Rituales de la noche de Halloween para el amor, la protección y la buena suerte

Existen muchas maneras de celebrar las fechas señaladas y la noche de Halloween no es una excepción. Aunque lo más habitual y familiar es disfrazarnos de algo tenebroso y organizar una divertida fiesta en casa o acudir puerta a puerta en busca de caramelos, esta no es la única forma que tenemos de aprovechar la noche mágica en la que el mundo de los muertos y el de los vivos están más cerca que nunca.

Existen rituales para celebrar el equinoccio de otoño, también en las bodas civiles hay algunos que nos sirven para celebrar el amor de la pareja. En este caso, en función de lo que esperamos conseguir, se pueden poner en práctica unos u otros, pues no será igual si buscamos el amor, esperamos tener suerte en la vida, un futuro más próspero o si nuestra intención es honrar a nuestros antepasados.

Esto último, de hecho, nos acercaría un poco a las tradiciones habituales del Día de Todos los Santos, donde además de llevar flores al cementerio, rezar por los difuntos o celebrar una misa en su honor, también se suelen encender velas en la víspera. Al hacerlo estamos prendiendo un fuego sagrado que guía las almas de los difuntos que nos vienen a visitar en esa noche tan especial.

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La mayoría de los rituales asociados a Halloween no están relacionados con la tradición católica, pero algunos de ellos también están destinados a apreciar a esas personas que ya no están entre nosotros. Por ejemplo, desde Reyes Pont, de Miistico (profesionales de tarot, astrología, canalización y numerología), nos proponen un ritual que se emplea para agradecer y honrar nuestro pasado y todo aquello que nos ha traído hasta donde estamos hoy.

Solo necesitas incienso copal, un atadillo de salvia blanca, una vela blanca y Selenita, un cristal conocido por sus propiedades. Se comienza haciendo una limpieza energética del espacio, pasando primero el incienso copal para limpiar y después el atadillo para purificar. Hay que crear un ‘altar’ o ‘espacio de amor y cariño’, con la intención de ayudarte a conectar con los que ya no están presentes. Para ello, toma cualquier objeto que te recuerde a ellos y colócalos en el altar con la vela blanca y la Selenita.

En una hoja de papel, escribe el nombre de cada ser querido y un agradecimiento que tengas hacia ellos. Quema el papel y deja que la vela se consuma, dando las gracias juntando ambas manos con la Selenita entre ellas. Para terminar, coloca la Selenita en algún lugar de la casa para aportar paz, protección y calma.

Otros rituales para la noche de Halloween

Halloween no solo es una fiesta para disfrutar de los disfraces, en realidad es una celebración de origen celta y era originalmente conocida con la palabra gaélica de Samhain, que se traduce como ‘fin del verano’. En este día, los antiguos celtas conmemoraban el año nuevo celta o el final de la cosecha, el otoño y su caída de las hojas marcaban el fin de un período y el inicio de un nuevo ciclo. Esta se consideraba una fiesta de transición y apertura hacia algo nuevo.

Se creía que en Samhain el velo entre el mundo terrenal y el espiritual se estrechaba, permitiendo a los espíritus cruzar a través de este. Por ello se realizan rituales que aprovechan la magia intrínseca de esta velada. Algunos de ellos, por ejemplo, están destinados a atraer el amor o mejorar las relaciones ya existentes.

Durante la noche de Halloween, llena una copa con agua, coge una vasija de cerámica, un par de tallos de canela y una vela roja. En una habitación tranquila escribe en un papel tu nombre y seis cosas que sientes que afectan a tu vida amorosa. Enciende la vela, lee tres veces lo escrito en voz alta y, al terminar, quema el papel dentro de la vasija, añade la canela y cuando el papel arda casi por completo, apágalo con el agua de la copa. Tira el contenido por la ventana y deja que la vela se consuma hasta el final.

Si lo que buscas es atraer la buena suerte, necesitas tener a mano unas cuantas castañas. Usa una por cada miembro de la familia y en cada una de ellas escribe su inicial con un lapicero. Colócalas sobre un pañuelo blanco, cúbrelas con hojas de laurel y canela en rama y ciérralo con un nudo. Al día siguiente entrega a cada uno su castaña, que será su amuleto durante todo el año.

Rituales que se basan en la fuerza de la fe, en la energía de la naturaleza y en la magia propia de esta noche tan especial y diferente, para que podamos conseguir esos pequeños deseos y esperanzas que tanto ansiamos. Una vida más afortunada, una relación más saludable o una muestra de respeto a quienes nos han ayudado a recorrer el camino que es nuestra vida.