Así afronta la paternidad José Luis Martínez-Almeida a los 50 años: "Cuando uno es padre-abuelo, no quiere perderse ni un solo minuto"

El nacimiento del primer hijo de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo es inminente. Según lo previsto, el parto será a finales de este mes de junio, por lo que la pareja ya está ultimando la llegada de un nuevo miembro a la familia. Mientras ella lo vive también con la frescura de una juventud, ya que apenas tiene 28 años, él acaba de cumplir los 50, por lo que disfrutará de la paternidad desde otra perfectiva.

Situación de la que ambos son conscientes y de la que Almeida bromea y afronta sin pudor. “A mí me merece mucho la pena. Cuando uno es padre-abuelo, como va a ser mi caso, pues uno no quiere perderse ni un solo minuto del niño”, confesó a Ana Rosa Quintana. Tras el nacimiento del bebé, se cogerá la baja de paternidad que se prolongará hasta finales de agosto, justo a tiempo para retomar el nuevo ciclo político.

“Y estar con la madre, por supuesto”, agregó, asumiendo que lo hace “por convicción personal” y como una forma de educar sobre la necesidad de conciliar la vida personal y laboral. Asimismo, también afirmó durante las últimas semanas que, si las circunstancias lo requieren, ampliará la baja lo que sea necesario.

“Las políticas de conciliación son extraordinariamente importantes. Si queremos solucionar el problema de la natalidad, hay que pasar por ahí”, reclamó en una entrevista con Servimedia. Eso sí, aunque parece que todo va sobre ruedas, ya es perceptible una gran diferencia. En clave de humor, José Luis destacó que iba a llamar directamente a Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, “en cuanto asome la cabeza, porque si no lo va a hacer la madre”, apostilló.

Teresa, fiel seguidora del Real Madrid, y Almeida, quien siempre se ha declarado colchonero, parece que no haya un punto medio, ya que “debería ser incompatible” ser de ambos clubes. En las últimas semanas, la pareja ha disfrutado de varios planes juntos, como la Feria taurina de San Isidro o cuando Urquijo acompañó al político en la entrega de medallas de la ciudad, donde protagonizaron un romántico beso.