Paloma Picasso, nueva 'reina' del arte: de actriz erótica a controlar el patrimonio de su padre

A sus 74 años, la niña que podía pasarse horas en silencio armada de papel y lápices mientras su famosísimo padre terminaba una de sus obras se acaba de convertir en la administradora del ingente y multimillonario legado de Pablo Picasso, el tan genial como polémico pintor malagueño que fallecía en Francia a los 91 años en 1973. Paloma Picasso es la menor de los cuatro hijos del artista y ha asumido este papel después de la reciente muerte de su hermano mayor, Claude Ruiz-Picasso, que falleció en Suiza el pasado 24 de agosto.

El primogénito del matrimonio del artista andaluz con Françoise Gilot, que se ocupó de la gestión del patrimonio de su padre desde 1989 hasta el pasado julio, tenía 76 años en el momento de su muerte y durante su vida se desempeñó como fotógrafo, empresario y realizador. Picasso tuvo otros dos hijos, también fallecidos: Paulo Picasso (1921-1975), fruto de su relación con Olga Jojlova, y Maya Widmaier-Picasso (1935-2022), con Marie-Thérèse Walter.

Paloma Picasso es hija también de la pintora y escritora francesa Françoise Gilot. Esta conoció al pintor en la primavera de 1943, cuando ella tenía 21 años y él 61 y tenía como pareja a Dora Maar, a la que abandonaría por la joven artista. Después de conocerse, Gilot se mudó con él en 1946. Su relación duró casi diez años y nunca llegaron a casarse. La francesa fallecía a los 101 años, en junio de 2023.

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Ahora será Anne Paloma Ruiz-Picasso Gilot la principal responsable de administrar el legado de su padre, con cuestiones que incluyen supervisar los derechos de reproducción y reventa de las obras que creó durante sus siete prolíficas décadas de carrera, las marcas registradas y otras cuestiones relacionadas con la obra del autor del 'Guernica'. El abogado de la sucesión de Picasso, Jean-Jacques Neuer, ha declarado a la agencia France Presse que esta medida es "muy importante para el mundo del arte".

Más allá de la simobología que implica su nombre, que se suele asociar con el símbolo que diseñó su padre para el Congreso Mundial de Partisanos por la Paz, celebrado en París el mismo año en que nació Paloma y que podemos encontrar en muchos de sus cuadros, es más conocida como diseñadora de joyas, bolsos y perfumes para marcas como Yves Saint Laurent, Tiffany o L'Oréal. Hay ejemplos de sus creaciones en las colecciones permanentes del Field Museum of Natural History de Chicago y del Smithsonian National Museum of Natural History de Washington, D.C.

Más allá de su principal ocupación, también hizo una breve pero aplaudida incursión en el mundo del cine en los años 70. Entonces interpretó a la célebre condesa Erzsébet Báthory en la película erótica 'Cuentos inmorales', del director polaco Walerian Borowczyk. En una entrevista concedida al diario 'Sur' en 2018 con motivo de su visita a Málaga para ver el museo de su padre, descartaba que volviera a ponerse delante de una cámara.

"Yo aquello lo hice siendo muy tímida. Y entenderá que tener un nombre como el que tengo y al mismo tiempo ser tímida... pero por fin pensé que esta timidez no me gustaba, y me propusieron hacer la película porque yo hablaba mucho del libro y del personaje en concreto. Así que cuando el productor del filme me preguntó, sabía que no podía negarme. O me muero haciendo la película, o me hago menos tímida, pensé entonces", eran sus declaraciones al respecto.

En la misma conversación recordaba a su padre asegurando que estaría muy orgulloso de tener un museo en su ciudad natal "y no solo de eso, sino también de ver cómo el país ha cambiado, y de cómo Málaga, de ser una ciudad provinciana y lejana, ha pasado a ser un centro artístico mundial". También hablaba Paloma entonces, con nostalgia, de los únicos momentos en los que su padre hablaba en castellano con ella. "Era cuando había gente alrededor de nosotros que no hablaba una palabra de francés, cuando íbamos a las corridas de toros, con los toreros… ahí hablaba español. Pero también si hablaba de flamenco, que es cuando yo me relacionaba con lo que significaba Andalucía", confesaba.

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La herencia Picasso es propiedad conjunta ahora de la única hija superviviente del artista y de sus nietos. El año pasado, su polémica nieta Marina Picasso y su hijo DJ, Florian, anunciaron planes para sacar al mercado unos mil NFT basados en un cuenco de cerámica hecho por Picasso en 1958. Pero el proyecto fue bloqueado por el legado del artista, lo que supuestamente provocó luchas internas en la familia. Al final, Florian Picasso lanzó los coleccionables digitales bajo su propio nombre, pero la serie resultó ser un fracaso.

En cuanto a la vida sentimental de Paloma Picasso, ha estado casada en dos ocasiones. La primera con el dramaturgo y director argentino Rafael López-Sánchez, con el que pasó por el altar en París en 1978. La suya fue una boda temática en blanco y negro con una recepción celebrada en la casa de Karl Lagerfeld, en presencia de estrellas de la moda como Yves Saint Laurent o Manolo Blahnik. La pareja se divorció en 1999.

Paloma Picasso se volvió a casar con el doctor Éric Thévenet, junto al que supervisa la obra de su padre. Ambos viven en la actualidad a caballo entre la localidad suiza de Lausana y Marrakech (Marruecos).