Guerra por la herencia de Carlos Marín, cantante de Il Divo

Han pasado ya siete meses desde que Carlos Marín, uno de los vocalistas del popular grupo Il Divo, falleciera en un hospital de Mánchester como consecuencia de las complicaciones derivadas del coronavirus con tan solo 53 años.

"La familia está destrozada, como os podéis imaginar. Todavía no nos lo creemos. Ha sido casi de un día para otro y esto es como un mal sueño... muy mal, como una pesadilla", eran las palabras de su abogado tras el repentino fallecimiento del cantante.

Pero ahora, tras aquel amargo trance, llega otro más, esta vez de carácter económico y con su exmujer, Geraldine Cerceda Larrosa, la cantante conocida artísticamente como Innocence, en el centro de la polémica a causa de la herencia de Carlos Marín.

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Según publica 'ABC', el fallecido artista designó como principal heredera a su madre, pero también le dejó un piso a su exmujer, con la que mantuvo una relación de 17 años, aunque solo tres de ellos como matrimonio. "Quiero que todo el mundo sepa, la mayoría lo saben, pero lo vuelvo a repetir, que Carlos Marin ha sido y será siempre el gran amor de mi vida. Es la persona más buena del mundo, la persona más generosa del mundo", eran sus emotivas palabras tras el fallecimiento del músico.

La vivienda estaría valorada en unos 700.000 euros, pero aún pesa sobre ella una hipoteca de más de 300.000 euros. "La beneficiaria quiere que la casa se le entregue libre de cargas, que sea la madre de él quien pague los atrasos y el monto total", asegura el abogado de Innocence.

Pese a su separación, la pareja siguió manteniendo una relación muy estrecha. Marín se convirtió, de hecho, en padrino de Scarlett, la hija que dos años más tarde tuvo Geraldine con el cantante y actor Sergio Arce Tula, con quien mantuvo una relación hasta el año 2014.

Ahora, la familia del cantante se niega a asumir la cancelación de la hipoteca y también han puesto el caso en manos de un abogado. Además, según añade el citado diario, han pedido incluso una orden de alejamiento por acoso.

"Jamás pensé que esta mujer intentara arruinar a mi madre como lo está haciendo", asegura Rosa, la hermana de Carlos. "Ella la llama continuamente por teléfono y le ha provocado ya varias crisis de ansiedad. No es justo", añade antes de asegurar que "a esa mujer solo le mueve el dinero, cada sonrisa entregada a mi hermano la pagó con creces en efectivo".

Otro punto de conflicto, según apunta el mismo diario, radicaría en los derechos de imagen del artista. Su exmujer defiende que ella era su directora creativa, pero el abogado de la familia niega sus reclamaciones.

"Los derechos corresponden a su madre, que es la heredera. El único director creativo o artístico era Carlos y eso es incuestionable. Le hemos dado mucho material, le hemos cedido lo relativo a su carrera e incluso lo que tiene relación con las cosas que hizo con Carlos, que se traduce en mucho dinero. Pero vamos a hacer lo que haga falta para demostrar que esto no es así", zanja de manera rotunda el letrado de la familia.