Elena Gual o el arte de crear con espátula y hacer de tus fans embajadores de tu obra

Elena Gual es una de las artistas jóvenes de nuestro país que más rápido han sabido posicionarse. Su arte tiene forma de mujer, se inspira en las figuras femeninas que conoce durante sus viajes por el mundo y cuenta sus historias a través de una espátula. Tuvo que abandonar los pinceles a causa de una reacción alérgica a la trementina, el producto que se usa para limpiarlos. De este drama nació su sello de identidad, unos trazos gruesos, fuertes y llenos de color, que hacen que sus obras sean inconfundibles.

Esta mallorquina se ha formado en las mejores escuelas. Comenzó estudiando arte clásico en la Academia de Arte de Florencia, para continuar su formación en la Central Saint Martins y en la Royal Academy de Londres. Tiene solo 29 años y Drew Aaron –fundador de Gallery RED y uno de los mayores coleccionistas de arte del mundo– es su representante exclusivo a nivel mundial, lo que la ha llevado a exponer en Nueva York y en Londres, donde llegó a vender todas sus obras.

Desde Mallorca le gusta explorar nuevos caminos, como por ejemplo su proyecto más reciente, Spatula, un acercamiento a su arte en forma de prints, camisetas y bolsos tan ideales como ella misma. Todo hecho con materiales de alta calidad y con la sostenibilidad como telón de fondo.

Si quieres ver con tus propios ojos lo que te contamos, pásate por el restaurante YOUnique Arts Club, la apuesta de Only YOU Boutique Hotel para conectar arte y gastronomía. Por allí desfilarán exposiciones y muestras temporales de artistas nacionales e internacionales, de la talla de Elena Gual, la primera en mostrar su obra.

Así empezó todo

Elena es consciente de que empezó como otros tantos artistas, con inquietud por pintar y dibujar desde pequeña. "Crecí como hija única; por lo tanto, la música, la danza y la pintura eran mis principales distracciones. Aunque las cosas fueron tomando forma cuando decidí dejar la carrera de arquitectura para estudiar arte en Florencia". Cuenta que el punto de inflexión llegó durante una visita al museo Van Gogh, en Ámsterdam. "Entre risas y llantos cogí el teléfono para decirles a mis padres que no quería ser arquitecta y que quería luchar por una carrera artística. Les doy las gracias porque lo entendieron perfectamente, de hecho me contestaron que ya se lo veían venir". (Risas).

Principales obstáculos

"No veo obstáculos como tal. Sí que creo que es un mercado con mucha incertidumbre y con una inmensa cantidad de talento con el que competir, de alguna manera". La artista reconoce que hoy por hoy ser artista está al alcance de todos, y diferenciarse cada vez se complica más: "Pero al fin y al cabo uno siempre compite contra uno mismo, y aún más en este campo. Lo mismo pasa con mi nuevo proyecto, Spatula, ya que hay tantos proyectos de calidad, de gente tan joven y talentosa, que dedican su vida a llevar sus ideas al éxito, que creo que lo importante es centrarse en tu proyecto y diferenciarse a tu manera, porque si te comparas te entran muchas inseguridades".

Tus errores

"Estudiar arte académico", dice reflexiva. "Tendría que haberlo compaginado con algún curso para entender mejor el mercado del arte en general, porque en la academia se centran exclusivamente en la técnica, pero no en qué hacer después con ella, ni en cómo vivir del arte, en absoluto". Gual piensa que saber algo más de gestión le hubiera evitado algún que otro error, y añade: "Es un mercado con más reglas de las que aparenta desde fuera, por no hablar de multitud de reglas no escritas que pueden jugarte una mala pasada si no las conoces".

Tus aciertos

"Pienso que muchos de mis aciertos nacen mayormente de estos errores que contaba previamente, lo que les convierte en lecciones, pasando a ser algo positivo. Estoy orgullosa del equipo que me rodea en mi día a día, escogerlos es uno de mis aciertos. No obstante, creo que mi principal acierto ha sido el no parar de pintar. Incluso cuando las cosas no lucían muy favorables al principio, ahora miro atrás y me alegra no haber desistido".

Una anécdota

"Tras al terminar la carrera empecé a tener una reacción alérgica a la trementina (aguarrás), que es lo que usamos para limpiar los pinceles. El médico me aconsejó no volver a tocar este producto jamás, por lo que pintar a pincel ya no era una opción. Esto fue uno de los momentos más dramáticos en mi vida; venía de estudiar arte clásico, donde el pincel lo es casi todo, y no me veía estudiando o dedicándome a otra carrera". No obstante, Elena supo transformar este momento en una oportunidad: "Fue así como encontré la espátula y desarrollé mi estilo actual. Fue un proceso muy liberador, pues encontré aspectos y facilidades en la espátula que el pincel no me daba. Siento que puedo expresar mucho más de esta forma".

La clave de tu éxito

"Creo que si algo me han enseñado desde pequeña ha sido a tener voluntad. De hecho, es una palabra muy importante para mí que me sigue allá donde voy. Mantenerme en los momentos malos es lo que creo que diferencia a muchos artistas de talento similar".

Tu día empieza con…

"Ir a entrenar y directa al estudio. Aunque llevo una temporada que lo primerísimo que hago es escribir mis sueños. Es algo en lo que quiero profundizar y estudiar a fondo".

Y acaba con…

Pese a su juventud, la artista se considera una persona tranquila: "La mayoría de noches, mi plan ideal es estar en el sofá con algo de música de fondo y un libro, o bien devorándome alguna serie".

Consejo para emprendedores

"Quizás suene típico, pero creo que para cualquier disciplina o proyecto, si se trabaja a diario con pasión y ganas, aunque se falle una, dos o cincuenta veces, las recompensas siempre llegan. Me encanta pensar en casos de éxito tardío como Henry Ford, Stan Lee y otros cientos", reconoce. Ahora mismo está volcada en el proyecto Spatula: "No paran de surgirme nuevas ideas, quizás a cada cual más loca, lo cual tiene a Carlos, mi mano derecha, que se tira de los pelos. Pero creo que es momento de probar cosas atrevidas y no pecar de ser demasiado conservadores. Ese sería mi consejo. Atreverse".

¿Ha merecido la pena luchar por tu sueño?

"Muchísimo. Lo volvería hacer una y otra vez. Considero que cuando a más momentos buenos aspiras, más te arriesgas a enfrentarte a momentos difíciles. Pero la verdad es que no sabría vivir de otra manera".