Ceremonia de la plantación: el ritual de boda para amantes de la naturaleza

A menudo, cuando una pareja de novios se plantea darse el "sí, quiero" mediante una ceremonia civil, no sabe en qué consistirá la misma y cuáles son los protocolos que deben llevar a cabo. Pensando en que será el propio maestro de ceremonias quien les guíe en este sentido, dejan todo en sus manos y no se paran a valorar las infinitas posibilidades que hay de representar su unión y celebrar el amor a través de diferentes rituales. Uno de ellos, la llamada ceremonia de la plantación.

Seáis amantes de la naturaleza o celebréis vuestra boda al aire libre, la ceremonia de la plantación cobrará sentido, puesto que se basa en representar la unión de dos personas y el comienzo de una nueva etapa a través del hecho de plantar un árbol que, siguiendo la metáfora, crecerá, echará raíces y dará sus frutos, como el amor mutuo que os profesáis. Un ritual original y muy simbólico que se llevará a cabo poco después del intercambio de alianzas, pero antes de la firma de documentos.

Pero, ¿qué necesitamos para llevarlo a cabo? Son pocos los elementos imprescindibles para realizar este ritual, así como muy fáciles de conseguir. Se necesita una maceta, cuya estética debería ir en línea con la paleta cromática escogida para el resto de detalles de la boda; dos jarros de agua o regaderas –uno para cada miembro de la pareja–, una pequeña pala, tierra adicional y, evidentemente, el árbol que podrá ser frutal como un olivo o limonero u ornamental como el árbol del amor o la mimosa.

Cuando se lleva a cabo este ritual, se hace pensando en cuidar el árbol a lo largo del tiempo, por lo que lo más sencillo es utilizar una maceta durante la ceremonia y, en otro momento, trasplantarlo a algún lugar cercano donde lo podáis ver crecer; en este sentido, la elección del árbol irá muy ligada al lugar que se elija como ubicación fija, su clima, tipo de suelo etc. También son muchas las parejas que llevan a cabo la ceremonia de la plantación de manera simbólica y luego, renuncian al árbol.

Este ritual cobra más sentido todavía cuando, pasados los años, las parejas siguen teniendo presentes cuál fue el árbol que plantaron y en fechas significativas como el aniversario o las bodas de plata u oro deciden visitarlo y fotografiarse con él, pudiendo comprobar así su evolución. Además, la ceremonia de plantación no tiene por qué ser el único momento "eco" que haya en la boda, son muchas las ideas que podéis realizar si sois una pareja comprometida con el medio ambiente.

En lo que respecta a las plantas, una actividad para entretener a los invitados puede ser, por ejemplo, esconder ciertos regalos o detalles sobre varias macetas grandes de tierra para las que dispongan de varias herramientas pequeñas como palas y rastrillos con las que buscarlos. Podemos dejar dichos utensilios en su sitio de la mesa y llevar a cabo la actividad en la posterior fiesta. Además, una tendencia al alza es también regalar a los invitados un kit con todo lo necesario para plantar su propio árbol.

En definitiva, la ceremonia de la plantación se plantea como un ritual muy original para sellar la unión de dos personas, pero no tiene por qué ser el único. Teniendo en cuenta que el guion de una ceremonia civil puede realizarse al gusto de los protagonistas, podemos compaginar varios rituales en una misma ceremonia, incluyendo también la ceremonia de la luz o el intercambio de arena; las posibilidades son tantas como los propios novios imaginen y decidan hacer.

Lo que es seguro es que esta ceremonia dará lugar a fotografías únicas e inolvidables, más si esta plantación se produce en medio de un bosque, un prado o cualquier otro espacio propio de una boda campestre o rústica. Así, si estás pensando en darle a tu ceremonia civil un toque diferente, valora la posibilidad de hacerlo a través de la ceremonia de la plantación con la que, estamos convencidas, sorprenderás a todos tus invitados y te llevarás un recuerdo de por vida tan relevante como es un árbol.