más de 8 litros y por lo tanto con una autonomía limitada. Simplificando, las enduro son un mixto. Es como un todo terreno de dos ruedas. Están entre lo que sería una moto de trial, con las que suben a los árboles y las de cross, que son de carreras en circuitos de tierra y barro.

Podía haber optado por una moto de aventura ligera tipo Yamaha XT 660, pero son motos que ya pasan de los 200 kilos, así que no ganaba gran cosa. He preferido entrar desde abajo, optando por una moto realmente ligera y equiparla con lo imprescindible para soportar el viaje. En esencia, había previsto aumentar la autonomía, reforzar algunas partes frente a las caídas (sobre todo proteger los radiadores de agua), montar GPS y equiparla con algún tipo de alforja, para el equipaje de seis a siete días.

Finalmente he optado por una Honda CRF 450 X, la versión del 2011. Me he dejado llevar por mí devoción a mis dos marcas preferidas (Honda y BMW). Honda tiene una oferta muy limitada en motos de campo y esta es casi una moto de competición matriculable.

Pesa unos 120 kilos, las Honda siempre pesan un poquito más que sus competidoras, da unos 50 brutales cv, es muy alta y espero que muy fiable. Tiene la ventaja de llevar carburador, en lugar de inyección y pedal de arranque, que siempre es una ventaja cuando te quedas sin batería, por ahí perdido.

Ya la he estrenado y “estrenao”. El día que la compré, salí de casa como un chiquillo a repostar, con un niki y sin otra protección que el casco. Me sentí cómodo desde el principio. Después de echar gasolina, di unas vueltas por el pueblo, me gustó, salí al campo, me seguía sintiendo cómodo, fui apurando, parecía que la moto y yo nos conociéramos desde hacia tiempo, aquello iba de maravilla, noté que me iba calentando, seguí y... todo ocurrió en décimas de segundo. Me di cuenta de que estaba apretando demasiado la maneta del freno delantero, hábito de las motos de carretera. Quise rectificar, pero era tarde. La moto ya estaba rodando por el suelo y yo volando. Lo de los campos gravitatorios siempre me ha fascinado. No solo no podemos anularlos, lo que me hubiera venido estupendamente, no podemos ni perturbarlos mínimamente. Así que el campo gravitatorio terrestre actuó como acostumbra y mis costillas dieron buena cuenta de su intensidad. Iba sin protecciones y mi reencuentro con la corteza terrestre fue dolorosa. Realmente sentí crujir mis costillas. Cuando pude levantarme note gotear la sangre por el brazo derecho como consecuencia del rasponazo por la tierra.

Volví a casa con el niki hecho jirones, el hombro derecho muy dolorido y mucha sangre en el brazo. Había sangre hasta en la moto. La ventaja de llevar casco, es que hasta que no estás frente a tu casa, esperando que se abra la puerta del garaje, la gente no sabe quién es tipo que parece volver de la guerra en moto. Cuando entré en casa mi mujer, que ya me esperaba preocupada porque llevaba fuera dos horas para echar gasolina, me miró con cara de "...pobrecillo, que se le va hacer...". "¿Te has roto algo?- me preguntó. ¿He de llevarte al hospital?". "No. Creo que no tengo nada roto". En silencio saco del armario de la cocina el agua oxigenada, el algodón, las vendas y el esparadrapo. “Ya me avisarás si necesitas algo.” Me pareció lo mejor. Curarme solo, en silencio y procurando no manchar demasiado, era lo razonable. Si llego a pedir ayuda, seguro me la habría dado,...después de prenderle fuego a la pobre moto y todos los cachivaches que la acompañaban. Salvo el niki, algunos plásticos de la moto y el amor propio, no me rompí nada, pero me fastidié mucho el hombro derecho, por una fuerte inflamación (me hicieron una resonancia) del tendón del supraespinoso. Duele mucho pero suena bien ¿no?. No pude levantar el brazo durante días. Los progresos están siendo muy lentos y espero estar razonablemente recuperado para el viaje.

Tarek tiene una Huqsvarna, también de cuatro y medio, a la que ya está muy hecho. Además es una moto más adecuada que la mía para el viaje que tenemos por delante. Es más dócil. En cualquier caso, es una pena que no podamos llevar dos motos iguales, lo que simplificaría mucho los mantenimientos, las herramientas y sobre todo los recambios a llevar durante el viaje, pero... es lo que hay. Esta vez no hay presupuesto para ir en plan gemelos¸ comprando dos motos iguales y dos equipaciones idénticas.

El segundo elemento en importancia era decidir como transportar las motos hasta donde se acaba la carretera y empieza el barro. Esto ocurre a partir de la ciudad de Ukhta, que fue mi cuartel general en el anterior viaje. Hay unos 6.000 kilómetros desde Madrid y obviamente es imposible hacerlos con una moto de enduro, así que había que conseguir un medio de transporte y... gran sorpresa. No ha habido forma de conseguir que alguien quisiera alquilarnos una furgoneta para ir a Rusia. He pedido incluso ayuda a alguna compañía amiga, para que lo tratara con sus proveedores de vehículos de alquiler. Me he brindado a dejar un aval... Todo ha sido imposible. La opción de la furgoneta era sin duda la mejor. Es discreta, llevas ocultas unas motos que son golosas, puedes llevar mucho material, incluso hacer algo de mantenimiento de la moto protegido, vestirte, viajan rápido, no gasta demasiado,...era perfecto, pero no ha sido posible.

Al final, he tenido que montar una "bola" en uno de los coches de casa, me he hecho con un remolque ligero para motos y vamos a hacer el viaje de esta forma. No me gusta. Lo de la furgo me hacía gracia. Llevar en ella las dos motos y todo el material, en plan hippy, recorriendo toda Europa, iba a ser divertido. Con lo del remolque, parece que nos hemos perdido al volver a casa, después de un domingo de campo.

Como ya he contado, el problema del anterior viaje fue que el punto cardinal situado al Este de Europa, resultó inaccesible para mi moto.

Gasolina Honda Madrid Transporte
El redactor recomienda