María Pombo desvela los tres 'errores' de su dormitorio

La influencer María Pombo ha compartido con sus seguidores en sus redes sociales una imagen de su lado favorito del dormitorio que comparte con su marido, Pablo Castellano. “Amo este lado de nuestro cuarto”, escribía. “No puedo decir lo mismo de este lado”, añadía en un story posterior, de la pared frente a la cama, en el que vemos una butaca, un espejo de pie y una televisión.

“Una vez uno de vosotros me dijo que nunca jamás había que dormir enfrente de un espejo”, desvelaba la influencer. “Investigué un poco acerca del temita y bendita la hora que leí justo ese mensaje. Desde entonces no he vuelto a dormir igual”, confesaba María Pombo.

En el story que publicaba María Pombo, incluía un texto que argumenta por qué no hay que dormir frente a un espejo, según una superstición china: “Cuando dormimos frente a él, las leyes de esta superstición china dicen que nuestra energía vital estará toda la noche viajando entre el espejo y nosotros, ya que nos la rebota”, desvela el texto. “Este constante flujo de energía provocará que no descansemos bien y nos sentiremos cansados durante todo el día”, añade.

En la misma publicación, María Pombo destacaba también la televisión que tiene en su dormitorio, sobre la que escribía: “Cada vez más manía a las teles en los cuartos. Encima nosotros la hemos encendido tres veces contadas”, confesaba.

Y por si estos dos errores en su dormitorio no fueran suficiente para la influencer, posteriormente publicaba otro story en el que compartía un mensaje que había recibido como respuesta al anterior, y en el que uno de sus seguidores le decía: “Tener una silla mirando a la cama tampoco es bueno. Se supone que ‘invita’ a que los espíritus se sienten a mirarte mientras duermes”.

María Pombo reaccionaba respondiendo al mensaje así: “¡Basta con los mensajes que afectan a mi sueño y tranquilidad! Con un niño, un bebé y un espejo delante de mi cama tengo suficiente”, bromeaba. Sin embargo, horas después, compartía un vídeo de la butaca que hay en su habitación junto al espejo, sobre el que escribía: “Aquí hoy no se sienta nadie”, y en él mostraba cómo llenaba de objetos variados (una caja, un almohadón…) el asiento antes de acostarse.