Ya hay fecha para el cara a cara de Ramón Calderón y Kiko Rivera en el juzgado

El especial ‘Cantora, la herencia envenenada” marcó un antes y un después en la relación de la familia Pantoja. Kiko Rivera acusaba a su madre de haberle engañado con respecto a los bienes heredados de Paquirri. Aseguraba que acudió al notario requerido por su madre y que rubricó engañado hipoteca tras hipoteca. A estas acusaciones se sumaron opiniones personales muy duras contra Isabel Pantoja, de la que decía cosas como “soy una tarjeta de crédito para ella” y “mi madre no es buena persona y si la tengo que llevar a los tribunales lo haré”. No lo hizo, pero sí en cambio retó legalmente a Ramón Calderón y a su tío Agustín. Parece que con este último tiene intención de retirar la demanda.

En esa noche en la que fue despiadado contra parte de su familia, también metió en el saco de las acusaciones a Ramón Calderón, al que llamó “sinvergüenza”. Mirando a cámara dijo: “Me lo vas a tener que explicar en un juzgado”. Y efectivamente, así fue aunque a la inversa. El DJ se convirtió en acusado y el que fuera el gran amigo de Paquirri en acusador.

En enero, el empresario interponía una demanda que fue admitida a trámite en marzo como publicó en exclusiva Vanitatis. Como él mismo explicaba en aquel momento: “No me dio opción. Pedí que rectificara, que dijera que lo que había dicho era falso. Me daba igual que pusiera la excusa de estar mal asesorado. No lo hizo”. Incluso llegó a contactar con la abogada de Kiko Rivera, Cynthia Ruiz, para llegar a un acuerdo. Estaba dispuesto a facilitar toda la documentación para que se viera que nunca hubo mala fe y que todo estaba en orden: “Como no hubo respuesta, lo que hice fue utilizar los cauces legales. No podía permitir que se cuestionara mi honorabilidad”.

La fecha definitiva

Los tiempos legales se han mantenido, aunque con retraso por la pandemia. El próximo 10 de noviembre, Kiko Rivera tiene que acudir al Juzgado de Instrucción nº 81 de Madrid para aclarar por qué acusó a Ramón Calderón de no haber obrado legalmente. A pesar de ciertos rumores que aseguraban que el empresario podría llegar a un acuerdo, él mismo lo aclara y niega: “No hay ninguna novedad, ni razón alguna para desistir. El día 10, el juez nos preguntará si las partes han llegado a un acuerdo. Y a continuación, continuar con los trámites. La audiencia previa es una parte del proceso”.

Ramón Calderón quiere que este asunto tan desagradable y en el que Kiko Rivera cuestionó su honorabilidad y profesionalidad termine. Considera que fueron “unas muy graves y falsas declaraciones que podrían constituir delitos de injurias graves y calumnias con publicidad”.

Prefiere no especificar datos con respecto al proceso, igual que la indemnización solicitada. Según la información a la que ha accedido Vanitatis, sería la misma cantidad que Rivera cobró por ‘Cantora, la herencia envenenada’.

El reparto de la herencia

Calderón fue el representante legal de Kiko Rivera a la hora de la repartición de la herencia: “Al ser menor de edad, tenía que tener esa figura que defendiera sus intereses. Y por eso afirmo que conozco perfectamente la herencia y ni él ni nadie puede sentirse perjudicado. Cada heredero tenía sus abogados y además hubo cuatro albaceas y un contador partidor. Yo no fui albacea. La repartición fue justa y todos firmaron. Cada hijo recibió lo que le correspondía y con la viuda se hizo una capitalización de su tercio. Se hizo el cómputo, se valoró y la herencia se convirtió en ocho herederos. Lo que se hizo no fue fácil porque había dos mujeres, tres hijos, tres hermanos. No era fácil encajarlo, lo hicimos y todos estaban contentos".

Concluía que en el testamento nunca figuró que Cantora fuera para Kiko. Así de claro lo dejaba el abogado, pero el hijo de Isabel Pantoja entró 'a matar' en su comparecencia televisiva.

El expresidente del Real Madrid era amigo íntimo de Paquirri. Se conocían mucho antes de que Isabel Pantoja se hiciera novia del torero. El abogado y su mujer asistieron a la boda y compartieron muchos momentos felices. Los dos matrimonios tenían previsto viajar a Caracas al día siguiente de la corrida de Pozoblanco, donde participaba en un festival benéfico. Tenía en su despacho los pasaportes de los cuatro para volar desde Madrid. El viaje nunca se realizó y Paquirri fallecía por una cornada del toro Avispero.