Iker Casillas y Rocío Osorno: amistad, un divorcio por liquidar y demandas

El 31 de diciembre del año 2020, la diseñadora e influencer Rocío Osorno anunciaba en sus redes sociales que se separaba del padre de sus hijos, Jacobo (Coco) Robatto, con el que se casó en la catedral de Sevilla el 29 de junio del 2019. Al parecer, la pareja había dejado de convivir en el mes de mayo.

La noticia tuvo repercusión porque ambos son muy conocidos por sus respectivas profesiones. Él es político, senador de Vox desde 2019, y ha estado de actualidad estos días por la foto en la que aparecía vestido al estilo 'Peaky Blinders' junto a Santiago Abascal y Juan García-Gallardo en la campaña de Castilla y León. Ella comenzó a trabajar en bares de moda de Sevilla siendo muy joven, pero su pasión por la moda y su inteligente uso de las redes sociales hicieron que consiguiera posicionarse y destacar rápidamente en el mundo de las influencers.

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R. Riaño

La portada de 'Lecturas' la mañana del miércoles llevó a Rocío Osorno e Iker Casillas a estar en boca de todos, ante la gran sorpresa de amigos y familiares. La revista explicaba que el exfutbolista está ilusionado con la influencer, aunque Vanitatis no ha logrado romper el hermetismo que se ha instalado en torno a los dos protagonistas. Las amigas íntimas de Osorno han cerrado un círculo de silencio a su alrededor: “Rocío es una persona hermética para su vida privada, lo que se ve en las redes es su trabajo, es consciente de que vive de su imagen y genera interés, pero su situación sentimental es algo muy privado”.

También otras conocidas con las que comparte vida profesional se manifiestan ante la noticia de su posible noviazgo con Iker Casillas: “No me sorprende, siempre pensé que acabaría con alguien conocido y con éxito porque se mueve en ese círculo. Ella es una mujer con notoriedad, ha triunfado, tiene fama, dinero, y es lógico que encuentre el amor entre la gente de su ambiente”.

Iker Casillas no confirma ni desmiente, se lo ha tomado con humor y él mismo ha publicado la portada en sus redes sociales con un comentario jocoso: “Ave María Purísima”. Sin embargo, su círculo íntimo indica que el deportista y empresario está harto de que se le adjudiquen relaciones y no descarta emprender acciones legales contra quienes insistan en difundir noticias sobre su vida privada.

De hecho, el deportista tiene una cita en los juzgados este jueves contra un colaborador televisivo por unas manifestaciones que hizo en un programa de televisión, afirmando que el futbolista mantenía una relación con la cantante cordobesa Sara Denez. Incluso se llegaron a emitir presuntas conversaciones entre él y la artista, que confirmaban su supuesta relación sentimental.

Rocío Osorno se mantiene en el hermetismo, quizá preocupada por cómo esta noticia puede afectar al resto de implicados en su vida privada. En su entorno hablan de que es "una chica estupenda, muy buena profesional, muy seria y encantadora", y explican que "viaja mucho a Madrid por trabajo”. Al parecer, Osorno "aún no ha concluido el proceso de divorcio y liquidación de bienes de Coco Robatto", valoran, y quizá el hecho de que se conociera una nueva relación "no la beneficiaría" en este proceso. La influencer sevillana, de hecho, tenía un acto el miércoles por la tarde en Madrid con otras influencers y decidió a última hora no acudir a la convocatoria.

En su entorno nadie se atreve a hablar de romance, sino más bien de una amistad que Iker y Rocío mantienen desde hace un tiempo. Algunos remiten a una fotografía que el añorado portero de la Selección colgó en sus redes sociales el 13 de marzo desde una terraza en Triana en la que aparecía solo y en la que escribía la palabra "Sevilla" como un guiño a Rocío. Aquella foto hizo que muchas personas se preguntaran qué hacía en Sevilla un deportista madrileño con casa en Ávila y que no suele dejarse ver por la capital hispalense. Y la respuesta podría ser que su amistad con Rocío Osorno le había hecho descubrir una ciudad con fama de romántica y que es destino de muchas parejas de enamorados.

Moda y trabajo

Rocío ha concedido muy pocas entrevistas y siempre relacionadas con su trabajo. Sobre su pasión por la moda cuenta que es algo innato: “Mi pasión por la moda viene desde pequeña, con solo seis años ya me preocupaba cómo iba vestida. Empecé diseñando para invitadas y las novias llegaron después. Es lo más bonito de mi trabajo, las novias me encantan, aunque mi especialidad es el look de invitadas. Yo empecé diseñando y vi en Instagram una bolsa de clientes y fue subiendo, así que después me convertí en influencer, primero creé mi marca”.

Es una mujer inquieta y, según dicen, nunca se conforma y tiene muchas aspiraciones profesionales. Vive por y para su trabajo, como demuestra su millón y medio de seguidores en las redes: “En este trabajo no paras, es estar todo el día maquinando contenidos, haciendo looks, creando, y no puedes desconectar… dando vueltas. A veces pienso que me gustaría tener un trabajo que cuando llegues a las nueve a casa reventada puedas desconectar”.

Y aunque las marcas se la disputan asegura que no puede promocionar aquello con lo que no se identifica: “Me tiene que gustar la marca, y siempre pruebo los productos que voy a sacar. Creo que he sabido compaginar mi faceta como madre y como influencer. Aunque lo que comparto es un veinte por cierto porque soy muy reservada, creo que mi vida privada es solo mía”.