Las mejores fotos de Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Bosnia y Herzegovina: "De los otomanos a los comunistas y a la libertad"

• Tamara Falcó abre el álbum familiar para felicitar por sus 50 a su hermano Enrique Iglesias
• Tamara Falcó abre el álbum más personal de su móvil: nuevas fotos de su viaje a Londres

Los últimos meses han estado marcados en la agenda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva por sus constantes viajes. Así, De Colombia a Corea del Sur, pasando por México, Nueva York, Berlín o Londres, donde disfrutaron de una primavera al estilo de 'Los Bridgerton', los marqueses de Griñón están disfrutando de una etapa repleta de viajes fuera de España.

A ello se suma el reciente viaje de Tamara Falcó e Isabel Preysler a Estados Unidos, que ocupa la portada de la revista 'Semana'. Una serie de rutas, al estilo Willy Fog, marcadas por sus paradas gastronómicas o los maratones que realiza Íñigo Onieva, que se han convertido en la excusa perfecta para recorrer el mundo.

Así, a buen seguro ya están preparando su próximo viaje. Aunque mientras tanto, es el momento de mostrar algunos recuerdos. Por ello, el marqués de Griñón ha querido compartir en su galería de Instagram varias instantáneas de su recorrido por Bosnia y Herzegovina, donde disfrutaron de una peregrinación religiosa, esta Semana Santa.

A través de sus fotos, nos adentramos en Mostar, una ciudad al sur del país con un encantador centro histórico de origen medieval y un potente legado turco, por la conquista del Imperio Otomano. Un paso y un presente sobre el que ha reflexionado Íñigo Onieva, escribiendo en su post de Instagram: "De los otomanos a los comunistas y a la libertad. Sultanes • Socialistas • Supervivientes. Los Balcanes".

Unas palabras a las que se suman varias fotografías de la ciudad, como las vistas desde el famoso puente de piedra sobre el río Neretva, los mercados de artesanía o la mezquita Koski Mehmed Pasha Mosque. Unas imágenes que se suman a las que ya compartió en su perfil de Instagram Tamara Falcó, donde mostró su visita al Monte de la Cruz (Krizevac, en bosnio-croata-serbio -BCS-), uno de los lugares más emblemáticos y espirituales del país.

A 520 metros sobre el nivel del mar, este monte se ha convertido en destino obligado para miles de peregrinos de todo el mundo. Un enclave que cuenta, en su cima, con una gran cruz blanca construida en 1934 y visible desde varios kilómetros a la redonda. Un homenaje al Año Santo de la Redención, proclamado por el Papa Pío XI en esa fecha. Ahora solo queda esperar para saber cuál será el próximo viaje de los marqueses de Griñón, y si estará también marcado por la fe.