La prueba de fuego para Paloma Cuevas en Barcelona

Paloma Cuevas ha recuperado su vida social y, sobre todo, la laboral. El próximo 21 de abril acudirá al desfile que la diseñadora Rosa Clará presentará dentro de la Bridal Fashion Week 2022 de su nueva colección de trajes de novia en Barcelona. Será su primer encuentro público tras sus vacaciones de Semana Santa, que ha compartido con familia y amigos en Málaga.

Publicó en su red social el momento más emotivo del Jueves Santo con la procesión del trono del Cristo de la Buena Muerte. Tras su divorcio de Enrique Ponce, estuvo un tiempo sin perfil público. Y salvo alguna salida esporádica con su grupo más íntimo y reducido para compartir cenas o almuerzos, estaba centrada en su familia y en el cuidado de su padre, Victoriano Valencia. No se escondía, pero tampoco formaba parte del grupo social fijo en los eventos de firmas comerciales o estrenos multitudinarios.

Lo que sí hizo a finales de marzo fue viajar a Jerez de la Frontera para participar en la fiesta que José Luis López, conocido como el Turronero, organizó con motivo del bautizo de sus nietos. El día anterior paseó por la ciudad con María Zurita y Susanna Griso, y cenó en las bodegas González Byass con el resto de invitados. Como aseguraron testigos que estuvieron con ella, “Paloma estaba espléndida, divertida y en otro capítulo de su vida. Se lleva muy bien con Enrique y lo que procura es que sus hijas estén felices y sigan con su vida. Para ella la familia es lo primero y por eso quiso que sus padres se fueran a vivir con ella y cuidarlos. Victoriano es un hombre mayor y Paloma prefiere estar pendiente. Para las hijas convivir con los abuelos es muy bonito”.

Este proceso de tranquilidad no ha sido fácil, pero la empresaria decidió salir adelante y aceptó la propuesta de Rosa Clará de colaborar con ella. Se conocían desde hace muchos años y para Paloma el mundo creativo no era nuevo. Años atrás diseñó piezas de alta joyería para la firma de la familia Yanes. Unos pendientes realizados por ella los ha lucido en varias ocasiones la reina Letizia. También fue artífice del diseño de la botella que promocionó Enrique Ponce con el aceite de los olivos de su finca Cetrina. Todo lo que fue la expansión y desarrollo empresarial también lo organizó Paloma Cuevas. En la actualidad poco o nada se sabe de la comercialización del aceite.

La empresaria está centrada en su proyecto de moda con Rosa Clará. Como ya adelantó Vanitatis mostrando algunos de sus vestidos de fiesta, está a punto de presentar su primera colección, inspirada en las reinas egipcias. Como ella nos misma contaba hace un mes, "ya tenemos preparada la segunda. Estoy en el momento de realizar mis sueños. Llevábamos años hablando sobre ello, pero mis responsabilidades siempre fueron mi prioridad. Ahora que he criado a mis hijas y son más mayores, me pareció que era el momento ideal".

El jueves próximo, Paloma Cuevas acudirá al recinto de la Feria de Barcelona, en Montjuic, para apoyar y aplaudir a su amiga y jefa. En esa primera fila también estará presente Sonia Ferrer, para la que el equipo de Rosa Clará ha creado su vestido de novia. Otra invitada será la modelo y actriz Stephanie Cayo, pareja de Maxi Iglesias. Días antes fue la encargada de presentar un aperitivo en los talleres de Sant Just Desvern de lo que será el gran desfile en la pasarela Bridal Fashion Week.

La colaboración con Rosa Clará

Paloma Cuevas explica cómo como se fraguó la idea de la colaboración: “En el confinamiento hablábamos mucho, durante una conversación lo volvimos a comentar y es maravillosa la experiencia que estoy viviendo". El hecho de vivir cada una en una ciudad no fue ningún impedimento: "Enseguida nos pusimos de acuerdo. Lo hablamos por teléfono y en cuanto estuvo permitido viajar, después de un PCR negativo, cogí el coche y me fui conduciendo a Barcelona. Nos encerramos en su despacho y nos pusimos a trabajar".

Jefa y colaboradora se conocieron hace diecisiete años. Conectaron desde el primer momento y, desde ese día, Rosa Clará quiso vestirla. Unas veces eran originales de la casa de novias y, en otras ocasiones, era la propia Paloma quien dibujaba lo que quería. No era pública esta colaboración hasta que decidieron unir fuerzas, y asegura que el hecho de ser amigas no complica el aspecto laboral: "Es una gran amiga. Para todos es símbolo de elegancia, de valores, de mujer discreta, con un gusto excepcional... Yo no puedo pensar en nadie mejor para hacer una colaboración de este tipo que ella. Siempre la he admirado a nivel personal y poder trabajar con ella ha sido un enorme lujo. Ha confiado en nosotros en muchas ocasiones y todas muy especiales. Recuerdo con especial cariño el vestido que lució en la boda de su hermana. Adoro a Paloma, no podía pensar en nadie mejor para hacer una colección exclusiva y trabajar con ella ha sido extraordinario".

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