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'Cinco lobitos' llega a Filmin y hay muchas razones por las que tienes que verla
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BRIGADA ANTI-SPOILER

'Cinco lobitos' llega a Filmin y hay muchas razones por las que tienes que verla

Una de las últimas gemas del cine español y un título que nos habla, de frente y sin paños calientes, de nuestra propia vida

Foto: Fotograma de 'Cinco lobitos'.
Fotograma de 'Cinco lobitos'.

Ser madre, ser hija, tener familia y no morir en el intento. Que 'Cinco lobitos' llegue por fin a la suscripción de Filmin (se puede ver en la plataforma, como las violetas de Cecilia, a partir del próximo 9 de noviembre, lo cual es toda una ironía) es una buena noticia para cualquiera que ame el cine español. También para cualquiera que quiera reflexionar sobre lo que significa tener una familia en la sociedad de hoy. La ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa es uno de los títulos más destacados de un año especialmente boyante para nuestro cine. No es solo que Sorogoyen haya vuelto a ofrecer pura maestría en 'As bestas' o que el nombre de Carla Simón haya dado la vuelta al mundo gracias a 'Alcarrás'. Desde estimulantes 'feel good movies' como 'Voy a pasármelo bien' a terrores patrios como 'Cerdita', muchos son los títulos que han convertido a 2022 en un gran año para el cine español. La convulsión pospandémica se ha traducido en calidad en las películas que se ruedan dentro de nuestras fronteras.

Como bien decía en su crítica la compañera Marta Medina, la de 'Cinco lobitos' es la historia de una joven que, entre otras muchas cosas, "no llega a todo". Hija de la precariedad de nuestro tiempo, la protagonista a la que da vida Laia Costa acaba de ser madre. Debe renunciar al excesivo tiempo que dedica a su trabajo y a sus sueños laborales de ascenso y prosperidad. Por si eso fuera poco, el inestable trabajo de su chico (Mikel Bustamante) la deja a ella más sola de la cuenta a la hora de enfrentarse a las complejidades de la maternidad. Sobre el papel, hombres y mujeres son iguales ante la crianza de un bebé, pero en la práctica es diferente. O eso es lo que parece decirnos la directora, consciente de que nuestro día a día nos ahoga y ni las mejores intenciones de igualdad y equidad son posibles en un mundo despiadadamente neoliberal. Como si se tratase de un personaje almodovariano, la solución de Amaia, que así se llama la protagonista, es volver a su tierra natal, el País Vasco. Allí cuenta con el apoyo de su madre, una Susi Sánchez que también tiene su propia historia detrás. Más allá de sinopsis o de juicios sobre ella, lo mejor es enfrentarse más o menos virgen a la experiencia que supone ver 'Cinco lobitos', cuyo impacto está más que probado, habida cuenta de la cantidad de premios que acumula allá donde se estrena. El primero fue en el Festival de Málaga y luego han llegado muchos más.

¿Funcionan los nuevos roles de género en las nuevas generaciones o sigue presente la fuerza de la costumbre? ¿Qué ocurre cuando los cuidadores se convierten en cuidados? ¿Por qué se sigue penalizando (aunque parezca lo contrario) hablar abiertamente de las dificultades de la maternidad? Esas y otras muchas son las preguntas que plantea la película de Ruiz de Azúa. Y lo hace desde la sobriedad más absoluta. En 'Cinco lobitos' no hay grandes momentos de heroísmo (el heroísmo está, como nos han enseñado tantas historias, en lo cotidiano), no existen los colofones musicales (apenas hay música en la banda sonora) y tampoco encontraremos catarsis de los personajes subrayadas hasta la náusea. La cinta hace tan buen uso del naturalismo, ese que impregna muchas obras de la nueva hornada de directoras españolas (Celia Rico y su 'Viaje al cuarto de una madre' o Carla Simón en cualquiera de sus películas) que a veces da pavor. Viendo la película, uno siente que le han invitado a mirar, de reojo, la rutina y los momentos más incómodos de una familia común. Y de ahí surge el terror que nos lleva a pensar en la dureza del día a día, en las obligaciones y los dramas familiares que todos vamos a vivir tarde o temprano. Sí, 'Cinco lobitos' llega a dar miedo y, por tanto, no puede ser más opuesta al escapismo.

placeholder Fotograma de 'Cinco lobitos'.
Fotograma de 'Cinco lobitos'.

Algún conocido me ha comentado que la película ofrece una visión negativa de los personajes masculinos; el padre de la protagonista (Ramón Barea, excelente como siempre) o la pareja de Amaia (Mikel Bustamante). No es cierto. Ambos son hombres con roles aprendidos, dos seres que tienen que luchar contra lo que la sociedad ha hecho de sí mismos; dos personas que quieren hacerlo lo mejor que pueden. De hecho, otra de las virtudes de la película es que jamás juzga a sus personajes, ni para bien ni para mal. Hasta Amaia puede resultar, en los primeros minutos de metraje, antipática en las secuencias en las que está sobrepasada, con un bebé que no para de llorar. Laia Costa realiza, por cierto, la gran interpretación de su carrera. Y algo parecido se puede decir del resto del reparto.

placeholder Susi Sánchez (i) y Laia Costa (d) recogen la Biznaga de Plata a la mejor interpretación femenina por 'Cinco lobitos'. (EFE/Daniel Pérez)
Susi Sánchez (i) y Laia Costa (d) recogen la Biznaga de Plata a la mejor interpretación femenina por 'Cinco lobitos'. (EFE/Daniel Pérez)

'Cinco lobitos' debe verse como una de las últimas gemas del cine español y también como un título que nos habla, de frente y sin paños calientes, de nuestra propia vida. A priori, el drama de una madre primeriza puede parecer poco interesante para ciertos segmentos del público. Pero todos tenemos madre y seres queridos de los que ocuparnos. La película nos enfrenta sin juicios, sin lecciones morales y sin diálogos discursivos a situaciones muy duras. Que Alauda Ruiz de Azúa haya conseguido algo así con su debut es otra prueba del enorme talento que existe en nuestra cinematografía. Un talento que también podemos disfrutar desde la comodidad de nuestro sofá, aunque en este caso la película sea de todo menos cómoda.

*'Cinco lobitos' está disponible en Filmin desde el 9 de noviembre

Ser madre, ser hija, tener familia y no morir en el intento. Que 'Cinco lobitos' llegue por fin a la suscripción de Filmin (se puede ver en la plataforma, como las violetas de Cecilia, a partir del próximo 9 de noviembre, lo cual es toda una ironía) es una buena noticia para cualquiera que ame el cine español. También para cualquiera que quiera reflexionar sobre lo que significa tener una familia en la sociedad de hoy. La ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa es uno de los títulos más destacados de un año especialmente boyante para nuestro cine. No es solo que Sorogoyen haya vuelto a ofrecer pura maestría en 'As bestas' o que el nombre de Carla Simón haya dado la vuelta al mundo gracias a 'Alcarrás'. Desde estimulantes 'feel good movies' como 'Voy a pasármelo bien' a terrores patrios como 'Cerdita', muchos son los títulos que han convertido a 2022 en un gran año para el cine español. La convulsión pospandémica se ha traducido en calidad en las películas que se ruedan dentro de nuestras fronteras.

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