La historia de amor de Rosa Clará, 20 años después

Este jueves era un día importante para la empresaria Rosa Clará. Después de dos años sin desfiles y con las bodas reducidas a su mínima expresión, la vuelta a las pasarelas ha sido una fiesta donde solo faltaban los fuegos artificiales. Los hubo en la imaginación de la propia diseñadora y su equipo. A las 9 de la noche comenzó a sonar la música de C. Tangana que anunciaba el inicio del desfile. Expectación ante lo que iba apareciendo y que cubría las expectativas previstas en este tipo de moda donde parece que todo está inventado. Veinte modelos demostraron que todo es posible mientras haya imaginación, ingenio y creatividad.

La estrella del desfile fue Stephanie Cayo. La actriz y bailarina peruana protagonista de producciones de Netflix como 'Amalgama' y 'Hasta que nos volvamos a encontrar' apareció por primera vez en el Festival de Cine de Málaga y decidió quedarse a vivir en España. Tuvo una relación con el también actor Maxi Iglesias y por ahora no hay nada importante en el apartado amoroso. Al menos así lo contó, una vez que terminó el desfile. Salvo que su amistad con Kerem Bürsin, protagonista de 'Love is in the air', se convierta en otra cosa.

El actor turco estuvo también en el festival de cine malagueño, que fue donde conoció a Antonio Banderas. Esta Semana Santa han estado juntos y es muy posible que colaboren en proyectos comunes. A Stephanie Cayo también le gustaría participar en algún musical. Hasta ahora vivía entre Los Ángeles y Lima, donde tiene su propia academia de baile, pero el Festival de Málaga cambió sus planes y, según contó, se queda en España. Si además de sus proyectos laborales hay planes sentimentales, solo el tiempo lo dirá.

Aunque la verdadera historia de amor es la de la empresaria Rosa Clará y su marido, Josep Artigas, con el que se casó en 2013. Esta historia de amor se empezó a escribir hace muchos veranos, cuando dos familias con hijos decidieron elegir el municipio de Calella, en la Costa Brava, como lugar de vacaciones. Rosa y Josep formaban parte de la misma pandilla y compartían esos veraneos sin fin de tres meses: “Tengo unos recuerdos preciosos de aquellos años, donde el tiempo a esas edades era eterno”. Temporada tras temporada, lo mismo. Hasta que ya cada uno tiró por su lado y no volvieron a verse. La diseñadora organizó su proyecto de vida sentimental y profesional sin saber de Josep, que se casó y más tarde se divorció. Rosa también se casó, tuvo a su hijo, Daniel, y también se divorció.

Montó su imperio y, en uno de sus múltiples viajes, coincidió con su amigo de pandilla de juventud en el aeropuerto de Barcelona. “Yo iba a lo mío, como siempre, y veo que me paran y me saludan. Era Josep”, recuerda. “Nos intercambiamos los teléfonos y me llamó para pedirme una gestión. Se la hice y quedamos a comer un día porque quería darme las gracias. Yo salía del trabajo y no me arreglé mucho. Lo que quería era acabar pronto para volver al taller”. El destino jugó fuerte y desde ese día no se separaron.

“Lo que nos pasó fue precioso”, recordaba la empresaria en el cóctel posterior a su presentación en la Bridal Week. Al día siguiente viajaba a Miami con José para descansar de lo que ha sido el primer desfile tras la pandemia.

El 2023 será también un año importante para la familia Clará. Daniel, su hijo, tiene previsto casarse con Anne Marie Collins. Como sucedió con su madre, el destino también jugó a favor de obra. Y comenzó otra bonita historia de amor.

Se encontraron por casualidad en una cena en Milán, donde la futura nuera de la empresaria estaba realizando un máster en la Universidad Bocconi. En cuanto finalizara los estudios, tenía intención de volver a Chicago, donde nació y donde viven sus padres. Daniel, por su parte, acababa de regresar de Hong Kong, donde había pasado unos años encargándose de temas relacionados con la firma, además de perfeccionar el mandarín, idioma que domina. No tenía muchas ganas de acudir a la cena, pero en el último momento se decidió.

Su compañera de mesa era Anne Marie. Como había sucedido años atrás con su madre y Josep, otra vez el destino favorecía a los jóvenes. A partir de ese día empezaron a verse y un viaje a la Toscana fue el punto de inflexión para que Daniel y Anne Marie tomaran la decisión de no volver a separarse. La joven ya no volvió a Estados Unidos y se instaló en Barcelona con Daniel. Ambos estuvieron el jueves en este especial desfile para la diseñadora. Aún no hay fecha definitiva, pero quieren que sea en el verano del próximo año.